La Abogacía reclama el fin de los recortes a los Derechos Humanos en su Conferencia Anual

Familia recortada

“Los Derechos no se recortan, se protegen”. Con esta firme convicción y con la promesa de seguir actuando en la defensa de los más desprotegidos transcurrió la Conferencia Anual de la Abogacía de 2015, que una vez más hizo resonar el grito por el respeto a los derechos fundamentales en la entrega de los Premios Derechos Humanos que este año han premiado en la categoría de “Personas”, a Francisca Sauquillo, por su defensa de los derechos humanos y su lucha por las libertades públicas, que ha sido una constante que se manifiesta de forma ininterrumpida durante cuarenta años en toda su actividad pública, en la política, en su profesión o en la defensa de movimientos y causas sociales, poniendo el bien común por encima de cualquier otro sentimiento; en la categoría de Instituciones, el Premio Derechos Humanos de la Abogacía española ha recaído en el “Proyecto Emaús” de la Congregación de las Adoratrices de Almería. Desde 2002, un pequeño grupo de religiosas adoratrices y voluntarias se mueven por la ruta de clubs y carreteras de Almería para rescatar a mujeres de las mafias, a las que ayudan a salir de los cortijos-burdeles y otros locales donde ejercen en condiciones infrahumanas, y las acogen en casas en las que aprenden un oficio y comienzan a prepararse para integrarse en la sociedad; el Jurado concedió el premio en la categoría de “Medios de Comunicación” a la periodista Yolanda Álvarez, que ha desarrollado un periodismo humano, con rigor, honestidad y veracidad, que intenta dar voz a las víctimas y mostrar la crueldad y el horror de los conflictos, con especial énfasis en denunciar los abusos contra los derechos humanos. La que fuera corresponsal de RTVE en la Franja de Gaza informó sobre la desesperación y desesperanza de la población palestina ante una situación que ya nadie cuenta, porque ya no es noticia; y asimismo, la periodista, fotógrafa, consultora e investigadora experta en fenómenos migratorios con especial atención a menores y mujeres víctimas de trata, Helena Maleno, recibió el Premio Nacho de la Mata, tras  más de diez años arriesgando su vida desde Tánger para dar voz a los sin voz y denunciando gravísimas violaciones a los derechos humanos de la población migrante subsahariana, sobre todo niños y niñas que viajan solos. Asimismo, en el marco de la ceremonia también se entregó el premio a la ganadora del VII Concurso de Microrrelatos sobre abogados, Julia A. García Navarro.

El ministro de Justicia, la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, y el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, presidieron la Conferencia Anual acompañados por el presidente de la Mutualidad de la Abogacía, Luis de Angulo, los vicepresidentes del Consejo General de la Abogacía Sonia Gumpert, decana del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Morán Durán, decano del Colegio de Abogados de Zaragoza y Alfredo Irujo, decano del Colegio de Abogados de Pamplona, que dieron la bienvenida a los cerca de 400 asistentes que abarrotaron el Auditorio Nouvel del Museo Reina Sofía de Madrid, entre los que se dieron cita representantes de la Justicia y la política, como los vocales del CGPJ Álvaro Cuesta, Francisco Gerardo Martínez, María del Mar Cabrejas, Nuria Díaz, Vicente Guilarte, Pilar Sepúlveda, Rafael Mozo y Wenceslao Francisco Olea; los diputados Carles Campuzano y Rosa Aguilar; el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco; los magistrados del Tribunal Supremo, Antonio del Moral, José Manuel Bandrés, Margarita Robles, José María del Riego, Benito Álvarez o José Antonio Quintana; el juez decano de Madrid, Antonio Viejo; el magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco; el fiscal Mariano Fernández Bermejo; el presidente del TSJ de Madrid, Francisco Javier Vieira; el magistrado emérito José Antonio Martín Pallín o la senadora Carmen Alborch, entre otros muchos.

Fundación: un duro trabajo que va dando resultados

El vicepresidente de la Fundación Abogacía, Carles McCragh, se encargó antes de la entrega de los Premios Derechos Humanos de realizar un repaso por el duro trabajo realizado por la Fundación durante este año, especialmente en materia de presos españoles en Ecuador, gracias al cual han conseguido la excarcelación de varios reclusos que ya habían cumplido condena, y otros están a la espera de su salida de la cárcel. Además, recordó el éxito del II Congreso de Derechos Humanos (ver páginas 18-23) que se celebró justo antes de la Conferencia Anual, y que este año ha estado dedicado a las víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Helena Maleno: denunciar el olvido y los abusos a los más débiles

