11 abril 2017
Líneas rojas del Parlamento Europeo para el Brexit
El Parlamento Europeo, reunido en pleno la pasada semana, fijó por amplia mayoría (516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones) sus principios y condiciones para la aprobación del acuerdo de retirada de Reino Unido de la UE. El visto bueno de la Eurocámara será imprescindible para que el acuerdo pueda entrar en vigor.
Los eurodiputados subrayaron la importancia de garantizar un trato justo y equitativo a los ciudadanos de la UE que viven en Reino Unido y a los británicos que residen en países comunitarios. También recalcaron que Reino Unido seguirá siendo miembro de la UE hasta su salida oficial. Esto conlleva derechos pero también obligaciones, incluidos los compromisos financieros que vayan más allá de la fecha de retirada.
La resolución adoptada por el pleno advierte contra cualquier intento de vincular un futuro acuerdo económico entre la UE y Reino Unido a cuestiones de seguridad y descarta una relación económica “a la carta”, basada en acuerdos sectoriales, en particular con respecto a los servicios financieros.
El PE deja claro que la pertenencia al mercado interior y a la unión aduanera implica la aceptación de la libertad de movimiento de bienes, capitales, servicios y personas, así como la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la aportación al presupuesto y la adhesión a la política comercial común. El texto dice que sólo tras lograr “avances sustanciales” en las conversaciones para el acuerdo de retirada, podrán comenzar las negociaciones sobre posibles disposiciones transitorias. En cualquier caso, los acuerdos transitorios no podrán extenderse más allá de tres años. Por último, el Parlamento enfatiza que un acuerdo sobre la relación futura relación sólo podrá concluirse después de la salida de la Unión.
Los intereses de los ciudadanos deben estar en el centro de las discusiones, señala la resolución. Los eurodiputados quieren un trato justo para los ciudadanos de la UE en Reino Unido y los británicos en otros Estados miembros. El estatuto y los derechos de ambos deben estar sujetos a los “principios de reciprocidad, equidad, simetría y no discriminación”, subrayan. El texto advierte al Reino Unido contra cualquier intento de limitar los derechos vinculados a la libertad de movimiento antes de su salida efectiva de la Unión y solicita a la UE que examine cómo responder al miedo de algunos ciudadanos británicos a perder los derechos de los que ahora disfrutan en virtud de los tratados comunitarios.
El texto hace una mención especial a la situación de Irlanda, ya que el país “se verá especialmente afectado por la retirada del Reino Unido” y pide abordar la cuestión en el acuerdo de salida. El PE insta a todas las partes a mantener su compromiso con el proceso de paz en Irlanda del Norte y que se evite el restablecimiento de una frontera física con la República de Irlanda.
Los eurodiputados demandan a las dos partes de la negociación que actúen de buena fe y con total transparencia, para garantizar una salida ordenada del Reino Unido. El texto advierte de que Londres no puede negociar acuerdos comerciales con terceros países antes de dejar la Unión, y tampoco abrir negociaciones bilaterales con otros Estados miembros sobre el acuerdo de retirada o la futura relación con la Unión.
El Reino Unido seguirá disfrutando de sus derechos como miembro de la UE hasta su salida. Pero deberá también respetar sus obligaciones, incluidos los compromisos financieros asumidos en el marco presupuestario plurianual que venzan más allá de su retirada, subraya el Parlamento.
Durante el debate previo a la votación quedó patente la importancia que la Cámara da a proteger los intereses de los ciudadanos más afectados por la salida del Reino Unido. La mayoría de los líderes hicieron hincapié en que la UE debe permanecer unida en la negociación y defender sus propios intereses.
Numerosos eurodiputados se refirieron durante el debate a la cuestión de Gibraltar, pero no hay mención de este territorio en la resolución adoptada por el pleno.