17 abril 2020
Diego Rodríguez, Premio `Liberbank´ y abogado en prácticas: “El Covid-19 puede ayudar a implantar una mayor flexibilidad laboral en los despachos”
Por Claudia Mieres Rodríguez
El pasado 10 de marzo el examen de acceso a la Abogacía fue suspendido `sine die´ por el Ministerio de Justicia como medida preventiva ante el Covid-19. Diego Rodríguez Cembellín es uno de los 6.780 afectados. El joven gijonés destaca por su excelente trayectoria académica, reconocida con el Premio “Liberbank” al mejor expediente de la Universidad de Oviedo. A lo largo de sus estudios universitarios fue becado en varias ocasiones: en 2014 obtuvo la Beca de Alumno con aprovechamiento académico excelente de la Universidad de Oviedo y en 2016-2017 y 2017-2018 la Beca a la Excelencia Académica que ofrece la Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Además, ha recibido varios premios, como el Premio Fin de Carrera del Grado en Derecho por la Universidad de Oviedo -en colaboración con el Ilustre Colegio de Abogados de Oviedo-, el Premio “Liberbank” al mejor expediente de la Universidad de Oviedo y el Premio “Olga Menéndez” al mejor expediente de la Facultad de Derecho. Ha realizado también una estancia Erasmus en Finlandia y cursos de Derecho en las Universidades de Oxford y Columbia. Su excelente historial académico ha llevado a Diego a realizar prácticas en el departamento fiscal de Garrigues en Oviedo y de ahí a su puesto de trabajo actual, para la firma internacional Clifford Chance en el departamento de Corporate/M&A.
1. ¿Cómo te ha afectado la suspensión del examen de acceso a la abogacía como medida de contención del Covid-19?
Era algo evidente y que tenía que ocurrir, en estas condiciones el examen no se podía celebrar. La fecha del 28 de marzo nos hacía pensar que en mayo estaríamos colegiados, pero es evidente que no va a ser así. No hay más remedio que esperar a que se solucione, es lo que toca.
Por otro lado, debido al confinamiento, actualmente mis compañeros de despacho y yo estamos teletrabajando. Seguro que al principio es complicado porque la Abogacía siempre ha sido una profesión muy tradicional, en otros sectores el teletrabajo ya era habitual pero para nosotros es algo nuevo. Quizás esto ayude a implantar una mayor flexibilidad laboral de cara al futuro.
2. Hay afectados que plantean la exoneración o convalidación del examen ante esta situación ¿Cuál crees que sería la mejor solución?
En los últimos días he podido comprobar cómo ya hay alguna plataforma que pide la suspensión definitiva del examen y la consiguiente colegiación. Entiendo y agradezco la iniciativa, pero personalmente no estoy de acuerdo y me inclino más por una celebración tardía siempre y cuando se garanticen las condiciones de salud adecuadas.
Quizás deberíamos centrarnos en proponer alternativas que vayan un paso más allá de “entregar la toalla”, a mí por ejemplo se me ocurre habilitar más centros examinadores para evitar desplazamientos a Madrid (que previsiblemente seguirá siendo la región más afectada) y aglomeraciones de gente. En caso de no contar con los medios materiales y/o personales suficientes, no me parecería descabellado establecer varios días u horarios de examen; prefiero la pequeña desventaja del primero frente al segundo que la exoneración total de la prueba.
Finalmente, si la situación se prolongase más allá de lo previsto (pongamos después de verano), tendríamos que empezar a pensar en un posible examen telemático o incluso una colegiación provisional sujeta a la realización futura de la prueba. Actualmente no considero que el agravio de no estar colegiados sea tal como para justificar una exoneración del examen. No olvidemos que el hecho de que no estar colegiados no nos impide trabajar o continuar con nuestras prácticas, lo contrario sería afirmar que todos los alumnos que han terminado el examen de acceso a la abogacía se encuentran actualmente en desempleo. La no colegiación impide, por ejemplo, la posibilidad de asumir la defensa de un cliente, acudir a una vista o presentar una demanda, pero tampoco olvidemos que los plazos procesales se han suspendido (aunque ahora ya se permite presentar escritos) por lo que tampoco en este sentido veo un “gran” agravio.
