28 diciembre 2020
Mario Mellado: “La vacuna ha salvado a la humanidad de multitud de enfermedades”
Por Sonia Sánchez Llamas
En un año marcado por la pandemia del Covid-19, el Premio Derechos Humanos de la Abogacía en la categoría “Instituciones” ha recaído en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su Centro Nacional de Biotecnología (CNB). Son el mayor referente en nuestro país en la investigación científica y la búsqueda de avances que ayuden a prevenir y curar enfermedades. Al frente del CNB está Mario Mellado, un firme defensor de la vacunación como forma de salvar vidas, porque “genera protección y genera salud y además de amplio espectro. Llega a la población general”. La institución que dirige ya tiene muy avanzadas dos vacunas contra el Covid-19, una de las cuales comenzará sus ensayos clínicos a principios de 2019 en coordinación con el CSIC. Porque si algo ha demostrado la crisis del Covid-19 es la cooperación y la coordinación son muy importantes para afrontar una pandemia.
¿Qué aciertos y errores se han cometido durante esta crisis? ¿Qué podemos hacer para evitar esos errores de cara al futuro?
La crisis del Covid-19 ha puesto en tela de juicio a las cosas y nos ha obligado a juzgarlas. Ha demostrado que la coordinación es algo que es muy importante, al igual que la cooperación entre los grupos. Es verdad que tenemos que seguir haciendo esfuerzos, pero está funcionando y es algo que debemos mantener para el futuro.
La coordinación con las administraciones también es extraordinariamente importante y es algo que en el futuro deberíamos mejorar. Y esta crisis ha permitido generar una estructura científica que nos permite responder rápidamente ante alertas sanitarias y esas estructuras deberíamos mantenerlas también para el futuro.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación del CNB en relación con el Covid-19 y en qué situación en están?
El plan CNB-Covid se ha organizado en torno a una serie de plataformas. En primer lugar, una plataforma de vacunas, en las que hay dos grupos trabajando con una estrategia diferente y con distintos tiempos. Uno de los prototipos vacunales están ya ensayados en animales y han demostrado que se produce el 100% de protección en esos animales. Si todo va bien, ya tenemos coordinado con el CSIC también la posibilidad de hacer un ensayo clínico para enero-febrero de 2021. Es un proyecto que va extraordinariamente rápido.
El otro proyecto de vacunas es de un grupo que lleva mucho tiempo trabajando en coronavirus, y este prototipo es un poco diferente. Este grupo está consiguiendo una estructura que semeja el virus y es lo que se va a dar a los pacientes. Ya sabemos que invitro es capaz de proteger a las células y está a punto de pasarlo a los ensayos de animales. Es un desarrollo que va un poco más lento, porque es un proceso más complicado.
También tenemos una plataforma de antivirales. Para poder pelear de forma rápida contra el virus lo más fácil ahora mismo es usar fármacos que ya se conocen para otras aplicaciones y analizarlos para el bloqueo de este virus. Se han testado en torno a 4.000 compuestos y se han seleccionado 20 compuestos que son capaces, en el laboratorio, de bloquear la entrada o la replicación de este virus. Ahora se está organizando un ensayo clínico con alguno de esos candidatos.
Por otro lado, hicimos un llamamiento a toda la comunidad nacional para que nos mandaran compuestos químicos nuevos para poderlos testar contra este virus. Son compuestos que no tienen ninguna utilidad específica ahora o que se han diseñado con otros objetivos. Este llamamiento nos ha permitido testar aproximadamente 8.000 compuestos y dentro de ellos hemos encontrado alguno de extraordinaria importancia bloqueando el virus. Ahora se están haciendo las patentes correspondientes para poder llevarlo a ensayos con animales primero y ensayos clínicos después.
Tenemos también una plataforma de diagnóstico, que ha desarrollado un test que permite estudiar la presencia de anticuerpos contra el virus. Es un test tremendamente robusto, con una eficacia del 98%, y ya está a disposición de los hospitales.
