26 abril 2021
Sara G. Antúnez: “Es fundamental que colegios y padres sepan reconocer el ciberbullying para poder denunciarlo”
Por Andrea Pintos Pardo
- La abogada experta en delitos en la red habla sobre el aumento de acoso en internet debido a la crisis del covid
Sara G. Antúnez es abogada experta en delitos informáticos, se dedica a luchar contra el ciberbullying y el ciberacaso y es la presidenta de la Fundación Stop Haters que trabaja contra el acoso en las redes sociales desde una perspectiva jurídica y psicológica.
Además, es profesora de delitos informáticos en la Universidad Francisco de Vitoria y nos da las claves de cómo actuar en caso de sospecha de ciberacoso: bloquear, ignorar y si persiste el ataque, denunciar.
¿Ha notado un repunte en este tipo de ataques?
Sí, en general a raíz del confinamiento han aumentado, hasta el 90%, tanto el ciberacoso como otros delitos que se cometen en la red. Esto tiene mucho sentido porque la gente pasa más tiempo en casa, y es así como ascienden todas las tasas de delitos en internet, como acosos, sextorsiones o estafas online.
¿Cómo actuar en casos de ciberbullying en menores?
Todas las víctimas sienten muchísima culpa. Si a la culpa de haber mandado unas fotos le sumamos que es menor de edad o que puede haber bullying en el colegio, puede llegar a ser muy grave.
¿Cómo actuar en casos de ciberbullying en menores?
Todas las víctimas sienten muchísima culpa. Si a la culpa de haber mandado unas fotos le sumamos que es menor de edad o que puede haber bullying en el colegio, puede llegar a ser muy grave. Es fundamental que las entidades escolares y los padres sepan identificarlos. Hay una labor educativa muy grande por hacer. El menor tiene que comunicárselo a alguien y los padres o tutores deben poner al menor en manos de los psicólogos y después, denunciarlo.
Hay una labor educativa muy grande por hacer. El menor tiene que comunicárselo a alguien y los padres o tutores deben poner al menor en manos de los psicólogos y después, denunciarlo.
¿Cómo se puede reconocer el ciberacoso?
Tiene unos requisitos dentro del código penal: la persecución, el hostigamiento, la reiteración, la persistencia en el tiempo… Y a nivel subjetivo debe haber un cambio en la rutina de la víctima, una afectación psicológica y que le haya producido una serie de perjuicios en su vida.
¿Qué tipos de casos llegan?
Lo que más solemos ver son personas que se sienten frustradas ante la negativa. Se conocen en redes sociales y cuando uno dice que no quiere ir más allá, el otro comienza el acoso. También hay mucho chantaje en redes sociales de citas: cuando dos personas se han enviado contenidos de carácter íntimo, uno de ellos luego los utiliza para chantajear a la otra persona, con coacciones amenazas, extorsiones o chantaje.
También me llegan casos de menores pero es otro mundo. Hasta los 18 años se cataloga como bullying y en estos casos la finalidad es diferente: humillar a la víctima, ya sea con memes, vídeos o insultos. Lo que sí nos ha llamado la atención es el aumento de ciberacoso entre adolescentes que han tenido algún tipo de vínculo, porque están confundiendo la forma de amor. En estas edades, una forma de confianza es dar las claves de las redes sociales y se pueden llegar a convertir en víctimas de “ciberstalking”.
¿Qué hacer en caso de sospecha?
Lo primero es capturar todas las pruebas y guardarlas, si podemos las certificamos en google para generar un QR de cadena de custodio digital, que significa que esa prueba no se ha modificado. Las personas no deben tener miedo a grabar conversaciones o vídeos. Si sentimos que podemos ser víctimas de ciberacoso bloqueamos, ignoramos y si continúan, denunciamos ante las autoridades.
¿Es difícil demostrarlo ante el juez?
No desde el punto de vista de la prueba gráfica. Lo que es más complicado de demostrar son los requisitos subjetivos que exige el código penal. Es un delito para el cual es muy importante el informe médico.
¿Se suele denunciar?
No, en primer lugar por la culpa, en segundo, por la vergüenza y en último caso, por la sensación de impunidad que da la pantalla, que la tiene tanto el agresor como la víctima. Yo tengo que convencer a las víctimas para que denuncien y es un poco frustrante. Si la gente supiera que si denuncia va a haber unas consecuencias, los agresores dejarían de hacerlo y las victimas dejarían de tener miedo.
¿Cómo suelen ser las penas?
El ciberacoso tiene una condena máxima de dos años de prisión, pero es un delito que siempre va de la mano de otros como amenazas, coacciones, difusión o extorsión, y tenemos penas de hasta nueve años. Normalmente suele darse la pena baja, porque nuestro código penal es muy garantista y la victima lo que pide realmente es que la dejen en paz.
¿Se entiende que el ciberacoso hace el mismo daño que acosar a alguien presencialmente?
Realmente, para el agresor no, para la víctima sí. Un ejemplo: si tú ves a una persona persiguiendo a otra, todos pensaríamos que es un loco, sin embargo, si tu amiga sigue mirando el Instagram abierto de su ex novio, no nos parece mal. Pero si el exnovio de tu amiga supiera que le miran todos los días el perfil, su sensación sería bastante parecida a si la viera todos los días por la calle.
Desde el punto de vista de la víctima da más miedo por internet porque no saben cuándo pasa, ni a dónde puede llegar, cuánta información conoce y es 24/7 si el agresor quiere. En internet solo existe bloquear pero siempre pueden crear cuentas falsas para continuar su hostigamiento.