30 abril 2020

José Escánez, abogado y experto en mindfulness: “La atención y la escucha son fundamentales para ayudar a otros durante este estado de Alarma”

Por Mercedes Núñez Avilés

José Escanez

José Escánez Carrillo es abogado de profesión desde 1990 y monitor de mindfulness. Hace años empezó a interesarse por el crecimiento personal y la conciencia. Comenzó a acudir a distintos cursos de autoconocimiento y desarrollo personal, lo que hizo que cambiara radicalmente su forma de relacionarse consigo mismo, con los demás y con la vida.

Hasta hace tres años ha compatibilizado el ejercicio de la abogacía con la facilitación de talleres grupales de mindfulness y conciencia corporal en distintos centros y empresas. En la actualidad, tras 27 años de ejercicio profesional en la abogacía, de forma gratuita y telemática y, tras la actual crisis sanitaria del coronavirus, decidió prestar su experiencia en la meditación en estos momentos de confinamiento e incertidumbre. Nos comenta los principales beneficios de esta práctica para abogados y ciudadanos.

1.      ¿Qué queda de aquel abogado especializado en Derecho civil y mercantil en el instructor de mindfulness que es hoy? 

Queda mucho. El sentido de la responsabilidad y la planificación en el trabajo. Las herramientas para acompañar a alguien en un proceso personal complicado y sostener determinadas situaciones, que se desplegaron durante los años de ejercicio. También el deseo de ayudar a otros, que ahora lo realizo desde otro lugar, más en consonancia con lo que siento.     

2.   ¿Cómo podemos convertir, abogados y ciudadanos, estos días en un aprendizaje valioso y trabajar en nuestro propio crecimiento personal para salir fortalecidos? 

Básicamente podemos aprovechar este tiempo para poner la mirada en nuestro interior. Llevados por el automatismo nos perdemos de vista a nosotros mismos en demasiadas ocasiones, no tenemos en cuenta nuestro verdadero sentir y atendemos todo lo externo para sobrevivir. Parar y ver, es la única forma de observar dónde estamos y hacia dónde queremos encaminarnos. Puede ser un tiempo donde empezar a atender lo que de verdad nos importa y dejar de atender lo que consideramos urgente. Dar espacio a nuestro auténtico sentir, como comienzo de una vida más plena. 

3. ¿Cómo surgió la idea de impartir estas clases gratuitas?

 Fue durante los dos primeros días de aislamiento. Ante la situación de incertidumbre que comenzábamos a vivir, sentí que una buena forma de ayudar podría ser propiciar momentos de introspección y aquietamiento mental, y decidí compartir de forma gratuita mi práctica diaria de mindfulness. Empecé a compartir las meditaciones el domingo 15 de marzo, y al principio invité a participar a las personas que habían realizado alguno de mis cursos de mindfulness. Desde entonces, se ha ido extendiendo la iniciativa y se han ido incorporando más personas interesadas  

4.       El virus despierta gestos generosos, pero otros muy negativos… 

 Así es. En una situación como ésta surge lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Encerrados en casa podemos tener muchas razones para quejarnos, pero también podemos elegir dejar la queja y  alimentar el cuidado hacia nosotros mismos y hacia los demás. Tenemos la elección de desapegarnos de los pensamientos que nos producen aflicción, y sustituirlos por otros más constructivos y creativos. Incluso tenemos muchas cosas que agradecer, en contraposición con otras zonas donde las condiciones de vida son mucho peores. Estoy viendo cómo muchas personas están ofreciendo actividades gratuitas para hacer estos días más agradables. En la red hay ofrecimientos altruistas de todo tipo, desde sesiones de yoga hasta películas, libros y visitas virtuales a museos. 

 5.       Más de 35 personas se conectan por una APP en las 2 sesiones diarias que impartes. Todo un éxito. 

La verdad es que no me lo imaginaba. En el grupo de whatssapp que generé para compartir las meditaciones hay 115 personas. Es un grupo libre, quien quiere participar me lo hace saber a mí o a cualquier otro integrante se le facilita la entradaUna vez allí, lo único que hago es compartir el enlace de entrada a las meditaciones, y las personas que pueden y les apetece se unen a cualquiera de ellas. 