En definitiva, puede que se me estén escapando situaciones particulares que me llevasen a una valoración diferente, pero a simple vista apuesto por una celebración tardía del examen.
3. A tu corta edad posees un currículum envidiable ¿Cuál crees que ha sido la clave de tu éxito?
Creo que hay varios factores relacionados con mi buen rendimiento académico. Lo primero sin duda es el esfuerzo. Derecho es una carrera teórica y exige horas de estudio… no tiene truco. Hay veces que necesitas una pizca de suerte, pero el trabajo suele estar directamente relacionado con los resultados. También pienso que la confianza en uno mismo es clave en estos años. Uno sabe cuándo algo se le da bien, y honestamente siempre me he encontrado muy cómodo en la carrera.
No obstante, esto no es lo único que me ha ayudado. He crecido en un ambiente “muy saludable” rodeado de gente a la que aprecio y con unos padres que me han apoyado cuando lo he necesitado. No creo que el contexto social en el que una persona crezca sea determinante, pero sí que puede llegar a facilitar la obtención de unos buenos resultados. En este sentido, yo me considero un privilegiado.
4. ¿Qué crees que deben ofrecer los bufetes para captar talento joven?
Hoy en día la competencia entre los “grandes” despachos de abogados para captar el talento joven es muy alta y los procesos de selección ya se adelantan al último año de carrera. Para mí, la clave es la formación: en un mercado tan competitivo, los jóvenes valoramos especialmente que desde el despacho nos proporcionen las herramientas suficientes para ampliar nuestros conocimientos, ya sea mediante un Máster o a través de programas de formación internos.
Otra de las cuestiones que yo creo que tenemos en cuenta y que está relacionada con la formación, es la posibilidad de tener experiencias internacionales. En Clifford Chance por ejemplo, nos dan la oportunidad de realizar un secondment en otras oficinas, lo que te permite trabajar durante unos meses en otro país. Creo que cada vez apreciamos más la posibilidad de movernos en ambientes internacionales, en situaciones en las que muchas veces se ven involucradas varias jurisdicciones.
También pienso que la remuneración es un aspecto a tener en cuenta, sobre todo en ciudades como Madrid donde el coste de vida es más alto. Sin embargo, no estoy diciendo con esto que los jóvenes decidamos en función de las cifras, de hecho, pienso que priorizamos otras cosas. Ahora bien, no hay que olvidar que el salario es una de tantas formas de dignificar y reconocer tu trabajo, y a todos nos gusta sentirnos valorados en nuestra empresa o despacho.
5. ¿Cómo valoras tus estancias en el extranjero? ¿Es siempre necesario para un buen abogado tener experiencias internacionales?
Las valoro positivamente y recomendaría a cualquier alumno de 2º o 3º de carrera que se anime a realizar algún tipo de intercambio. Es verdad que tradicionalmente el Erasmus en Derecho siempre ha generado académicamente cierto rechazo, aunque cada vez menos, ya que algunos siguen anclados en la idea del Derecho como algo propio de cada Estado. De hecho, todavía hay quien lo sigue viendo como un “año perdido”.
Esta concepción entiendo que es errónea ya que gracias a la Unión Europea nos encontramos con sectores del Derecho que están prácticamente armonizados, cuando no unificados. Por otro lado, el estudio de otros ordenamientos jurídicos siempre es enriquecedor. Ejemplo de ello es que muchos de los grandes juristas de nuestra historia han estudiado, entre otros, el ordenamiento jurídico alemán; de hecho, el famoso artículo 155 de la Constitución, proviene de la Ley Fundamental de Bonn. También podríamos hablar de la importancia del derecho anglosajón en el ámbito mercantil… en definitiva, un buen jurista no solo debe conocer la legislación de su país.
Más allá de lo meramente académico, estudiar fuera es un aprendizaje personal. Conoces a gente de otros países, otras culturas, puedes viajar, visitar otras ciudades… en definitiva, te enriquece como persona. El paso por la Universidad no puede consistir únicamente en estudiar, también supone ganar en madurez y una estancia internacional contribuye bastante a ello. Tampoco podemos negar la realidad y es evidente que en algunos países se facilita muchísimo el aprobado, e incluso el sobresaliente, al estudiante Erasmus. No critico a quién busque ese tipo de intercambio, es lícito; no obstante, yo no lo recomendaría, me parece que es desperdiciar una oportunidad académica única además de que puede repercutir negativamente en un futuro.
