Ángel Cervantes, decano de Toledo: “Siempre digo a los compañeros que denuncien las faltas de respeto”

Ángel José Cervantes Martín, además de Decano del Colegio de Toledo, es el presidente de la Comisión de Relaciones con la Administración de Justicia de la Abogacía.

La Ley Orgánica del Derecho de Defensa hace referencia al amparo colegial que ya aparece en el Estatuto de la Abogacía. ¿Cuál es la novedad que introduce?

Lo recoge con mayor precisión, con ese carácter de obligatoriedad para los Colegios. Esto era una vieja reivindicación de la Abogacía porque la Ley enfatiza esa figura del amparo, profundiza en ella y dice que con carácter imperativo los Colegios de la Abogacía deberán amparar al profesional que se vea perturbado, inquietado o presionado en el ejercicio de su presión y se vea obligado a denunciar.

¿Y como van a proceder los Colegios?

Nos pone deberes a los colegios, que debemos aprobar esos protocolos. Asumimos la obligación de trasladar ese amparo, notificarlo al órgano de procedencia, si es una queja contra un tribunal concreto. Confirma ese papel de los colegios como defensa de la defensa, que sepan los compañeros que los colegios estamos comprometidos en la defensa de la defensa.

Sí me gustaría que desde la Comisión de Relaciones con la Administración de Justicia hiciéramos un protocolo base que se pueda exportar a los Colegios para que cada uno desarrolle en mayor o menor medida cómo va a ser la actuación cuando llegue esa queja, esa solicitud de amparo de un profesional. Muchos colegios ya lo están haciendo.

¿Qué les diría a los abogados y abogadas que han sufrido presiones o faltas de respeto?

Yo siempre digo a los compañeros , sobre todo  a los más jóvenes que no se atreven a quejarse, que se animen a denunciar esa falta de respeto y lo pongan en conocimiento de su colegio y pidan ese amparo colegial. Les digo que el amparo colegial empieza por uno mismo, que exijan un trato respetuoso para ellos mismos.

Ese amparo es fundamental para los profesionales, que muchas veces no presentan queja, por desconocimiento o porque no se quieren enfrentar con un juez, y para eso estamos los colegios, para ser la voz de todos los compañeros que ven coartada su independencia.