07 octubre 2020

Laura Fauqueur, premio ‘European Tech Women Award 2020’: “Ojalá en el futuro no haga falta poner género a los premios, pero aún no estamos en ese punto”

Por Sonia Sánchez Llamas  

Laura Fauqueur acaba de ser galardonada con el ‘European Tech Women Award 2020’ del Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido en la categoría Legaltech. Junto a ella, otras 23 mujeres han obtenido un galardón en las distintas categorías de estos premios. Fauqueur, directora del Máster en Legaltech de la Universidad CEU IAM, desea que en el futuro no haga falta la existencia de premios específicos para mujeres, pero cree que todavía no estamos en esa fase. Sobre el sector Legaltech, considera que ha evolucionado mucho en España en los últimos años y que los últimos seis han terminado de demostrar hasta a los más escépticos que la legaltech aportaba soluciones a problemas reales. Y es que, como destaca la premiada, con la llegada del Covid “hasta los más reticentes” entendieron la importancia de la transformación digital.

Acaba de recibir el ‘European Tech Women Award 2020’ del Departamento de Comercio Internacional del Reino Unido en la categoría Legaltech. ¿Qué significa este premio?

Como te imaginarás, me hace muchísima ilusión. Es la primera vez que el UK DIT (Department of International Trade) organiza estos premios, que han recaído sobre 25 mujeres a nivel internacional. A mí me han otorgado el único premio legaltech que, si bien es un honor, representa también una tremenda responsabilidad. Estos premios forman parte en la estrategia del Ministerio británico para visibilizar y apoyar la diversidad, la apertura y la voluntad de abanderar de mujeres líderes. Estos premios y el conjunto de la London Tech Week, en el que se enmarcan, son el pistoletazo de salida de la campaña de promoción tecnológica del Reino Unido, que desarrollará un novedoso programa a través de diferentes ministerios a lo largo de los tres próximos años.

Desde el punto de vista personal, tengo una relación muy especial con el Reino Unido desde niña y me honra enormemente recibir este reconocimiento de sus manos. Sin mencionar el importantísimo papel que ha tenido este país en los primeros desarrollos legaltech y su evolución.

¿Es necesario que haya premios específicos para mujeres en el sector de las nuevas tecnologías?

Esta es la eterna cuestión: premios, cuotas… Obviamente, lo ideal sería que no y ojalá en el futuro no haga falta ponerles género a los premios. Sin embargo, aún no estamos en este punto, ni mucho menos. Así que sí, hacen falta premios para mujeres hasta que podamos acceder libremente a los… “premios para hombres”.

¿Cómo es la presencia de la mujer en el campo del Legaltech?

Es una combinación de la presencia de la mujer en el sector tecnológico y en el sector legal. Hay muchas mujeres, pero falta igualdad y aún hay muchos techos de cristal que romper. Me atrevo a decir que estos techos de cristal empiezan a agrietarse, y que gracias a la combinación de los esfuerzos de instituciones, colectivos, personas y organizaciones como Mujeres Tech, R Ladies o Women in a Legal World lo lograremos, más bien pronto que tarde.

En cuanto a inversiones, sabemos que muy pocas veces –desafortunadamente- recaen en empresas constituidas por mujeres, aunque existan varias que merecerían ser objeto de estas. También es cierto que hay pocas mujeres inversoras, y eso tampoco ayuda.

En resumen, lo que pasa en la legaltech es parecido a lo que ocurre en una mayoría de sectores: hay muchas mujeres, pero con más dificultades que los hombres para lograr credibilidad y visibilidad en el mercado.

¿Cómo ha evolucionado el sector del Legaltech desde que comenzó su andadura en él?

¡Ha evolucionado muchísimo! Cuando explicábamos sus usos hace unos años, o bien no se nos hacía mucho caso, o bien provocaba rechazo. Ahora las cosas han cambiado y se venden y se compran muchas soluciones legaltech maduras en el mercado español, y hay otras muchas en proceso de gestación.

Si su uso ya se estaba democratizando en los últimos tiempos tanto por parte de los profesionales como por los propios usuarios de servicios jurídicos, los últimos seis meses han terminado de demostrar hasta a los más escépticos que la legaltech aportaba soluciones a problemas reales.