6.       ¿Qué conduce a una persona a la búsqueda de sí mismo a través del mindfulness? 

A mí me sucedió después de una crisis personal profunda, hace aproximadamente 12 años. Tenía frecuentes ataques de ansiedad, y comencé un tratamiento psicológico para tratarlos. Fue en la consulta psicológica cuando escuché hablar de mindfulness y de sus beneficios en la salud por primera vez, y comencé a practicarlo. La ansiedad desapareció, y fueron tantos los cambios experimentados, que decidí formarme para poder compartir esta forma de vida con otras personas. Hace seis años que comencé mi actividad como instructor de mindfulness y terapeuta gestalt, y hace tres abandoné el ejercicio de la abogacía para dedicarme en exclusividad a esta nueva profesión.    

7.       Entiendo que la búsqueda en nuestro interior es especialmente relevante en una circunstancia tan excepcional como la actual…   

En esta época la práctica de mindfulness facilita sostener con serenidad y paciencia esta situación. Durante la práctica diaria, se fomenta una actitud relajada que se extiende al resto del día. Cuando prestamos atención a nuestra respiración y nuestro cuerpo, de forma sistemática, dejamos de alimentar los pensamientos negativos que esta situación nos producen y las emociones que éstos conllevan. Por último, a través la práctica empezamos a tratarnos con cuidado y con bondad, tanto a nosotros mismos como a los demás. A través de la práctica generamos una actitud de autocuidado, que resulta esencial para transitar estos días sin aumentar el malestar que conlleva la situación de confinamiento e incertidumbre  

8.       Tan solo con una cámara de ordenador o móvil, ¿cómo consigues que resulte eficaz?  

 Más que conseguirlo yo, lo consigue la intención de cada una de las personas que se acercan. Si no hay intencionalidad no hay mindfulness, puesto que es lo que moviliza su práctica. Es un entrenamiento, una actitud a través de la que se cultivan ciertas cualidades que se extienden desde la práctica diaria al resto de las horas del día. La no reacción compulsiva, la paciencia y la confianza, la curiosidad, la aceptación y el desapego, son algunas de las cualidades que se despliegan de forma natural cuando nos sentamos simplemente a atender nuestra respiración y nuestro cuerpo de forma habitual.    

9.       Todos estamos aprendiendo mucho de hacer las cosas a través de la tecnología en estas semanas ¿Piensas llevarla a cabo después del confinamiento?  

Había tenido experiencia de forma puntual en algún curso, pero no la había realizado antes con profundidad. Cuando practicamos generamos un estado de presencia, esto es, estamos presentes y somos plenamente conscientes de todo aquello que está pasando dentro y fuera de nosotros en cada momento. Me ha resultado gratificante observar cómo ese estado es fácil de generar también a través de la distancia y con la conexión desde los dispositivos. Creo que esta forma se va a extender más allá de lo que dure el aislamiento.   

10.       ¿Qué otras actividades estás desarrollando para sobrellevar la situación de alarma? 

 Estoy en un grupo de escucha generado en la Universidad de Almería, donde una serie de voluntarios atendemos por teléfono a personas que necesitan ser escuchadas durante este confinamiento. De otra parte, estoy haciendo terapia individual vía telemática, también como una forma especial de acompañar a otros durante estos días. La atención y la escucha son fundamentales para ayudar a otros durante este estado de alarma.  

1.      ¿Qué queda de aquel abogado especializado en Derecho civil y mercantil en el instructor de mindfulness que es hoy? 

Queda mucho. El sentido de la responsabilidad y la planificación en el trabajo. Las herramientas para acompañar a alguien en un proceso personal complicado y sostener determinadas situaciones, que se desplegaron durante los años de ejercicio. También el deseo de ayudar a otros, que va implícito en el ejercicio de la abogacía, y que ahora lo realizo desde otro lugar, más en consonancia con lo que siento.    

