27 septiembre 2019

Martina Velarde, letrada y ex diputada: “La formación como abogada te ayuda a tener una amplia mirada para combatir la injusticia social”

Por María José Cámara

Martina Velarde es licenciada en Derecho por la Facultad de Granada, también dispone de un Máster de prácticas jurídicas, y el CAP en Formación y Orientación Laboral, que permite impartir clases. No obstante, esta abogada especializada en derecho civil y laboral, que lleva trabajando desde los 18 años, señala que por ahora no ha ejercido la docencia. Implicada socialmente, se vinculó al proyecto político de Podemos en las elecciones europeas de 2014. En la pasada legislatura fue diputada por Córdoba de Unidas-Podemos en el Congreso. Todo ello, lo compagina con su principal afición: el teatro. 

  1. ¿Cómo surgió su vocación por el Derecho?

Desde que era una niña la injusticia me levantaba los pies del suelo, siempre he luchado por lo que pensaba que era justo. Cuando me hice mayor tuve claro que quería estudiar Derecho para ejercer como abogada y defender a la gente que sufría injusticias, por eso cursé el experto y el máster en prácticas jurídicas, para formarme como letrada. Me di cuenta que cuando finalizas la carrera, si decides dedicarte a la abogacía, tienes muy pocas nociones prácticas de como ejercer tu profesión.

  1. ¿Cuál fue el detonante que le hizo implicarse activamente en política?

El movimiento del 15-M, los recortes en sanidad, educación, los desahucios, la crisis-estafa que se tornaba interminable e insoportable, las reformas laborales, los casos de corrupción que tanto daño estaban haciendo a nuestro país, el 8-M. Me sentía huérfana políticamente, hasta que encontré un partido joven, sin mochila, que luchaba por lo mismo que a mí me movía las entrañas, conseguir la justicia social. Nunca me ha gustado quejarme o ser crítica desde el sofá. Durante mi vida he intentado aportar mi granito de arena, desde distintos espacios, para lograr los cambios necesarios desde lo más cercano, como puede ser mi barrio o poder cambiar la vida de mis vecinos y vecinas, o ahora, en estos momentos desde el Congreso, para poder trabajar por mejorar la provincia de Córdoba y la vida de los y las cordobesas.

  1. ¿Cómo puede contribuir su formación profesional de abogada, en su faceta política?

Muchos abogados y abogadas nos dedicamos a defender los derechos de los más vulnerables y la faceta política, te permite además defender los derechos de la ciudadanía en un sentido amplio, de los trabajadores pobres, la desigualdad entre hombres y mujeres, los pensionistas, las pequeñas y medianas empresas, autónomos, de los jóvenes que tienen que marcharse de nuestro país a trabajar fuera, de nuestra España vacía, o para dejar un país sostenible y vivible, porque no tenemos un planeta B, ni recursos ilimitados… La formación como abogada te ayuda a tener una amplia mirada para combatir la injusticia social de nuestro país y las desigualdades, también desde las instituciones.

  1. Una de sus pasiones es el teatro, ¿puede la interpretación ayudar a los letrados y letradas en el desarrollo de su actuación en juicios y vistas?

El teatro puede ayudar a todo el mundo, cuando te adentras en las artes escénicas, nunca te deja escapar. Para mí ha sido una fuente de recursos y aprendizaje para mi desarrollo personal y profesional, igual que la música, que es otro de mis motores de vida. De hecho estoy convencida de que el teatro es la asignatura pendiente en la educación de nuestro país, se desarrollan no solo aptitudes artísticas, sino que se genera confianza, empatía e igualdad entre niños y niñas.

También a los letrados y letradas les ayuda, lo saben muy bien por ejemplo, mis compañeros y compañeras del Grupo de Teatro del Colegio de Abogados de Granada, con los me adentré en el mundo del teatro, esa vez desde el propio Colegio de Abogados, pionero en permitirnos dar salida a las inquietudes teatrales a los y las colegiadas. Ese es uno de los espacios de “Graná” que echo mucho de menos en la actualidad.

  1. ¿Y a los políticos y políticas en su faceta de oradores?

También, pero que no se confunda con hacer de la política un teatro, a veces hemos tenido que presenciar verdaderos teatrillos en negociaciones, intervenciones o plenos, que insultaban la inteligencia de la ciudadanía. El teatro puede servir para expresar mejor los sentimientos, ser más dinámica, expresiva, para proyectar la voz o trabajar los nervios, pero no para tratar la política como una mera representación distorsionada de una realidad que se torna complicada y seria. El teatro es algo serio y la política también.

  1. En su caso, usted compagina la actividad jurídica y política con su participación en compañías de teatro aficionado, ¿cómo se retroalimentan esos sectores?