El Premio Nacho de la Mata de este año recaló en Helena Maleno, periodista, fotógrafa y consultora que lleva años dedicada a denunciar desde Tánger redes de trata, violaciones de derechos humanos de inmigrantes que intentan cruzar a España y abusos de las autoridades. Emocionada tras recibir el Premio de manos de la decana del Colegio de Abogados de Madrid, Sonia Gumpert, pidió en su discurso “permitidme ser políticamente correcta. Y también ser utópica, yo también quiero creer en la utopía y que con este premio todos estamos diciendo nunca más, nunca más a las políticas del miedo, las de fronteras que violaron los derechos de la infancia migrante. Que si las democracias se olvidan de sus compromisos con los Derechos Humanos, habrá abogados que se los hagan cumplir”.

“Gracias por haber sido tan valientes de dar este premio en estos momentos tan difíciles para los derechos humanos”, añadió. “Y gracias en nombre de todos los que están presentes en nuestros corazones esta noche”, con un recuerdo especial para todos aquellos que perdieron su vida intentando encontrar un futuro mejor.

Yolanda Álvarez: “Periodigno” para defender los derechos humanos

La galardonada con el Premio Derechos Humanos en la categoría de Medios de Comunicación, Yolanda Álvarez, que recibió de manos de la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, agradeció al Consejo de la Abogacía la concesión de este reconocimiento “y defender el periodismo libre, la libertad de expresión y el derecho a la información”, y aseguró que en materia de derechos humanos “tenemos mucho que hacer desde el periodismo y la Justicia”. “La prensa no debe servir al poder. Debe mostrar las atrocidades contra los Derechos Humanos vengan de donde vengan”. En su caso, mostrar las cometidas en la Franja de Gaza le valió una “campaña de difamación” por parte de Israel que acabó con su salida de la zona. “Los periodistas no podemos poner fin al conflicto, pero sí darlo a conocer y esperar que esa sociedad que recibe la información se comprometa”. Este conflicto, la ocupación más larga de la Historia, “no se acabará sin la implicación de la comunidad internacional, y es necesario que se sepa que Europa no será un lugar seguro sin solucionar el conflicto de Oriente Medio”.

Yolanda consideró que “el periodismo atraviesa el peor momento desde la dictadura, pero para regenerar la democracia, es clave”, y a pesar de las presiones y obstáculos, “cada vez hay más ciudadanos que se quieren informar”. Finalmente, muy emocionada, dedicó su premio “a los que no pueden disfrutar de Derechos por haber nacido en un lugar determinado del planeta. Ojalá les podamos devolver, si no el futuro, sí la esperanza”.

“Proyecto Emaús”: devolver la dignidad y la esperanza a las mujeres explotadas

El Premio Derechos Humanos en la categoría de Instituciones fue a parar este año a la Congregación de las Adoratrices de Almería por su “Proyecto Emaús”, dedicado a acoger a mujeres víctimas de explotación sexual y proporcionarles una vida en la que recuperen su dignidad y su esperanza en el futuro. Su directora, María José Palomino, fue la encargada de recoger el premio -“en nombre de mi equipo y mi Congregación”, según apuntó- de manos del ministro de Justicia, Rafael Catalá, tras lo que agradeció al Consejo este honor de que el Proyecto “sea considerado merecedor de tan alta distinción”. “Muchas gracias porque que el Consejo apoye nuestro proyecto nos anima a ver que no estamos solas. Son ustedes, con su vocación de servicio, nuestros grandes aliados en la defensa de los Derechos Humanos y contra las mafias, los malos tratos, el tráfico de personas, que es la verdadera esclavitud del siglo XXI”. “Los abogados”, continuó “sois la cara amable y visible, interlocutores con las personas más desfavorecidas”. “Un mundo mejor es posible, nosotras luchamos por la dignidad de la mujer que clama libertad y necesita manos tendidas para salir de la situación en la que se encuentra”, añadió. “Gracias por estar de nuestra parte”, finalizó, al tiempo que daba las gracias “de parte de las mujeres que han pasado o pasarán por nuestro Proyecto”.

Paquita Sauquillo: una vida dedicada a defender a los demás

El último de los Premios entregados fue el de la categoría de Personas, concedido a Paquita Saquillo, y fue entregado por el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer. Durante sus palabras de agradecimiento, señaló que “para mí, el título que siempre he querido tener y que realmente me representa es el de abogada. Que este premio me lo den compañeros es lo mejor que me puede pasar”. Realizó un repaso a su trayectoria profesional, recordando que “empecé a ejercer cuando las mujeres necesitábamos la licencia de nuestros maridos” y que “en mi despacho defendimos a trabajadores por derechos que no tenían”. Asimismo, señaló que siempre ha sido “una abanderada contra la pena de muerte, y todos los abogados que hayan llevado un caso con un condenado a muerte deben ser activistas por su erradicación en todos los países del mundo”.

