29 mayo 2015
Casi 1.500 aspirantes a abogado realizaron el 30 de mayo la prueba de aptitud profesional
- “Difícil, bastante difícil”. Esta ha sido la sensación que tuvieron la gran mayoría de aspirantes al salir del examen.
- La negativa del Gobierno a incluir el catalán en las pruebas de acceso a la abogacía es ilegal porque vulnera la oficialidad de la lengua, según el CICAC
Los aspirantes a abogado realizaron el sábado 30 de mayo la prueba de evaluación de la aptitud profesional para el ejercicio de la profesión para el año 2015. Este examen es el segundo realizado tras la entrada en vigor de la Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de abogado y procurador de los tribunales. Se trata de una prueba que el Ministerio de Justicia convoca, al menos, una vez al año.
Para el ejercicio, al que se presentaron un total de 1.474 personas, se establecieron cinco sedes en las que tuvo lugar la evaluación. El Colegio de Abogados de Barcelona, en el que realizaron el examen los 426 alumnos que han cursado su máster en Cataluña, mientras que en el Colegio de Abogados de Vizcaya, en Bilbao, concurrieron los 83 aspirantes que han realizado el máster en el País Vasco.
Se habilitó una tercera sede en la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada, para los 86 estudiantes que han cursado su máster en Andalucía; en el Instituto Gallego de Seguridad Pública de la Xunta de Galicia, en A Estrada (Pontevedra), realizaron la prueba 64 aspirantes que han cursado el máster en Galicia y Asturias. Por último, se estableció una sede en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación en la Ciudad Universitaria de Madrid, a la que se presentaron 815 aspirantes que han realizado su máster en el resto de las comunidades autónomas de España.
Tal y como dispone la Orden de convocatoria, la evaluación consistió en una prueba escrita objetiva de contenido teórico-práctico con respuestas múltiples cuya duración fue de cuatro horas. Su comienzo fue a las 10:00 y su finalización a las 14:00 horas.
El examen consistió en responder 75 preguntas divididas en dos bloques. El primero de ellos consta de 50 cuestiones de materias comunes para el ejercicio de la profesión de abogado, concretamente sobre deontología profesional y la organización y el ejercicio de la profesión; y un segundo con 25 preguntas de materias específicas a elección de cada candidato entre las siguientes materias: Derecho Civil y Mercantil, Derecho Penal, Derecho Laboral y Derecho Administrativo.
UN EXAMEN DIFÍCIL CON EL TEMARIO CAMBIADO A TRES MESES DE LA PRUEBA
“Difícil, bastante difícil”. Esta ha sido la sensación que tuvieron la gran mayoría de aspirantes al salir del examen. A la hora de responder al cuestionario, los dos bloques –materias generales y específicas- generaron muchas dudas entre los aspirantes; “había muy pocas preguntas donde la respuesta estaba clara”. La deontología profesional fue el tema protagonista en la primera parte y muchos echaron de menos otros asuntos importantes de los que apenas hubo preguntas.
El examen en líneas generales estuvo dentro de la normalidad, fue como los alumnos se lo esperaban y no hubo nada fuera de lo común. Sin embargo, el cambio de temario a tres meses del examen generó algo de inseguridad entre los aspirantes, y sugieren que desde el inicio los temas a estudiar estén claros para evitar problemas como los de este año.
Respecto al máster de acceso, había unanimidad entre todos los estudiantes: “ha sido muy positivo, sobre todo desde el punto de vista práctico”. Como mejora, la mayoría propone un periodo superior a los seis meses de prácticas, porque es donde realmente se aprende. Sin embargo, el examen de acceso -para bastantes aspirantes a abogado- “no lo ven tan necesario y no por hacerlo vas a salir más preparado”.
PRUEBAS EN CATALÁN
La decisión del Gobierno de utilizar sólo el español en los exámenes de acceso a la abogacía que deben hacer los graduados en derecho catalanes y excluir el derecho catalán dentro de las materias evaluables es un acto ilegal que vulnera el oficialidad del catalán y un acto de discriminación lingüística, según denunciaron el viernes 29 de mayo el Colegio de Abogados de Barcelona, el Consell de l’Advocacia Catalana y la Societat Catalana d’Estudis Jurídics, filial del Institut d’ Estudis Catalans, en una conferencia de prensa celebrada en la sede del Instituto. Estas instituciones consideran que no usar el catalán es una vulneración de la Constitución, que establece la oficialidad de las lenguas en relación con los estatutos de autonomía y el deber de proteger y tener un especial respeto por las lenguas oficiales distintas del español. También denuncian que vulnera el Estatuto, que establece el derecho de opción lingüística, y la Carta Europea de las Lenguas, en concreto el artículo 7. 2, en el que los estados se comprometen a garantizar el derecho de uso y «eliminar toda distinción, exclusión, restricción en el uso de las lenguas minorizadas».
El Gobierno, de quien depende la prueba obligatoria para poder ejercer la profesión, ha desatendido la petición del Consell de l’Advocacia Catalana para que la prueba, tipo test, esté disponible en las lenguas cooficiales de cada comunidad autónoma. El Consell ya impugnó la convocatoria del año pasado, que consistió en un único examen en Madrid y en español. Después de que el Consell reclamara la descentralización de la prueba, el Gobierno anunció la constitución de seis comisiones evaluadoras para este año 2015 en diferentes comunidades autónomas: Cataluña, Andalucía, Galicia, País Vasco, Asturias y Madrid. El anuncio, sin embargo, no especificaba en qué lengua se haría el examen, por lo que el Consell pidió al Ministerio de Justicia que los aspirantes catalanes tuvieran la opción de hacer la prueba en la lengua propia, petición que, y que el ministro de Justicia se comprometió a hacer, no ha cumplido.