27 enero 2020
Arturo Álvarez-Buylla, abogado especialista en Derecho Aeronáutico: “Aun estando clara la responsabilidad de la aerolínea, es una odisea reclamar una compensación”
Por Claudia Mieres Rodríguez
Arturo Álvarez-Buylla Escobar es un joven asturiano que desde 2017 tiene su propio despacho en Oviedo. Con tan solo 28 años se decidió a emprender y comenzar una carrera en solitario.
En su página web ABE Abogados tiene un blog en el que informa, entre otras cosas, de los derechos de los pasajeros ante incidencias por parte de las compañías aéreas, tema en el que cuenta con una dilatada experiencia. También está especializado en Derecho Civil y Administrativo y asesora a Start-Ups. Además de su experiencia, cuenta con un máster en Transporte, Logística y Seguridad Vial y un doble máster en Asesoría Fiscal y Práctica Profesional.
- ¿Qué le hizo arriesgarse y tomar la decisión de montar su propio despacho?
Tras acabar la Licenciatura en Derecho, al mismo tiempo que cursaba un Máster en Logística, Transporte y Seguridad Vial en la UNED, comencé una pasantía con un abogado de reconocido prestigio en Oviedo durante un año. Posteriormente, estuve más de dos años trabajando en otro despacho de la ciudad y continuando mi formación. Tras todo ello, y ante la complicada situación económica, llegué a la conclusión de que la única opción que tenía para seguir ejerciendo la profesión era intentarlo en solitario.
- ¿Qué consejos le daría, desde su experiencia, a los jóvenes abogados que quieran emprender e iniciar una carrera en solitario?
Lo principal creo que es tener muy clara la idea y ser consciente de que esta profesión y los inicios, son muy duros. Son muchas horas esperando a que suene un teléfono o alguien te plantee su problema y eso desgasta mucho. Al principio son gastos y más gastos y pocos ingresos, con lo que tener un colchón económico o alguien que pueda echarte una mano, ayuda mucho. Y paciencia, mucha paciencia. Y cualquier tema, cualquier consulta, aunque no sepas de qué trata y te agobie la idea de no saber por dónde empezar, hay que aprovecharla, no decir que no porque no sea de tu rama. Estudiando y dedicándole horas sabrás darle solución y ahí hay un cliente. Ya habrá tiempo de especializarse más adelante, si es lo que quieres.
- Como joven emprendedor ¿Qué es lo que recuerda más complicado de sus inicios en solitario?
Todo. Hasta elegir la ubicación del despacho es algo tan difícil como importante. Pero especialmente complicado es estar solo día tras día, sin que nadie llame, ni pique a la puerta, sin saber qué hacer, el tiempo pasa muy despacio y la cabeza da muchas vueltas.
- En su web vemos que es especialista en reclamaciones de vuelos ¿Cómo surgió su interés profesional por este tema?
Desde pequeño siempre me gustaron los aviones y quise ser piloto, pero no hubo opción. Durante mi formación, al acabar la carrera, hice un curso de Derecho Aeronáutico y unos años después lo puse en práctica por primera vez, cuando un día mis padres me llamaron por teléfono y me dijeron que su avión Amsterdam-Barcelona se había retrasado y perdían la conexión con el aeropuerto de Asturias. Les dije que no se preocuparan, que yo me encargaba. Reclamé a la compañía y, como no hicieron caso, presentamos una demanda en el Juzgado y nos dio la razón. A partir de ahí, vi que los retrasos, cancelaciones, overbooking y problemas con el equipaje eran más habituales de lo que creía y que la gente, muchos por desconocimiento, no reclamaban.
- ¿Cómo valora la normativa europea de protección de derechos de los usuarios de líneas aéreas?
La normativa europea recoge unos niveles mínimos de asistencia a los pasajeros cuando surgen las diferentes incidencias, garantizando un trato adecuado al pasajero. El problema no está en la regulación de los derechos, sino en que se respeten tales derechos por las compañías aéreas. En muchos casos, las aerolíneas no llevan a cabo aquello a que les obliga la normativa cuando se produce un retraso, cancelación, overbooking y otras situaciones. Estando clara la responsabilidad de la aerolínea, incluso reconocida por ellos mismos, es una odisea reclamar la compensación económica. Ese es el verdadero problema.