2.   ¿Cómo podemos convertir, abogados y ciudadanos, estos días en un aprendizaje valioso y trabajar en nuestro propio crecimiento personal para salir fortalecidos? 

 Básicamente podemos aprovechar este tiempo para poner la mirada en nuestro interior. Llevados por el automatismo nos perdemos de vista a nosotros mismos en demasiadas ocasiones, no tenemos en cuenta nuestro verdadero sentir y atendemos todo lo externo para sobrevivir. Esto nos desconecta de nuestras propias necesidades y de nuestra humanidad. La mayoría del tiempo actuamos como una máquina, sin ser conscientes de lo que nos ocurre, obedeciendo esas conductas automáticas que nos arrastran sin poder evitarlo. Parar y ver, es la única forma de observar donde estamos y hacia donde queremos encaminarnos. Reconectar con nuestra humanidad, nuestra vulnerabilidad y nuestras necesidades, desechando aquello que nos daña y eligiendo atender lo que nos nutre. Puede ser un tiempo donde empezar a atender lo que de verdad nos importa y dejar de atender lo que consideramos urgente. Dar espacio a nuestro auténtico sentir, como comienzo de una vida más plena. 

  1. ¿Cómo y cuándo surgió la idea de impartir estas clases de meditación telemáticas gratuitas?

 Durante los dos primeros días de aislamiento. Ante la situación de incertidumbre que comenzábamos a vivir, sentí que una buena forma de ayudar podría ser propiciar momentos de introspección y aquietamiento mental, y decidí compartir de forma gratuita mi práctica diaria de mindfulness. Empecé a compartir las meditaciones el domingo 15 de marzo, y al principio invité a participar a las personas que habían realizado alguno de mis cursos de mindfulness. Desde entonces, se ha ido extendiendo la iniciativa y se han ido incorporando más personas interesadas 

 4.       El virus despierta gestos generosos, pero otros muy negativos… 

Así es. Continuamente podemos observar quejas en las redes sociales, salidas de tono e insultospersonas que ejercen de epidemiólogos, personas que ponen en peligro a otras, o que intentan aprovecharse de la situación. Todo ello forma parte de nuestras formas de hacer, y creo que estas actitudes se agudizan por el miedo y la inseguridad generalizados que ha propiciado esta situación tan excepcional, sobrevenida y complicada. En definitiva, entiendo que en una situación como esta surge lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. Encerrados en casa podemos tener muchas razones para quejarnos, pero también podemos elegir dejar la queja y  alimentar el cuidado hacia nosotros mismos y hacia los demás. Tenemos la elección de desapegarnos de los pensamientos que nos producen aflicción, y sustituirlos por otros más constructivos y creativos. Incluso tenemos muchas cosas que agradecer, en contraposición con otras zonas donde las condiciones de vida son mucho peores. Estoy viendo cómo muchas personas están ofreciendo actividades gratuitas para hacer estos días más agradables. En la red hay ofrecimientos altruistas de todo tipo, desde sesiones de yoga hasta películas, libros y visitas virtuales a museos. 

 5.       Más de 35 personas se conectan por una APP en las 2 sesiones diarias que impartes ¿Pensaste que tendría tanto seguimiento? 

La verdad es que no me lo imaginaba. En el grupo de whatssapp que generé para compartir las meditaciones hay 115 personas. Es un grupo libre, quien quiere participar me lo hace saber a mí o a cualquier otro integrante se le facilita la entradaUna vez allí, lo único que hago es compartir el enlace de entrada a las meditaciones, y las personas que pueden y les apetece se unen a cualquiera de ellas.  

6.       ¿Cómo conociste la actividad que desempeñas? 

