14 febrero 2019

Cristina Carrascosa, abogada: “Es difícil especificar exactamente en qué punto está Europa en tecnología Blockchain, va con paso lento pero firme”

Por María José Cámara

Cristina Carrascosa es abogada y la única española elegida para formar parte del Observatorio y Foro de Blockchain. Una iniciativa creada por la Comisión Europea con el apoyo del Parlamento, para acelerar la innovación y el desarrollo del ecosistema Blockchain dentro de la Unión.

Los anglicismos y siglas utilizados por esta jurista especializada en fiscalidad y tributación, que quería dedicarse a la moda, muestran la evolución que experimenta la tecnología en materia de trasferencia de datos digitales. En su día a día, palabras como tokens, criptomonedas o ICOs, discurren entre términos que hacen alusión a liquidaciones tributarias y proyectos descentralizados.

Además, Carrascosa es profesora asociada en el IE Business School, directora Académica del Programa Blockchain del IE Law School, y ha desarrollado su carrera profesional en firmas internacionales como Cuatrecasas o Broseta Abogados.

  1. ¿Qué es la tecnología de contabilidad distribuida o Blockchain?

Es una tecnología que pivota sobre la idea de una base de datos distribuida, a la que añade un elemento criptográfico que da seguridad al registro de información. Es decir, permite registrar y controlar cualquier alteración en el mismo, porque de lo que se trata es de un registro cronológico en el tiempo.

Evidentemente, el concepto original de Blockchain lleva implícitas más funcionalidades y no es tan simple como puede parecer de la conceptualización que indico, pero la idea básica es esa.

  1. ¿Qué finalidad persigue el Observatorio y Foro de Blockchain de la Unión Europea? ¿Cómo surge este proyecto?

El Observatorio es una iniciativa de la Comisión y el Parlamento Europeo que aspira a cumplir con los siguientes objetivos, entre otros:

  • Monitorizar desarrollos, analizar tendencias y acometer cuestiones emergentes relacionadas con la tecnología Blockchain.
  • Convertirse en un hub de conocimiento.
  • Promover y reforzar políticas europeas así como el compromiso de los Estados Miembro para con actores del sector.
  • Diseñar y poner en práctica acciones sobre casos de uso específicos.

Además, dentro del propio Observatorio estamos divididos en dos grupos de trabajo. Por un lado, uno de carácter técnico o de casos de uso práctico, y otro, del que tengo la suerte de formar parte, sobre regulación, marco legal y políticas. En este último tratamos de analizar y estudiar los efectos transfronterizos, así como, las oportunidades y los retos derivados de la tecnología Blockchain, para posteriormente definir políticas y las condiciones legales y regulatorias necesarias para hacer escalable y materialmente posible el desarrollo de la misma.

  1. ¿Cómo una mujer que pretendía dedicarse al mundo de la moda termina estudiando Derecho y se convierte en especialista en blockchain?

La tecnología siempre ha sido un hobby para mí. Siempre he sido muy de videojuegos, gadgets, etc. aunque muy de letras, por eso no derivé hacía estudios más informáticos. La tecnología Blockchain me encontró de casualidad con el Bitcoin.

A partir de ahí ya fue absoluto interés mío, que terminó ayudándome a que pueda dedicarme hoy profesionalmente a ello. Digamos que dentro de una materia tradicional como el Derecho, conseguí encontrar mi hueco.

  1. En su tema inaugural “La innovación de Blockchain en Europa”, el Observatorio y el Foro examinaron el estado actual del desarrollo Blockchain en la UE. ¿En qué punto se encuentra Europa en esta materia?

Es difícil especificar exactamente en qué punto está Europa en tecnología Blockchain, va con paso lento pero firme. Es decir, el Observatorio, por ejemplo, es una iniciativa de la Comisión, que quiere que los dos grupos de trabajo estén formados no solo por perfiles muy heterogéneos, que además procedemos muy distintas nacionalidades. Si veis a los miembros, todos tenemos formaciones y experiencias diferentes, lo que hace que podamos añadir valores muy diferentes.

De esta forma, podemos poner en común puntos de vista de la mayoría de países europeos, desde ópticas diferentes, con el fin de producir documentos y estudios que sirvan de base a la Comisión de cara a una potencial regulación. En mi opinión, es una forma sólida y segura de regular, en el supuesto de que sea necesario.

  1. ¿Cómo se estructuran los grupos de trabajo dentro del Observatorio Blockchain?

