01 abril 2020

Manuel Colorado, coordinador del servicio de asistencia al detenido: “El coronavirus es para el letrado de guardia un nuevo riesgo al que se ve expuesto”

Por Claudia Mieres Rodríguez 

Manuel Colorado Castaño

Los abogados que conforman el Turno de Oficio se han convertido, durante la crisis del coronavirus, en un colectivo damnificado a la par que invisibilizado. Todos ellos continúan ejerciendo su labor aún con los riesgos que estos días implica. Manuel Colorado Castaño es coordinador del servicio de asistencia al detenido del Colegio de abogados de Sevilla en Sanlúcar la Mayor y, por circunstancias excepcionales, alcalde en funciones de esta misma ciudad.

1. ¿Cómo está siendo la labor de compaginar ambas funciones, la de alcalde y la de coordinador del servicio de asistencia al detenido debido a la pandemia?

Lo cierto es que estamos pasando unos días donde los niveles de estrés están altísimos como consecuencia de la responsabilidad que ambas funciones conllevan. Son días de llamadas constantes, de interpretaciones de resoluciones normativas cambiantes y de adopción de medidas de seguridad, tanto para la población de Sanlúcar la Mayor como para los compañeros de la guardia que están prestando sus servicios en centros policiales y judiciales.

2. ¿A qué riesgos se enfrentan los abogados que prestan, durante estos días de coronavirus, el servicio de asistencia al detenido?

Ejercer de abogado de guardia de detenidos es siempre una función complicada no exenta de riesgos, ya que en muchas ocasiones tenemos que realizar nuestro trabajo sin las medidas higiénico-sanitarias adecuadas. El coronavirus es para el letrado de guardia un nuevo riesgo al que se ve expuesto, y sin las medidas de protección necesarias puede acarrear consecuencias graves como ya estamos viendo en otros grupos de riesgos.

3. ¿Se han tomado algún tipo de medidas desde el Colegio de Abogados de Sevilla, para garantizar la seguridad y evitar el contagio de estos profesionales?

Desde el minuto uno el Colegio de Abogados de Sevilla puso a disposición de todos los letrados de asistencia al detenido un Protocolo de actuaciones a tener en cuenta en las distintas asistencias, a la vez que se dotaron a todos los partidos judiciales de la provincia de material para evitar contagios, tales como mascarillas, gel desinfectante y guantes. Además se facilitó a los letrados la posibilidad de renunciar libremente a realizar las guardias siempre que hubiera compañeros que voluntariamente sustituyeran y cubrieran el servicio.

4. ¿Cómo es un día como coordinador del servicio de atención al detenido en tiempos de coronavirus?

Desde que tenemos el covid-19 instalado en nuestras vidas, los coordinadores dedicamos mucho tiempo a atender las llamadas telefónicas que nos hacen los compañeros para preguntarnos dudas de cómo hay que prestar el servicio. Igualmente, también estamos en permanente contacto con los jueces decanos de cada partido judicial, para conocer y transmitir las directrices que se están adoptando en las distintas juntas de jueces.

5. ¿Se ha percibido algún cambio en la actividad delictiva debido al confinamiento?

Sin duda, se observa un aumento significativo de los delitos de resistencia a la autoridad y atentado, en detrimento de otros como los delitos contra la seguridad vial, por ejemplo.

6. ¿Qué recomendaciones le daría a los abogados de oficio que siguen trabajando durante estos días?

Fundamentalmente que no relajen las medidas de prevención y protección personal frente al virus, y que en la medida de lo posible hagan su trabajo por videollamadas. Y en segundo lugar, que se sientan orgullosos del trabajo que realizamos como colaboradores necesarios de uno de los poderes del Estado, y que ahora más que nunca debemos estar vigilantes para que nadie vulnere los derechos fundamentales de nuestros representados mientras dure este excepcional estado de alarma nacional.

7. ¿Los letrados que prestan estos servicios saben cómo deben actuar en las circunstancias en las que estamos o presentan algún tipo de duda?

Los letrados que integran el servicio de asistencia al detenido en el partido judicial de Sanlúcar la Mayor, y esto es válido para todos los letrados del estado, saben muy bien cómo actuar para impedir vulneraciones de los derechos fundamentales de nuestros patrocinados, y garantizar que las normas del Estado de Derecho estén por encima de cualquier circunstancia por muy excepcional que sea.

8. ¿Qué opina de la reivindicación de la Abogacía para que en la asistencia letrada a detenidos y víctimas de violencia doméstica se faciliten los medios telefónicos y las videoconferencias?

Es un clamor de la abogacía cargado de toda razón, puesto que si se permite que los fiscales lo puedan hacer, no tiene sentido que no se considere la misma posibilidad para los abogados. Puedo asegurarle que el uso de los medios telemáticos no mermaría lo más mínimo el derecho fundamental a la defensa, precisamente porque los mismos letrados seríamos celosos guardianes de que eso no ocurriera, tal como hacemos ahora de forma presencial

9. ¿Cuáles son las mayores dificultades que enfrenta estos días coordinando la asistencia que prestan los abogados de oficio?

Varias y de distinta índole, desde garantizar que los medios de protección lleguen a los centros policiales y judiciales para que los letrados de guardia puedan acceder a ellos, como atender los cambios o sustituciones de última hora de compañeros de guardia que se ven impedidos para hacerla por circunstancias sobrevenidas, tanto personales del letrado como de su entorno familiar. Y por último, ayudando a los compañeros a sobrellevar situaciones de mucho estrés y nerviosismo que se están dando en los centros policiales o judiciales.

10. Por último ¿Cuál cree que es el mensaje positivo que podemos sacar de esta crisis?

Pues el mensaje positivo que podemos sacar es que la abogacía, y concretamente los abogados del turno de asistencia al detenido, una vez más, estamos demostrando estar a la altura de las exigencias de la sociedad en los momentos más difíciles, aún sin medios, aún sin remuneraciones dignas, aún sin el reconocimiento social, aún sin el amparo institucional de los gobiernos.

En pocas palabras: la vocación de servicio al ciudadano de todos y cada uno de los abogados que conformamos la abogacía de este país.

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