- ¿Qué recomendación le daría a los pasajeros que han sufrido incidencias con aerolíneas y desconocen cómo reclamarlas?
Lo primero que hay que hacer es informarse del origen de la incidencia e intentar poner una queja en el propio aeropuerto, algo que no siempre es fácil y posible, aunque parezca mentira. Luego, lo mejor es asesorarse bien para ver cuáles son tus derechos y si tienes derecho a compensación económica y en caso afirmativo perder el miedo a reclamar. La compensación económica no es el único derecho que se tiene pero sí el que va a ser más difícil que te reconozcan. De los demás derechos que tiene el pasajero sí que suelen informar las aerolíneas en el momento en que se produce el incidente.
- ¿Han aumentado los casos de incidencias con aerolíneas con la proliferación de compañías low cost?
Han aumentado desde el punto de vista de que hay más compañías aéreas y, por tanto, más posibles responsables. Sin embargo, los problemas de retrasos, cancelaciones y demás no son más habituales en las compañías consideradas low cost, que en las compañías tradicionales. De hecho, hablando desde mi experiencia, he tenido más reclamaciones contra compañías no consideradas low cost y, además, las low cost en general han respondido mejor a las reclamaciones extrajudiciales.
- ¿Cree que son necesarias medidas más restrictivas para las aerolíneas?
Personalmente me parece que la regulación de los derechos de los pasajeros es bastante completa, como dije anteriormente. Sin embargo, sí creo que se debería exigir su cumplimiento a las aerolíneas de una forma mucho más dura de lo que se hace. Las aerolíneas rechazan las reclamaciones del cliente de cualquier forma, contestando con respuestas automáticas, obligándole a reclamar judicialmente, donde le acaba dando la razón un juez pero, al final, no pasa nada. Para ellos, esas compensaciones son irrisorias, no les incitan a mejorar el servicio. Quizá, si automáticamente por un retraso o cancelación por culpa de la aerolínea fuera indemnizado cada pasajero del vuelo… pero al tener que reclamar cada persona, muchas de ellas se pierden por el camino.
Considero que si las consecuencias de un retraso, una cancelación o un overbooking, fueran más gravosas para la compañía, buscarían ponerle solución. Sobre todo, creo que se debería ser más estricto en la información de derechos al pasajero, hay que exigir que se informe de todos ellos. Del derecho a compensación económica en caso de retrasos de más de 3 horas, que ya es una cuestión clarificada, la mayor parte de las aerolíneas no informan. El servicio de atención al cliente para reclamaciones, en gran parte de las compañías aéreas, deja muchísimo que desear.
- ¿Qué derechos tienen los pasajeros ante la cancelación de un vuelo por huelga?
En caso de que el vuelo se cancele debido a la huelga, los pasajeros tendrán siempre derecho al reembolso del billete o a un transporte alternativo, bien lo más rápidamente posible, bien en un momento posterior que convenga al pasajero. También tendrán derecho a comida y bebida según el tiempo de espera y a dos llamadas telefónicas, mensajes de fax o correos electrónicos de forma gratuita. Si el vuelo alternativo fuera al día siguiente, entonces también deberá la aerolínea alojarles en un hotel y trasladarlos desde y hasta el aeropuerto.
En cuanto a la compensación económica, hay que distinguir si la huelga es ajena a la compañía, por ejemplo huelga de controladores o la huelga general en Francia que lleva afectando vuelos esta temporada, o si la huelga es de personal propio de la aerolínea. En el primero de los casos, sí se entiende que se da una circunstancia extraordinaria imprevisible o inevitable y por tanto no habría derecho a la compensación. Sin embargo, en el segundo de los casos, al faltar esa nota de imprevisibilidad o inevitabilidad, no se considera como circunstancia extraordinaria y sí habría derecho a la compensación económica, algo que ya venían haciendo muchos Juzgados en España pero que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea terminó de clarificar en una Sentencia de 2018.
No obstante, hay que tener en cuenta que la compañía puede evitar el pago de la compensación si ha informado de la cancelación con un mínimo dos semanas de antelación o bien con una antelación menor si cumple unos requisitos horarios en la salida y llegada del transporte alternativo.
- ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Para mí lo más gratificante es que un cliente acabe satisfecho con el trabajo, aunque no siempre las cosas salgan como quieres pero, incluso, en esos casos hay gente que te da las gracias y volvería a contratarte.