Blog de Derecho de los Animales
07 octubre 2016
Una importante noticia: la rebaja del IVA en los servicios veterinarios
María Loreto Fuentes Buades, secretaria de la sección de Derecho de Defensa Animal del Colegio de Abogados de Alicante.
Sin ningún tipo de duda estamos viviendo un avance en nuestro país que llega tarde, pero llega, para los amantes de los animales y para todos aquellos que deseamos formar parte de un estado avanzado y defensor de los derechos de los seres vivos. Me encantaría escribir acerca de varios temas que me rondan la cabeza, pero el miércoles -5 de octubre- hizo eco una importante noticia que supone un paso más para la configuración de nuestro país como un estado defensor de los derechos de los animales: se ha aprobado en las Cortes Generales la Proposición no de Ley (PNL) sobre la rebaja del IVA en los servicios veterinarios (162/160), con 177 votos a favor, 13 en contra y 33 abstenciones, un total de 342 votos emitidos.
Son varias las medidas legislativas tomadas para nuestra finalidad de protección animal. El primer paso fue la ratificación del Convenio Europeo de Protección de los Animales de Compañía en 2015, a pesar de haber esperado 29 años para ello, alejando así el concepto de animal como “cosa” (tal y como se recoge en nuestro Código Civil) y empezar a verlo como ser vivo. Posteriormente, y más significativa para nuestro ordenamiento, entró la introducción del delito de maltrato y abandono en el Código Penal mediante la Ley Orgánica 1/2015 de 30 de marzo y las consecuentes Sentencias, han marcado sólo el inicio de una conciencia social para con los animales que cada vez se ve más apoyada por los ciudadanos y el poder legislativo.
Sin embargo, la PNL es también muy emblemática para todos nosotros, pues en estos últimos años todos los que compartimos nuestras vidas con animales hemos sufrido los elevados precios que debíamos pagar para cuidar de su salud, hemos visto cómo las asociaciones mueven cielo y tierra para recaudar dinero para la operación de alguno de sus fieles compañeros, y lo que no percibimos, es que el motivo más importante de estos precios es la subida de IVA que sufrió la prestación de servicios veterinarios tras el Real Decreto-ley 20/2012 que, entre otras cosas, varía el tipo impositivo del 8% al 21% para la prestación de servicios veterinarios, una subida tan cuantificativa como desorbitada e ilógica.
Los animales hacen mucho por nosotros, y se merecen un mínimo de respeto y cuidado. No es justo que un perro, un gato, o cualquier otro animal, no pueda vivir porque su familia no tenga dinero suficiente para pagar el tratamiento. Dependen de nosotros, para ellos el veterinario es una necesidad vital.
Pero no sólo es un bien necesario para ellos, también para las personas. Conozco a gente que tuvieron su primer perro porque un médico se lo regalo para tratar una depresión, que ahora por supuesto, es una parte muy importante de la familia. ¿Cuanta gente acudirá a tratamiento psicológico público? ¿Cuántos de ellos tendrán depresión u otro diagnostico que podría ser beneficiado por la compañía de un animal? ¿Cuántas personas consideran a su can o gato uno más de su familia y tras su pérdida pasan verdaderos momentos malos? No tiene ningún sentido que sus cuidados, que a la vez son los nuestros, tengan que verse incrementados cuando su sola presencia supone un ahorro para todos, por ejemplo en asistencia sanitaria, en la administración local que se ocupa de los que viven en la calle, o de las subvenciones a protectoras, conforma así, que su mantenimiento y cuidado tenga un elevado coste conforma un círculo vicioso. Si el hecho imponible es el cuidado y la promoción de la salud (de los animales) debería estar exento, pero bajándolo de nuevo al 8% estamos brindándoles una oportunidad y abriendo las puertas a una visión más global de la salud y la asistencia sanitaria.
Debemos recordar que el resto de servicios de asistencia sanitaria y todos los relacionados con ella, están exentos de IVA, ex. art. 20.uno.21) LIVA, y que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la asistencia sanitaria abarca todos los bienes y servicios diseñados para promover la salud, y ningún tipo de duda hay en que la tenencia y cuidado de nuestros animales cumple tales características. Por un lado con efectos particulares ya que pueden ser beneficiosos para las personas que conviven con ellos, sin hablar del efecto drástico que supone cualquier pérdida o sufrimiento por enfermedad de los animales que conviven con nosotros, pero por otro lado, para la salud pública, puesto que los animales que están en la calle, que procrean y no son atendidos, pueden comportar graves infecciones y diversas enfermedades para los vecinos de los municipios donde se encuentran, así como plagas y virus.
No tenía mucho sentido, pues, que se subiera un servicio sanitario, que a voz de pronto parece que debiera estar exento de IVA, al 21% y que, según refiere la exposición de motivos de la PNL, sólo tuvo consecuencias negativas en todos los sentidos; se recogió el cierre de 730 clínicas de servicios veterinarios en nuestro país durante 2.014, lo que provoca un favorecimiento de la economía sumergida y desciende el trabajo y las pequeñas empresas, y por último, las familias, sumidas en la crisis, no podían hacer frente a los gastos económicos que suponen los animales domésticos y desgraciadamente, se incrementó el número de abandono de animales (en 2014, 108.303 perros y 33.532 gatos), mientras que, de forma paralela, se estudiaba que esta misma conducta fuera tipificada como delito, lo que supondría también un elevado gasto para todos puesto que los Juzgados se verían abarrotados de casos de abandono.
De otra parte, tampoco ha traído ningún beneficio económico como esperarían como la subida, ya que como bien indica la propuesta que ha sido efectuada por dos diputados miembros de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los animales (APDDA), de profesión veterinarios, contempla la insignificante cifra que supone para la financiación tributaria este servicio “la aplicación del gravamen con un IVA reducido de la actividad veterinaria supondría únicamente una disminución del 0,000011% del total de ingresos previstos“.
Por ello y a modo de conclusión, no existen contraprestaciones negativas a la PNL aprobada, pero si numerosas positivas que esperemos podamos ver en nuestro día a día,permitiéndonos el “lujo” de poder prestar asistencia sanitaria a nuestros animales, esperemos que el siguiente paso sea dar más facilidades para las asociaciones de derechos animales o por qué no, la creación de hospitales veterinarios públicos o de bajo coste, tal y como ya ocurre en países vecinos como Holanda y en otros como México o Argentina.