En cuanto a la importancia de las experiencias internacionales para el abogado, actualmente el dominio del inglés es fundamental para cualquier profesional; son una vía rápida y eficaz de ganar fluidez. Además, una buena estancia se valora muy bien en los despachos y en las empresas por lo que pueden servir para aumentar tus posibilidades en los procesos de selección.
6. ¿Cómo te sentiste cuando te otorgaron los premios? ¿Alguno de ellos te ha hecho especial ilusión?
Fue todo un orgullo. Además, no son solo los premios, sino todo lo que ello conlleva: las ceremonias de entrega, las entrevistas en los periódicos regionales, la audiencia con SS.MM. los Reyes de España en los premios Princesa de Asturias, el reconocimiento de muchos profesores, compañeros y amigos… en definitiva, para mí fue algo muy emocionante.
Me hizo mucha ilusión el Premio “Liberbank” al mejor expediente de la Universidad de Oviedo. Me imaginaba que sería el Premio Fin de Grado, pero en ningún momento pensé que iba a tener la nota más alta. Cuando me llamó la Secretaria General de la Universidad de Oviedo no me lo podía creer, entre otras cosas, porque no sabía ni que existía tal reconocimiento. Recuerdo con especial emoción la cara de felicidad mis padres cuando lo recogí, eso sí que fue un premio.
7. ¿Qué rama del Derecho te atrae más? ¿Por qué?
Aquí tengo el corazón dividido. A nivel teórico seguramente diría que el Derecho Administrativo, no obstante, actualmente me encuentro trabajando en el departamento de fusiones y adquisiciones, donde prácticamente todo el Derecho que vemos es Mercantil (aunque también Civil) y reconozco que me parece sumamente interesante; de hecho he descubierto sectores como el asegurador que nunca me imaginaría que fuesen a despertarme tanto interés. En la carrera me gustó mucho Derecho Internacional Privado y Derecho del Trabajo y también otras de corte más “humanista” como Historia o Filosofía del Derecho. En definitiva, me cuesta mucho quedarme con alguna rama. Es cierto que hoy en día tendemos a una mayor especialización del abogado y esto es importante porque cada vez el intervencionismo del regulador es mayor. En los últimos años se han producido cambios legislativos importantes en muchas ramas del Derecho y es complicado atenderlos a todos, la incertidumbre legislativa es constante. Sin ir más lejos, la Dirección General de los Registros y el Notariado, cuya denominación no había variado en 100 años, ahora se llama, paradójicamente, Dirección General de “Seguridad Jurídica” y Fe Pública.
Ahora bien, no podemos pensar que el Derecho está formado por compartimentos estancos. Hay operaciones mercantiles que están condicionadas a la autorización de las autoridades regulatorias (CNMC, DGS…) o determinados contratos celebrados en el sector público sujetos, en parte, a Derecho Privado. La relación e interconexión es evidente y un buen jurista debe tener esto muy presente. Creo que la esencia es saber mucho de algo y un poco de todo.
8. ¿Te has planteado pertenecer al Turno de Oficio en un futuro? ¿Por qué?
El turno de oficio me parece una institución muy noble que cumple una función trascendental en nuestra sociedad; sin el turno de oficio no existiría el derecho de defensa que cualquier democracia tiene que asegurar. Espero que el nuevo Ministro de Justicia sea capaz de solucionar finalmente el tema de los pagos del turno ya que es una cuestión clave y que contribuye directamente a su dignificación.
En mi caso creo que debido a la práctica a la que me dedico actualmente, el Corporate M&A, no soy de gran utilidad en el turno de oficio, ya que la misma está enfocada principalmente al asesoramiento a grandes empresas. No obstante, desde Clifford Chance se impulsan actividades Probono a través de nuestro Comité de RSC para ayudar a aquellos colectivos más desfavorecidos por lo que también puedo aportar mi “granito de arena”.
9. En comparación, por ejemplo, al sistema educativo finlandés donde realizaste tu estancia Erasmus ¿Crees que la universidad española tiene aspectos mejorables?
La universidad española tiene aspectos en los que mejorar, pero creo que muchas veces se hacen críticas injustas y no demasiado acertadas.