La actividad jurídica te hace ser rigurosa, atenta, eleva tu capacidad de trabajo y de dedicación, la política te permite trabajar para lograr un mundo mejor, y el teatro te evade y te ayuda a crecer personalmente. Todo es importante y todo se entrelaza, porque lo personal es político. Hace algunos años que me es difícil encontrar ratos libres para compatibilizar todo. Cuando estaba en el Grupo de teatro del ICAGR, tenía la ventaja de que ensayábamos por las noches cuando salíamos de trabajar, al tener todas la misma profesión, de jornadas interminables, nos ajustábamos a nuestros horarios de despacho, de plazos procesales y de vida, y era más o menos compatible, ya hace tiempo que no me puedo adaptar a grupos de teatro al uso, por incompatibilidad de horarios y de tiempo personal.

  1. ¿Se experimenta miedo escénico en la actuación ante el juez? ¿Y en la tribuna de oradores?

Sí, creo que si no sientes cierto miedo escénico o respeto por la gente que te va a escuchar, es que no estás viva o careces de cierta responsabilidad en tus tareas. Ese “miedo” nunca debería perderse, tiene que ver con el respeto al público que te observa o a quién diriges tu mensaje; en el caso de procesos judiciales, por el respeto a tu cliente, las partes implicadas y los y las juezas.

  1. ¿Dónde se siente más cómoda, sobre el escenario o en los juzgados?

No es fácil comparar, en los Juzgados tienes la gran responsabilidad de que los intereses de la persona a la que representas sean satisfechos, es una enorme responsabilidad, porque está en juego los derechos fundamentales de las personas físicas o los intereses de las personas jurídicas, en su caso. En los escenarios interpretas a un personaje, a alguien que no eres tú, incluso que no se parece en nada a ti, aunque lo termines haciendo tuyo o tuya, por eso, es tan emocionante. Vivir otras vidas, que te permiten soñar con otros mundos y otras realidades; personajes que siempre te dejan algo suyo, y que se lleva algo de ti, cuando se apagan los focos y termina la función. Una cosa es la vida real y otra la ficción, la única vinculación en ambos escenarios, es que lo que hagas, sea desde el convencimiento, la alegría, responsabilidad, el trabajo y la honestidad.

  1. Su formación profesional le permite impartir la docencia, ¿es una opción que se replantea?

Es una opción que siempre me ha rondado la cabeza. Cuando era pequeña ya le daba clases a mis vecinos, y me gusta. Me parece una profesión vocacional, difícil e imprescindible, porque una sociedad educada y formada es una sociedad libre y que soporta menos los abusos de poder. No descarto en un futuro optar por esa opción. En mi organización política, solo estamos de paso y de forma temporal, no somos políticos o políticas, solo somos gente corriente haciendo política, y prestando un servicio público temporal conforme a nuestro código ético. La abogacía me encanta pero si alguna vez doy el paso en la enseñanza, lo haré siempre desde la defensa de la escuela y la universidad pública y gratuita, para que la hija de cualquier trabajadora de a pie, tenga las mismas oportunidades que el hijo de cualquier hombre poderoso.

10.- En un plano más personal, está muy concienciada con la donación de médula, ¿por qué son tan importantes estas donaciones?

España es líder mundial en donación y trasplante de órganos, pero no ocurre lo mismo con la donación de médula. Hacen falta campañas efectivas para concienciar sobre la importancia de donar médula, existe desinformación y ciertos tabúes sobre lo que significa dicha donación, que es donar vida en vida. Solo el 30% de las personas que necesitan un trasplante de este tipo encuentran un donante compatible que les de una segunda oportunidad de vivir. También hace falta concienciación e información para las mujeres embarazadas a donar la sangre del cordón umbilical de su bebé en el momento del parto. Animo a todos y todas a  informarse sobre la importancia de este tipo de donación y a seguir donando médula ósea y sangre de cordón umbilical, dos de las principales fuentes de células madre sanguíneas que pueden necesitarse para trasplantes. Agradezco infinitamente a todos y todas las donantes que han permitido la supervivencia a muchas personas, por su solidaridad, que es internacional, porque el banco de donantes es mundial.

10+1.- ¿Cómo valora la apreciación que tiene la ciudadanía de este servicio?

La ciudadanía tiene una buena apreciación del servicio, porque los compañeros y compañeras, que trabajan en el Turno de Oficio hacen un trabajo arduo e impecable, para garantizar la justicia gratuita universal, a pesar de que las condiciones son indignas. La ciudadanía está amparada por el derecho a la defensa, mis compañeros y compañeras asisten a quienes no tienen medios económicos, a detenidos, mujeres que sufren violencia de género, menores o extranjeros. Con guardias de 24 horas, pagando de su bolsillo sus propios desplazamientos y, en ocasiones, los de sus clientes, cobrando cantidades que sonrojan a cualquiera, trabajando en precario, sin que se tenga reconocida la gran labor social que realizan. Los pagos por parte de la Junta de Andalucía llegan tarde y se paga casi un 40 por ciento menos que en otras comunidades autónomas. De hecho, me consta que a mis compañeros no les mueve la prestación económica que perciben, en tanto que se encuentran en una situación de precariedad laboral, sino la defensa de los más débiles y vulnerables, y desde aquí mi reconocimiento más sincero a su labor

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