“Tenemos mucho trabajo que hacer, y para eso necesitamos una Justicia ágil, con más medios profesionales y económicos, para que cumpla su papel en la sociedad”, señaló. “A veces los abogados somos molestos para los poderes públicos”, finalizó, al tiempo que pidió que se tengan los Derechos Humanos “siempre presentes” y que “se exija que se aplique el derecho de asilo” para aquellos que huyen de una realidad terrible.

Consuelo Madrigal: “debemos esforzarnos por ser humanos”

La Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal, felicitó al Consejo y a las Premiadas por su labor, y subrayó el hecho de que las cuatro son mujeres “que saben mucho de derecho y de humanidad”. “Los seres humanos ansían Justicia, paz y armonía, pero la vida está llena de conflictos. En esta contradicción está la fuente de nuestro dolor y desesperación. Pero ahí es donde los mejores de nosotros, como las premiadas de este año, encuentran la fuerza para luchar y no solo mejorar sus propias vidas, sino también las de todo el mundo”.

La Fiscal General culminó su intervención citando que “cuando retrocedemos en humanidad es cuando debemos esforzarnos por ser humanos”.

Rafael Catalá: “los abogados, defensores de los derechos fundamentales”

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, señaló durante su intervención que “los ideales de Justicia se materializan en estos Premios”. “Pensamos que la defensa de los Derechos Fundamentales está encomendada solo a las instituciones, pero también nos atañe a todos, muy en particular a los abogados. Por eso la Abogacía Española reconoce la destacada trayectoria en la defensa de los Derechos Humanos con estos premios”. “Gracias porque con vuestro trabajo y sacrificio hacéis el mundo mejor cada día. Y también sois un ejemplo y referencia de la sociedad”, señaló a las premiadas.

Además, el ministro reconoció “a los profesionales de la Abogacía el apoyo y diálogo” que se ha mantenido con Justicia durante esta legislatura, un trabajo común que “ha mejorado la Justicia y los Derechos”. “Esta fiesta de los Derechos Humanos dignifica a los premiados y también a los que los otorgan”, finalizó.

Carlos Carnicer: “presencias necesarias para construir el Estado de Derecho”

El presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, se llevó la gran ovación de la noche, con todo el auditorio en pie durante varios minutos, después de que se recordara que será la última Conferencia Anual que presida, tras haber anunciado que no se presentará a la reelección en las elecciones que se celebrarán en enero. Tras estos momentos de emoción, el presidente de los abogados dio las gracias a todos los presentes “en un acto de tanta importancia para la Abogacía institucional española, cuyo Consejo General he tenido el honor de presidir durante 15 años y que me ha proporcionado tantas satisfacciones. Una Abogacía española que siempre se ha esforzado por mostrar su férreo compromiso con la defensa de los derechos y libertades fundamentales”. Asimismo, agradeció también a las premiadas su labor. “Presencias como las suyas resultan eficaces para la necesaria construcción, siempre inacabada, del Estado de Derecho”, añadió. “Compartimos con vosotras la dureza de algunas noches en vela, de los rechazos y malas caras en distintos foros e instancias, la incomprensión de muchos de los que no nos conocen”

El presidente del Consejo aprovechó la presencia del ministro para señalar que “durante este año 2015 hemos reclamado que se escuche a los profesionales y hemos conseguido, entre todos, que se eliminasen borradores de anteproyectos como la Planta y Demarcación Judicial, el Turno de Oficio y Justicia Gratuita, los Servicios y Colegios Profesionales, o suspender incluso la tramitación de proyectos de ley y leyes en vigor, como las tasas judiciales para los ciudadanos en todos los órdenes e instancias, aunque debemos seguir reclamando que se aplique también a las PYMES”.

No obstante, reconoció que el actual Ministro de Justicia ha tenido “disposición hacia las reclamaciones y propuestas que los abogados le hemos presentado durante su tiempo al frente del Ministerio. Tan justo es recordarle aún las tasas para las PYMES como agradecerle el nuevo diálogo que supo darle a la siempre necesaria comunicación”, añadió.

En todo caso, prometió que “seguiremos defendiendo lo que consideremos justo, sin utilizar atajos ni desfallecer en nuestro afán por asegurar que los derechos fundamentales no queden desatendidos”. Por su parte, aseguró que “seguiré luchando cada día como abogado de a pie por que se haga realidad el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos”. “Si lo cumplimos, estaremos muy cerca de la paz perpetua”, finalizó.

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