Los tres pilares del abogado integral

 Por Cristina Ruiz

‘Gestión y Coaching’ pueden parecer términos aparentemente antagónicos pero realmente están ‘entreverados’, como el buen jamón.

Tengo el convencimiento personal –basado también en mi propia experiencia- de que sin desarrollar nuestras potencialidades, como la creatividad y la expresión; sin conocer cómo funciona nuestro cerebro; o cómo podemos controlar nuestras propias emociones y las de los demás, difícilmente podremos gestionar con efectividad y competitividad nuestros despachos profesionales.

El mercado legal ha cambiado. El comportamiento del cliente ha cambiado. Estamos ante un nuevo paradigma. Es el momento de ampliar conocimientos más allá de los jurídicos, de aportar una nueva visión, un nuevo enfoque para demostrar lo que sabemos y de lo que somos capaces.

Nuevas competencias para una abogacía del SXXI

Nuevos conocimientos, habilidades, actitudes y valores tienen parte activa en el desempeño responsable y eficaz de determinadas actividades en este contexto específico.

Sí, como profesionales de la abogacía hemos de adquirir conocimientos técnicos. Pero, además, hemos de utilizar técnicas y herramientas para desarrollar habilidades y actitudes que nos permitan cumplir con nuestras exigencias profesionales y personales y, no menos importante, que nos permitan cumplir con las expectativas del cliente.

Es el momento de mostrar nuestro talento integral como profesionales de la abogacía ante un nuevo contexto que exige trabajar en equipo, desarrollar habilidades intrapersonales y sociales, hablar en público, saber negociar, tener liderazgo, gestionar con eficiencia, ser más creativos, empatizar con el cliente…

Son tres los pilares que sustentan nuestro desarrollo como abogados integrales:

1. Talento
2. Comunicación
3. Eficiencia

Esta completa capacitación como profesionales, como abogados ante un nuevo contexto, marcará nuestra diferencia y nuestra ventaja competitiva como profesionales excepcionales.

Gestión del talento

Dónde estamos y a dónde vamos.

No es suficiente con ser buena persona y buen abogado si no somos capaces de potenciar el valor de los demás, si no generamos confianza en nuestro cliente.

Ser capaces de entender las relaciones humanas y sociales es reconocer las emociones de los demás, percibir lo que sienten, sus motivaciones, sus necesidades, y actuar en consecuencia, es generar el compromiso de las personas, es conseguir la ansiada confianza del cliente.

Gestión de la comunicación

Nos enfrentamos a nuevos retos en el sector jurídico: innovadores modelos de negocio, tecnología en los despachos, abogacía low cost…

Que nuestra comunicación sea eficaz se hace esencial y que abordemos una nueva comunicación efectiva dimensionada se hace imprescindible.

Que nuestra comunicación sea eficaz significa conseguir transmitir eficazmente a nuestros clientes, a los miembros del equipo y a los compañeros de despacho, nuestras ideas y pensamientos; pero también conseguir que nuestros clientes, los miembros del equipo, nuestros compañeros de despacho y el resto de profesionales o personas con las que nos relacionamos se comuniquen eficazmente con nosotros.

Tenemos que aprender a saber llegar, a dejarnos ver, a ser encontrados. A descubrir nuestro valor diferencial, a mostrarlo y a ser percibidos como queremos. Tenemos que aprovechar las oportunidades que nos brindan internet y los medios sociales, planificando la comunicación y marketing digital de nuestros despachos profesionales.

Gestión de la eficiencia

El cliente está cada vez más informado. El nivel de exigencia también es mayor, como lo es su infidelidad.

Trabajar eficientemente supone para nosotros, como abogados, optimizar la asignación de recursos intelectuales y materiales a cada caso y el control de su coste en tiempo y en términos económicos.

El encargo da lugar al inicio del expediente y finaliza con la solución o la resolución correspondiente. Bueno, mejor dicho, finaliza cuando cobramos. El encargo tiene un ciclo de vida, no deja de ser un proyecto. Dirigir y gestionar cada asunto como una unidad, como un proyecto en el marco de la estructura general del despacho nos permitirá ser más confiables para el cliente y más rentables como profesionales.

El objetivo final es potenciar el control y la calidad de nuestros servicios jurídicos y aportar a nuestro cliente el mayor valor.

Cómo desarrollar estrategias de comunicación y organización

 “Legal Project Coaching” es una metodología que facilita a los profesionales de la abogacía el desarrollo de estrategias personales y profesionales, comunicativas y organizativas:

• Introduciendo la importancia de la gestión de nuestro talento y de la gestión del cliente, de la gestión de la comunicación y el marketing, y de la gestión de la eficiencia y la rentabilidad.
• Aportando herramientas y técnicas para el entrenamiento de la gestión integral de nuestro labor jurídica.
• Reflexionando y abriendo debates sobre la necesidad del cambio en el sector de la abogacía, sobre de la apertura de nuestra mente como profesionales, y sobre la nueva concepción de nuestros despachos ante una realidad que ya es palpable.

Si te apetece, podemos seguir charlando y profundizando desde este blog sobre talento, comunicación y eficiencia para configurarnos como abogados integrales.

¿Cuánto tiempo dedicas a adquirir recursos para Aprender a Aprender como persona y como profesional de la abogacía?

Cristina Ruiz

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