13 diciembre 2017
Primera jornada del Congreso de DDHH: la igualdad de género en diferentes ámbitos profesionales
MESA REDONDA. IGUALDAD DE GÉNERO: UN CAMBIO DE ENFOQUE NECESARIO EN LA SOCIEDAD
Tras la inauguración del IV Congreso de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía Española la primera mesa del mismo estuvo dedicada a abordar la igualdad de género desde diferentes ámbitos. Moderados por el periodista Álvaro Rigal, contó la participación de Montserrat Boix, periodista; Pablo Llama, representante de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE); e Inés Sánchez de Madariaga, directora de la Cátedra UNESCO de Género y profesora titular de Urbanismo de la Universidad Politécnica de Madrid.
En primer lugar la periodista de RTVE Montserrat Boix recordó que hay muchos aspectos de la Ley de Igualdad que no se cumplen en RTVE. Por ejemplo, la brecha salarial es del 6-8% respecto a los sueldos del convenio, que aumenta al 27% en los complementos. Otros aspectos que no se cumplen son inexistencia de un mecanismo para hacer seguimiento de los contenidos de la televisión pública, o que en RNE no hay ninguna mujer en puestos directivos.
Desde AHIGE Pablo Llama demandó que los hombres se planteen qué parte de responsabilidad tienen en la discriminación de la mujer, porque “la parte masculina es imprescindible para que se dé la discriminación femenina”. Aunque admitió que “los hombres actuales no seamos culpables de la discriminación histórica de las mujeres sí somos responsables de lo que podemos hacer. Si nosotros no nos involucramos, esto no funciona”, subrayó, a la vez que reclamó un cambio interno en los hombres para que esta discriminación no se produzca. “La igualdad entre hombres y mujeres es uno de los derechos humanos que menos se respetan, más allá de lo que digan las leyes”, destacó.
Por último Inés Sánchez de Madariaga explicó cuatro motivos por los que es importante introducir la perspectiva de género en el urbanismo: porque el cuidado de mayores, dependientes y niños lo llevan a cabo mayoritariamente mujeres; porque las mujeres tienen un distinta percepción de la seguridad en el espacio urbano; por la feminización de pobreza y pobreza infantil; y por la escasa presencia de mujeres en sectores tan masculinizados como la construcción y el urbanismo. También hizo referencia a algún plan urbanístico anulado (citó el de Boadilla del Monte, en Madrid) por los tribunales porque no incluía un informe de impacto de género.
TALLER. METODOLOGÍA Y CASOS DE SENTENCIAS ESCRITAS CON ENFOQUE DE GÉNERO
La segunda parte de la jornada de mañana comenzó con el taller de Julie McCandless, jurista colaboradora del proyecto Irish Feminist Judgements que ha analizado y reescrito sentencias con enfoque de género. La investigadora irlandesa reveló que algunas de estas sentencias llegan a la misma conclusión que las originales y otras no, pero en todo caso los fundamentos son diferentes.
McCandelss recomienda para una justicia feminista desechar la idea de que la experiencia masculina es una experiencia universal y aconseja conocer la vida y las circunstancias de las personas litigantes.
Las experiencias de este grupo de trabajo, formado por más de cien profesionales de diferentes ámbitos que trabajaron durante cuatro años, se ha recogido en el libro Northern / Irish Feminist Judgments. Judges’ Troubles and the Gendered Politics of Identity.
“PERMITIDME QUE OS PRESENTE A MIS QUERIDAS VIEJAS AMIGAS”
El cierre a la jornada de mañana lo puso la artista María Gimeno quien con su intervención Permitidme que os presente a mis Queridas Viejas amigas dio visibilidad a mujeres que la Historia del Arte oculta. “Al igual que hay tantas mujeres artistas que no conocemos, hay otras muchas abogadas, científicas, escritoras que se desconocen. Hay que recuperar la memoria histórica para lograr la igualdad
MESA REDONDA. CÓMO (NO) APLICAN LOS OPERADORES JURÍDICOS LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
La sesión de la tarde estuvo a analizar cómo (no) aplican los operadores jurídicos la perspectiva de género y para ello contó con la presencia de Gloria Poyatos, magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Canarias; Miguel Ángel Aguilar, fiscal coordinador del Servicio de Delitos de Odio y Discriminación; y Amalia Fernández, abogada y presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis. Moderó la mesa Mara Monreal, presidenta de la Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ).
Gloria Poyatos denunció que “vivimos en una cultura de la igualdad simulada”, y una vez conquistada la igualdad jurídica, el gran desafío es alcanzar la igualdad real, porque “no se puede decir que somos iguales y a la vez cosificar a las mujeres (…), que no aparezcan en los libros de historia” o que haya una foto de la apertura del Año Judicial sin que aparezcan mujeres. A su juicio esta foto de la apertura del Año Judicial transmite tres mensajes: niega la capacidad de las mujeres, niega la aportación de las mujeres juezas a la justicia, y exhibe el “infranqueable techo de cristal en la carrera judicial”. La jueza enumeró algunos datos sobre la escasa presencia de las mujeres en las cúpulas judiciales y añadió otra cifra que demuestra la desigualdad: en la carrera judicial, casi el 99% de los permisos por cuidado familiar los piden las juezas. De hecho, añadió, en los últimos años solo tres hombres lo han solicitado. Además, incidió en la importancia de juzgar desde la perspectiva de género y explicó algunas sentencias estereotípicas que son lo contrario a juzgar desde la perspectiva de género.
El fiscal Miguel Ángel Aguilar recordó el mandato constitucional de promover desde todos los poderes del Estado, incluido el judicial, todas las medidas para que la igualdad sea real. Tras denunciar la existencia de un “discurso banalizador de la igualdad cuando es un principio básico de nuestro ordenamiento jurídico”, puso de manifiesto la escasez de denuncias por delitos de odio y discriminación de género (ocho de cada diez no llegan, aclaró), y lamentó que no se esté aplicando el Estatuto de la Víctima porque no se dotan los recursos necesarios.
Por último Amalia Fernández analizó lo que se ha avanzado legalmente en igualdad desde 1975, cuando desapareció el deber de obediencia de la mujer al marido, aunque cree que todavía queda mucho por hacer porque “tenemos leyes, pero necesitamos una respuesta social fuerte” y reclamó que se denuncien todas las discriminaciones en todos los ámbitos, también el judicial.