09 abril 2015
Doce españoles condenados en Ecuador por tráfico de droga a pequeña escala, trasladados a España
Doce españoles condenados por tráfico de drogas a pequeña escala que cumplían condena en cárceles ecuatorianas han sido trasladados a España para que continúen cumpliendo la pena en centros penitenciarios españoles. Sin embargo, a estos españoles aún no se les han revisado sus condenas, tal como viene solicitando la Abogacía Española, de acuerdo con el nuevo Código Orgánico Integral Penal, en vigor desde agosto de 2014, que modula la pena en función de la cantidad de droga aprehendida.
Algunos de los españoles trasladados, 9 hombres y 2 mujeres procedentes de las prisiones de Quito y Guayaquil, tienen graves problemas de salud.
La Fundación Abogacía Española lleva meses trabajando para que el Gobierno ecuatoriano agilice los trámites de revisión de condena a todos los españoles condenados por tráfico de droga a pequeña escala, unos 200 en total ingresados en cárceles ecuatorianas y españolas.
La revisión de las condenas en virtud del nuevo texto legal supondría la inmediata excarcelación de 50 internos que ya tendrían sobradamente cumplidas sus condenas. Además, otros muchos internos podrían acceder al tercer grado o a la libertad condicional al tener cumplida gran parte de la pena.
La Fundación Abogacía Española solicitó a primeros de enero al gobierno ecuatoriano que agilizara los trámites para la excarcelación de estos internos y, en tanto se resuelve el procedimiento, está llevando a cabo una campaña informativa y de asesoramiento para que los presos internados en centros penitenciarios españoles puedan acceder al régimen abierto.
Además, el presidente de la Fundación y del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, ha solicitado al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y a los directores de los centros penitenciarios en los que cumplen condena que promuevan “de forma urgente e inmediata” la clasificación en tercer grado de varios de estos presos. Se trata de internos con problemas de salud, primarios y con condenas pequeñas que han cometido el delito empujados por la difícil situación económica que atravesaban.
Algunos de estos presos han logrado salir por primera vez de permiso, tras admitir el Juez Centra de Vigilancia su recurso.