Igualmente, trabajamos en una plataforma de anticuerpos, en la que se generan anticuerpos en el laboratorio que permitan neutralizar el virus. Ya tenemos ocho de esos anticuerpos generados y hay cuatro de ellos que neutralizan el virus en el laboratorio. Hay otro proyecto es de ciencia básica: estudiar la estructura del virus, de sus distintas proteínas y generar un análisis de esa estructura para determinar qué lugares del virus son interesantes a la hora de bloquear. Y por último, hay otro proyecto que tiene que ver con el estudio epidemiológico de la enfermedad. Hay algunos grupos en el CNB que están trabajando con algoritmos matemáticos para poder seguir las infecciones y predecir –hasta donde se pueda predecir- cómo van a ir las distintas medidas que se van tomando.
Hay muchas líneas de investigación abiertas en relación con el Covid-19, pero desde los medios de comunicación la atención está puesta sobre todo en las vacunas. ¿Por qué es tan importante la vacunación?
La vacuna ha salvado a la humanidad de multitud de enfermedades. La vacuna ha cambiado la forma de vida de las personas a lo largo de la historia. No hay más que pensar en enfermedades como la viruela, que se erradicó gracias a la vacuna. La vacuna genera protección y genera salud y además de amplio espectro. Llega a la población general. General inmunidad y por lo tanto protección social. Esto cuesta más que otras aproximaciones a las enfermedades, pero es una protección mucho más duradera y mucho más segura. Por lo tanto, hay que dedicar un esfuerzo importante de realizar esa investigación.
¿Cuál es la aportación del CNB a la Plataforma Temática Interdisciplinar (PTI) Salud Global/Global Health del CSIC? ¿En qué proyectos se está trabajando dentro de esta PTI?
Todas estas iniciativas que estamos haciendo en el CNB son aspectos que se integran perfectamente en la PTI Salud Global. Esta plataforma está organizada en distintos apartados en aspectos tan variados como el origen del virus, la patología, el diagnóstico, tratamientos, análisis de infecciones desde un punto de vista más matemático, e incluso medios de comunicación y otros aspectos. Es una plataforma global, que se añade a otras plataformas existentes en otras patologías, que está demostrando que es posible unir esfuerzos con gente de distintos orígenes –más de 300 grupos de investigación- pensando en aspectos concretos del virus. Todas estas iniciativas que estamos haciendo en el CNB son aspectos que se integran perfectamente en esa estructura. Los conocimientos que aquí se generan se tienen que trasladar a esa estructura. La integración es total y muy necesaria.
Fuera del Covid-19, ¿cuáles son las prioridades en el CNB?
El CNB es un centro muy multidisciplinar. De hecho, es probablemente el más multidisciplinar que tiene el CSIC. Hay gente que está trabajando en estructura de moléculas. También hay un grupo que se dedica básicamente a estudiar virus, y ahí se están estudiando no solo los coronavirus, sino también virus de la hepatitis, virus del dengue, de la fiebre del Nilo… Hay un departamento que trabaja en bacterias, y aquí lo más importante es trabajar en la resistencia a los antibióticos de las bacterias, otro problema social de extraordinaria importancia. Igualmente, hay un departamento de plantas, en el que aparte de estudiar las dinámicas de las plantas y cómo estas resisten a las enfermedades o no, también desarrolla proyectos de extraordinario interés: por ejemplo, determinando cómo es posible hacer crecer una patata eliminando un gen concreto que la hace sensible al sol, lo que permite que las patatas crezcan en los países en los que hay mucho sol. En el departamento de Inmunología y Oncología básicamente se estudian enfermedades humanas. Y todo esto se acompaña de un desarrollo tecnológico importante. Finalmente está el departamento de biología de sistemas, que estudia las colectividades de las cosas, porque no es lo mismo estudiar a un individuo que a un individuo en el contexto y ver cómo esa población puede afectar a la vida, condiciones alimentarias… del resto.
¿Qué significa para el CNB recibir un premio relacionado con los Derechos Humanos?
Para el CNB, y para cualquier científico, recibir un reconocimiento social es probablemente lo más importante que uno puede conseguir, porque en el fondo los científicos trabajamos para la sociedad. Hasta la fecha ha parecido siempre que somos una gente que está fuera del ambiente social, pero los científicos somos gente preocupada por los problemas sociales. Recibir un premio es ya extraordinario, pero cuando ese premio atiende a una cuestión global y que afecta a un derecho fundamental de las personas, como el derecho a la salud, es de extraordinaria importancia en el ambiente científico. Porque en el fondo, es justo eso lo que nosotros tratamos de hacer, trabajar para la salud global.