Fue después de una crisis personal profunda, hace aproximadamente 12 años. Tenía frecuentes ataques de ansiedad, y comencé un tratamiento psicológico para tratarlos. Fue en la consulta psicológica cuando escuché hablar de mindfulness y de sus beneficios en la salud por primera vez, y comencé a practicarlo. Me acerqué a él desde un punto de vista científico, esto es, como técnica o herramienta para poder gestionar mis problemas de ansiedad y mis estados de ánimo. La ansiedad desapareció, y fueron tantos los cambios experimentados, que decidí formarme para poder compartir esta forma de vida con otras personas. Hace seis años que comencé mi actividad como instructor de mindfulness y terapeuta gestalt, y hace tres abandoné el ejercicio de la abogacía para dedicarme en exclusividad a esta nueva profesión.   

7.       ¿Cuáles son los principales beneficios del mindfulness para el periodo de confinamiento?  

En esta época la práctica de mindfulness facilita sostener con serenidad y paciencia esta situación. Durante la práctica diaria, se fomenta una actitud relajada que se extiende al resto del día. También resulta muy útil para regular nuestras emociones aflictivas, siendo conscientes de que surgen, pero esperar a que se difuminen sin dejar que nos arrastren. Cuando prestamos atención a nuestra respiración y nuestro cuerpo, de forma sistemática, dejamos de alimentar los pensamientos negativos que esta situación nos producen y las emociones que éstos conllevan. Por último, a través la práctica empezamos a tratarnos con cuidado y con bondad, tanto a nosotros mismos como a los demás. En nuestro día a día tendemos a machacarnos durante los momentos estresantes o que impliquen algún tipo de inquietud, y en esta época estos momentos se repiten con bastante frecuencia. A través de la práctica generamos una actitud de autocuidado, que resulta esencial para transitar estos días sin aumentar el malestar que conlleva la situación de confinamiento e incertidumbre. Cuando contacto con el cuidado propio y el de otros, contacto con la necesidad de tratarme con afecto y calidez. Sería como responder a la pregunta: ¿qué puedo hacer para cuidarme durante estos momentos difíciles de atravesar? 

8.       Tan solo con una cámara de ordenador o móvil, ¿cómo sonsigues que resulte eficaz?  

Más que conseguirlo yo, lo consigue la intención de cada una de las personas que se acercan. Si no hay intencionalidad no hay mindfulness, puesto que es lo que moviliza su práctica. Si alguien se acerca a practicar creyendo que es una pastilla mágica que todo lo cura, no va a funcionar. Es un entrenamiento, una actitud a través de la que se cultivan ciertas cualidades que se extienden desde la práctica diaria al resto de las horas del día. La no reacción compulsiva, la paciencia y la confianza, la curiosidad, la aceptación y el desapego, son algunas de las cualidades que se despliegan de forma natural cuando nos sentamos simplemente a atender nuestra respiración y nuestro cuerpo de forma habitual.     

9.       ¿Habías realizado esta modalidad en alguna ocasión? ¿Piensas llevarla a cabo después del confinamiento?  

Había tenido experiencia de forma puntual en algún curso, pero no la había realizado antes con profundidad. Cuando practicamos generamos un estado de presencia, esto es, estamos presentes y somos plenamente conscientes de todo aquello que está pasando dentro y fuera de nosotros en cada momento. Me ha resultado gratificante observar cómo ese estado es fácil de generar también a través de la distancia y con la conexión desde los dispositivos. Estoy aprovechando para adaptar mis cursos y poder realizarlos también de forma telemática, y creo que esta forma se va a extender más allá de lo que dure el aislamiento.   

 10.       ¿Qué otras alternativas has pensado para llevar a cabo la situación de alarma frente al coronavirus? 

Estoy en un grupo de escucha generado en la Universidad de Almería, donde una serie de voluntarios atendemos por teléfono a personas que necesitan ser escuchadas durante este confinamiento. De otra parte, estoy haciendo terapia individual vía telemática, también como una forma especial de acompañar a otros durante estos días. La atención y la escucha son fundamentales para ayudar a otros durante este estado de alarma.  

 

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