Somos dos grupos diferentes y, dentro de cada uno, tenemos también secciones. Como podéis imaginar, un grupo sobre “marco legal” abarca una infinidad de materias, por lo que nos organizamos para hacer subgrupos y lanzar borradores sobre asuntos, como, por ejemplo, la privacidad, la tributación, etc.

Cada cierto tiempo nos reunimos, pasamos parte de la sesión con actores del ecosistema (empresas crypto, bancos, entidades tecnológicas…) y luego ponemos en común los puntos importantes, para poder trabajar a partir de ellos.

  1. ¿Cuál es su función dentro del grupo de trabajo sobre políticas y condiciones en el que se encuentra?

El grupo es horizontal, es decir, todos los que estamos tenemos plena capacidad para aportar en aquellos sectores de estudio, propuesta o análisis en los que nos sintamos cómodos. En mi caso por ejemplo, es claro que donde más protagonismo puedo tener es en el de fiscalidad pues es mi especialidad. Es bastante dinámico, pero muy organizado.

  1. ¿Qué riesgos supone la naturaleza descentralizada de Blockchain? ¿Es necesario establecer una regulación bajo un marco común?

Hay que tener en cuenta que la descentralización pura supone, por ejemplo, realizar transacciones con perfectos desconocidos. Figuras como las DAOs (Decentralized Autonomous Organizations) tal y como están planteadas teóricamente, presentan riesgos sobre todo a nivel de responsabilidad legal, de imposibilidad material de identificación del resto de las partes y de responsabilidad ilimitada, siendo esos los más obvios a nivel legal.

Lo que está claro es que si es necesaria una regulación, ésta debe hacerse desde un marco común, pues estamos ante una tecnología totalmente global, transfronteriza. Por ello, regular a nivel local no tiene mucho sentido.

  1. ¿Cómo puede transformar el Blockchain el ámbito jurídico?

Esta es una pregunta que me han hecho varias veces y a la que con sinceridad contesto: poco. La tecnología Blockchain, como la estamos conociendo en la actualidad, está concebida para resolver determinadas ineficiencias que se pueden dar en, por ejemplo, transacciones P2P, pero lo va a cambiar todo.

El ámbito jurídico por supuesto tendrá que entenderla y hará que surjan nuevos perfiles como el mío y el de otros compañeros que ya se dedican a trabajar en este ámbito. Asimismo, se está impulsando la formación. Ahora bien, desde mi punto de vista,  no se producirá una descentralización de la profesión.

  1. ¿Qué son los tokens? ¿Cómo pueden influir en la democratización del mercado financiero?

Los tokens no son más que activos digitales a los que se da un valor, que alguien se cree y que está dispuesto a pagar. La economía del token tiene potencial como concepto, pero es un camino que todavía se debe explorar. Tokens hay muchos, concretamente, 2.034 a 5 de octubre según “Coinmarket cap”. Esta cantidad asciende a un valor total de $219.109.899.573.

No obstante, es un mercado inmaduro y volátil del que aún se están estudiando los fundamentos y valoraciones. Lo que creo que nadie puede negar, es que el simple hecho de poder invertir en ellos cifras tan reducidas como cincuenta céntimos, ya supone una democratización del mercado financiero, tal y como lo hemos conocido.

  1. Una de las novedades que introduce esta transferencia de datos digitales es que, una vez introducida la información no puede ser borrada, siendo solo posible añadir nuevos registros cuando haya un acuerdo mayoritario para hacerlo. ¿Qué consecuencias tiene esto?

La consecuencia más importante, como sabemos es la de ir, a priori, en contra de la legislación más reciente sobre protección de datos. Aquí debo reconocer que desde el principio he creído, y así lo he afirmado, que las autoridades responsables en esta materia, terminarían aceptando la perdida de la clave privada, o la inaccesibilidad al dato, como formas efectivas y validas legalmente de “borrar” los datos. En este debate, siempre me posicione a favor de no entender el “borrado” con severa taxatividad y de que debíamos adaptarnos, en este aspecto en concreto, a lo que la tecnología nos permite hacer. Es decir, no podemos borrar el dato (en algunas Blockchains) pero si podemos hacer inaccesible al dato. Hace una semana, la autoridad francesa ya publicó un comunicado en el que afirma que acepta como “borrado” de datos, ese tipo de técnicas por lo que el matrimonio entre Blockchain y la protección de los mismos no parece imposible a día de hoy.

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