Una queja recurrente en las facultades de derecho es la del escaso enfoque práctico de las clases, pero yo personalmente estoy en desacuerdo. Para mí la Universidad debe ser, al menos en lo que a Derecho corresponde, un espacio en el que adquirir una formación teórica y humanística, no una especie de centro de formación profesional cualificado. La Universidad no puede aspirar a formar futuros abogados, una profesión no se aprende en un aula. Esto no significa que la Universidad no tenga que estar en permanente contacto con el mundo profesional, hay que fomentar la realización de prácticas curriculares y extracurriculares para mejorar la inserción laboral de los estudiantes.
En ningún caso defiendo que las clases no tengan que ser dinámicas, que no se realicen casos prácticos, visitas a juzgados, redacción de demandas… esto es importante pero no puede traducirse en una sustitución de la formación teórica y muchos menos en su desprecio. También podríamos hablar del Máster de Acceso a la Abogacía, de si es realmente útil o no… yo soy escéptico pero lo cierto es que el modelo acaba de implantarse y quizás tengamos que esperar para llegar a unas conclusiones definitivas. Mi experiencia personal me dice que es un año que sirve más bien para refrescar conceptos y profundizar en determinadas cuestiones. No veo gran diferencia con un quinto año de carrera.
Donde yo creo que la Universidad debería incidir más, y sobre esto el modelo finlandés es un buen ejemplo, es en su flexibilidad. Hoy en día proliferan los dobles grados que en muchos casos buscan satisfacer necesidades concretas ofreciendo dos titulaciones generalistas. Por ejemplo, si determinadas áreas del Derecho precisan de una buena base contable o económica, ¿por qué no ofertar una carrera con un quinto o incluso un sexto año opcional en el que se puedan cursar asignaturas de otro grado? Esta solución en ningún caso desplazaría a dobles grados como Derecho y ADE, si no que añadiría una formación complementaria y voluntaria para los estudiantes de un solo grado. Me parece una forma sencilla y económica para aumentar la oferta académica y que no solo sería aplicable en nuestro ámbito.
Finalmente creo que es muy importante reforzar y fomentar la Formación Profesional. A veces se hacen carreras por hacer. Los profesores de los colegios e institutos tienen un papel importante en promocionar no solo la Universidad si no también la FP y pienso que deberían dejar claro a los alumnos que la Universidad no siempre es garantía de empleo. Con ello no quiero decir que no haya que estudiar carreras de humanidades; cada uno tiene que estudiar lo que le guste pero la realidad es la que es y hay que tenerla presente. En 2018 las ofertas de trabajo que demandaban una FP superaban por primera vez a las que demandaban un título universitario.
10. También estudias Historia por la UNED ¿Siempre has sentido interés por la Historia? ¿Encuentras relación entre la Historia y el Derecho?
Sí, la Historia siempre me ha parecido sumamente interesante, de hecho, me planteé estudiar la carrera en su día, aunque me acabé decantando por Derecho. Con esta pregunta se me viene a la cabeza D. Francisco Tomás y Valiente, tristemente asesinado por ETA hace 24 años, un magnífico presidente del Tribunal Constitucional y catedrático de Historia del Derecho. En primero de carrera recuerdo haberme estudiado por su manual, muy recomendable para quien le guste la Historia y el Derecho.
Por otro lado, no podemos entender muchas de las instituciones de nuestro ordenamiento jurídico sin la Historia. Un ejemplo claro es la existencia de derechos forales en determinados territorios de nuestro país. La explicación de que en Navarra no exista la “legítima” tal y como nosotros la entendemos está en la Historia, en concreto, en las diversas formas de recepción del ius commune en la Península Ibérica. También la Historia está “viva” en nuestros tribunales; recientemente el Tribunal Constitucional ha dictado una Sentencia muy interesante en la que analiza y explica la evolución del Derecho Civil Catalán y de alguna de sus instituciones características, como la rescisión “ultradimidium”, que ya existía en el Derecho Romano y que fue recogida posteriormente en las “Costum de Tortosa” y de ahí su presencia en la actualidad. En fin, no es que solo sea interesante la interconexión entre el Derecho y la Historia, es que está demostrado que también es necesaria.