Aún así, considero que aún quedan necesidades pendientes de cubrir con soluciones legaltech y estoy convencida de que veremos florecer más empresas en este ámbito en los próximos años. Y ojalá muchas de ellas tengan mujeres a bordo. Pero, como decía antes, necesitamos muchas más inversiones en el sector para que se consolide.

En cuanto a su evolución en los próximos años, es difícil hacer predicciones en pleno 2020. Sin duda estamos ante un sector con muchísimo potencial pues, por una parte, los problemas y necesidades jurídicos existen –tanto en tiempos de bonanza como de vacas flacas–; y por otra, estamos viviendo una etapa de transformación digital de la sociedad aceleradísima, que el sector jurídico solamente puede acatar, adoptar y hacer suya.

Otro tema muy necesitado de legaltech es el acceso a la justicia. Muchos trabajos jurídicos sencillamente no son rentables, pero no por ello se deben dejar de realizarse, y en este caso la tecnología también puede ayudar.

¿Están actualizados digitalmente los despachos de abogados en España?

Mi percepción es que hay dos situaciones diferenciadas, y un gran espacio turbio en el medio en el que se encuentra la inmensa mayoría de los despachos.

Por un lado, tenemos a los despachos –grandes, medianos, boutiques– que llevaban digitalizándose varios años y que se han visto menos trastornados en su funcionamiento que los demás con la pandemia. De este mismo lado de la balanza pongo también a despachos –en su mayoría boutiques– y las ALSP (proveedores alternativos de servicios jurídicos, en su sigla en inglés) que son nativos digitales y que han construido su modelo de trabajo y de negocio de forma digital desde su creación.

En el otro lado de la balanza encontramos los despachos que no apostaron por la transformación digital y que aún no han entendido de qué forma la tecnología les ayudaría a trabajar mejor, ofreciendo un servicio mejorado a sus clientes y además, con un poco de suerte, trabajando algo menos…

Y en el medio de estos dos polos se encuentra la mayoría de los despachos, unipersonales, pequeños y medianos, que sí han hecho cosas, han comprado algunas herramientas, han adoptado unas pocas, han aprendido a manejar las soluciones tecnológicas de las que ya disponían, pero que aún no tienen el conjunto de la práctica del despacho de forma digital.

¿Cuáles son las herramientas digitales más utilizadas por los abogados y cuáles deberían incorporar?

Ahora mismo, las básicas, como Office, y las típicas herramientas de telecomunicación que se encuentran en el mercado. En cuanto a herramientas específicas para el ámbito jurídico, las más usadas son las de gestión de expedientes, las bases de datos y, cómo no, Lexnet.

Respecto a las herramientas de firma electrónica y de gestión del conocimiento, se usan de forma desigual según el tipo de despacho, aunque su uso se está incrementando mucho.

Luego están las soluciones de automatización y gestión de contratos, las herramientas de gestión de tiempo y de gastos, las herramientas específicas para determinadas prácticas, protección de datos, etc. que ya usan bastantes profesionales, aunque no llegan a ser, ni de lejos, una mayoría.

Creo que veremos en los próximos meses un auge de las herramientas de secretariado corporativo por parte de las asesorías jurídicas de empresas y despachos para sus clientes para casos como la celebración de juntas online, etc.

En relación a los principales retos tecnológicos a los que tienen que hacer frente los despachos de abogados, en opinión uno de ellos es que la administración de justicia les siga el ritmo. La administración de justicia no es tan ágil como los despachos a la hora de adoptar tecnologías y formar a sus profesionales en su uso. Otro reto es el la interoperabilidad multinivel: entre las administraciones, entre administraciones y despachos, entre despachos, entre despachos y clientes, etc.

¿Cómo se puede atraer a los despachos más reticentes para que se transformen digitalmente?

En eso he reflexionado mucho pero, sinceramente, lo he dejado ya: llegó el Covid y hasta los más reticentes lo entendieron.

¿Cómo es la formación en materia de Legaltech que reciben los estudiantes del Grado de Derecho?

La formación en Legaltech es aún incipiente en la carrera, por ello se han diseñado másteres y otros cursos para paliar esta carencia. Ojalá llegue pronto la inclusión de esta materia en los programas de grado.

Sí me consta que algunas universidades están empezando a integrar en la carrera de Derecho formación en nuevas metodologías de trabajo –las llamadas metodologías ágiles– y creo que es un paso en la buena dirección, pues ayudan mucho a la aceptación y adopción tecnológicas.

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