26 marzo 2021

Anabel Rodríguez: “Muchos escritores, con la emoción de publicar su libro, no leen los contratos con las editoriales”

Por Sonia Sánchez Llamas

El mundo editorial es complicado y opaco y algunas de las cláusulas de los contratos pueden ser leoninas. Por eso es importante contar, antes de firmar un contrato editorial, con el asesoramiento de un abogado que nos aclare qué nos proponen y qué estamos firmando. A eso se dedica Anabel Rodríguez, abogada en Badajoz, que asesora legalmente a escritores. Y es que esta abogada y escritora aficionada –ha publicado dos novelas y tiene un blog sobre escritura– es consciente de que, “con la emoción de publicar”, mucha gente no lee detenidamente los contratos con las editoriales.

  • ¿En qué deben fijarse los escritores cuando van a firmar un contrato con una editorial?

Debería estar atentos a cuestiones como la liquidación de los derechos de autor y cada cuanto tiempo se va a realizar; a la duración de la cesión de los derechos, ante lo que recomiendo que no sea superior a cinco años; fijarse en cuántos libros se van a ceder por la editorial para la promoción del libro; y determinar lo máximo posible la horquilla de la primera edición del libro, porque a veces es muy amplia.

Hay que tener en cuenta que el mundo editorial es complicado y hay cláusulas que son completamente leoninas. Por ejemplo, en algunos casos la cesión de los derechos dura 15 años, cuando los libros tienen una vida mucho más efímera.

  • ¿Cuáles son las principales dudas legales que te plantean los escritores antes de la publicación de un libro?

En el tiempo que llevo asesorando escritores me han llegado preguntas de lo más curiosas. Por ejemplo, cómo registrar el libro cuando no quieres registrarlo a tu nombre. O dudas sobre contratos de traducción. Pero muchas consultas son más comunes, sobre las cláusulas de los contratos de las editoriales. Ahí mi trabajo es explicar la cláusula al autor y que luego decida si firma o no, pero sabiendo lo que firma. Y también que sepa sobre qué puntos puede negociar, porque el contrato que ofrece la editorial se puede modificar. Hay mucho desconocimiento hasta de algo tan básico en este ámbito como cómo registrar tu libro.

  • ¿Y tras la publicación?

Algunas de las principales dudas están relacionadas con el pago de derechos de autor. En este aspecto, es muy complicado saber cómo van las ventas de tu libro. Los autores deberíamos recibir un certificado con el número de ejemplares impresos, pero muchas editoriales no informan de esa cifra, ni de las ventas ni de los libros almacenados. Muchas veces los editores te dan una horquilla de edición, pero no te informan del número cifra exacta de libros que se van a imprimir. Es muy complicado saber lo que has vendido realmente.

También hay que aclarar que, en general, no te vas a hacer rico con los derechos de autor. Normalmente es una cuestión personal, de saber realmente cuánto has vendido, pero los libros físicos no dejan mucho dinero para el autor. De hecho, la parte más sustanciosa se la llevan las editoriales y las distribuidoras, e incluso los libreros.

  • Es un mundo complejo, entonces…

Sí, es un mundo bastante complejo y opaco. Es quizá lo que más duele.

  • ¿Llegan a juicio muchos casos relacionados con escritores o son temas que se resuelven mediante negociaciones?

Yo, de momento, no he ido a juicio por estos asuntos. En la mayoría de los casos se llega a un acuerdo mediante negociación. Sí es interesante que, cada vez más, los escritores están buscando asesoramiento previo antes de firmar el contrato de edición. Con ello por lo menos no se llaman a engaño, entienden lo que están firmando y luego deciden si firman o no. La tendencia, insisto, es la de protegerse previamente.

Es cierto que en este ámbito igual no compensa tanto ir a un juzgado. El único aspecto en el que los escritores sí suelen optar más por la vía judicial es en el caso de los plagios, y en muchos casos es más por el resarcimiento moral que obtienes que por el aspecto económico.

  • Otro ámbito de actuación son los blogs y las publicaciones online en general. ¿También recibes consultas sobre estos temas?

Sí. Es cierto que el número es menor que el de consultas sobre la publicación de libros, pero también hay. Y sobre todo lo que recibo son consultas sobre el uso de fotografías sin pagar por las mismas. Estos casos suelen resolverse bastante bien mediante una negociación con la  empresa que ha utilizado las fotos.

  • ¿Cómo llegaste a especializarte en la asesoría legal a escritores?

Cuando publiqué mi primera novela, ‘Azaría’, me di cuenta de que, con la emoción de publicar, prácticamente ni leí el contrato, y eso que soy abogada. Sin embargo, después de firmar me surgieron muchas dudas y vi que no era la única con esas dudas al llegar al mundo editorial. Y también me di cuenta de que hay mucha gente que no lee los contratos que firman con las editoriales, los firman y listo, en muchas ocasiones dejándose llevar por el entusiasmo de publicar.

 

 

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