21 diciembre 2020

Tedros Adhanom Ghebreyesus: “En la esencia del trabajo de la OMS está siempre la protección de la salud como un derecho humano”

Por Sandra Gómez-Carreño Galán
Fotografía: OMS y Europa Press

  • La comunidad científica ha marcado un hito en la historia de la investigación en vacunas. Ahora la comunidad internacional debe responder convirtiéndolas en un bien público
  • La cobertura sanitaria universal es una prioridad para la OMS. Nadie debería enfermar y morir simplemente porque los servicios sanitarios que necesita son inaccesibles o no se los puede permitir

¿Qué significa este Premio Derechos Humanos de la Abogacía para usted?

Me siento muy honrado por recibir este premio, que hago extensivo a mis más de 800 compañeros que trabajan en la OMS en todo el mundo. Es un reconocimiento a todo el personal de la organización por su trabajo incansable en este año tan complicado, para promover y proteger la salud de la población y salvar vidas del Covid-19.

En la esencia de nuestro trabajo está siempre la protección de la salud como un derecho humano. Este es un elemento fundamental de la constitución de la OMS. Por tanto, recibir este reconocimiento es un valioso recordatorio de que nuestro trabajo está consiguiendo resultados en todo el mundo.

¿Cómo ha afrontado la OMS la pandemia causada por el Covid-19?

Desde que se lanzó la primera alerta el 31 de diciembre de 2019, los equipos de la OMS en todo el mundo se han centrado en promover los avances científicos, acelerar la búsqueda de nuevas soluciones y promover la solidaridad para acabar con la pandemia, proteger a los trabajadores sanitarios y salvar vidas y entornos.

Al mismo tiempo, hemos trabajado también pensando en el final de la pandemia, con la provisión de vacunas seguras y asequibles de forma global, empezando por los trabajadores sanitarios, las personas mayores y otros grupos de riesgo. Por eso, en abril lanzamos el Acelerador del Acceso a las Herramientas para el Covid-19 (ACT por sus siglas en inglés), junto con la coalición COVAX para promover el acceso equitativo a las vacunas, con los presidentes de Francia y la Comisión Europea y la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta histórica iniciativa cuenta ahora con el apoyo de 189 países, junto con los más relevantes científicos y sanitarios del mundo.

¿Cuáles son las principales necesidades actualmente?

En primer lugar, y sobre todo, necesitamos países que financien la iniciativa Acelerador ACT. Necesitamos un fondo de 4,3 billones de dólares para poner en marcha la base de adquisición masiva y distribución de vacunas, diagnósticos y tratamientos como bienes públicos globales. Además, serían necesarios otros 23,9 billones de dólares en 2021. Esta cantidad es menos de la mitad del 1% de los 11 trillones de dólares de paquetes de estímulo anunciados por los países del G20 hasta ahora.

En segundo lugar, necesitamos compromiso político al más alto nivel para que la inversión en el Acelerador ACT se haga efectiva y que la población de más riesgo reciba la vacuna en primer lugar en todos los países.

En tercer lugar, necesitamos asegurarnos de que los países tienen la infraestructura necesaria para asegurar la llegada de la vacuna, los tratamientos y los diagnósticos en todas las comunidades. Vacunar a la población contra el Covid-19 puede ser un gran desafío en todos los países, y para tener éxito los gobiernos y las autoridades sanitarias deben invertir en los sistemas necesarios para asegurar que la población recibe la vacuna.

Y otra parte importante de este proceso será la comunicación a los ciudadanos de la importancia de vacunarse. La respuesta al Covid-19 es algo que debe implicar a todo el mundo. Las personas, de forma individual, también tienen un importante papel, cumpliendo las normas sanitarias para parar este virus.

¿En términos generales, cree que los países están actuando correctamente para evitar las infecciones y la expansión del virus, o por el contrario en algunos casos se está priorizando los intereses económicos?

En muchos países, los gobiernos y sus ciudadanos han implementado medidas efectivas para romper las cadenas de transmisión y reducir los casos. En otros, las economías y la vida social se abrieron demasiado rápido, lo que ha llevado a un repunte de casos. No debería ser nunca una elección entre vidas o economía. La manera más rápida de abrir las economías es acabar con el virus. Los países que están dejando que el virus siga circulando están jugando con fuego.

Promover la solidaridad global y establecer medidas amplias para superar el Covid-19, desde compartir las vacunas hasta poner en marcha medidas de salud pública, ayudará al mundo a recuperarse de forma conjunta, de manera que la revitalización de la economía puede ser más rápida y los daños causados por el virus ser más leves.

¿Cuáles son sus expectativas sobre las vacunas y su efectividad en el corto y largo plazo?

Hay una esperanza real de que las vacunas, combinadas con otras medidas de salud pública, pueden ayudar a acabar con la pandemia. Recientemente, las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y Oxford University y AstraZeneca han objetido resultados muy prometedores en sus ensayos y esto es muy esperanzador.

El significado de estos logros científicos no debe pasarse por alto. Ninguna vacuna en la historia se ha desarrollado de forma tan rápida. La comunidad científica ha marcado un hito en la historia de la investigación en vacunas. Ahora la comunidad internacional debe responder convirtiéndolas en un bien público.

El principio guía de la Iniciativa COVAX es la equidad. Debemos proteger con las vacunas a la población de riesgo de todo el mundo, en lugar de vacunar a toda la población de sólo algunos países. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo. Y en todo caso, en las primeras fases, la vacuna solo llegará a una parte de la población en cada país. Por tanto, es importante que los gobiernos sigan implementando medidas sanitarias y que los ciudadanos las sigan cumpliendo.

¿Cree que la pandemia de coronavirus será erradicada?

Sí, hay esperanza en que derrotaremos a este virus con las vacunas y otras medidas sanitarias que funcionan para prevenir la transmisión. Todas las herramientas que tenemos para luchar contra el Covid-19 se deben usar como parte de una estrategia global, ya que lo que sí parece claro es que el virus permanecerá con nosotros durante un tiempo.

¿Qué lecciones se pueden aprender sobre esta pandemia que nos ayuden a estar preparados para otra en el futuro?

El Covid-19 ha demostrado la importancia de que los países estén preparados para detectar, prevenir y responder a una emergencia sanitaria como los brotes de enfermedades infecciosas.

La principal lección, para todos los gobiernos y sociedades, es que se debe invertir en los sistemas sanitarios para asegurarnos de que están preparados y son fuertes, mejorar los sistemas de alerta nacionales para detectar señales de alarma temprana y poder así equipar a los hospitales para que hagan frente a la llegada de pacientes que necesitan atención.

Y todo esto empieza reconociendo que la salud es un derecho humano, y los gobiernos deben ayudar a los ciudadanos a alcanzar este derecho asegurando la sanidad para todos. Esto solo se consigue con inversión en cobertura sanitaria universal, con una atención primaria fuerte como base.

También necesitamos trabajar de manera más coordinada para abordar los vínculos entre pobreza, desigualdad, cambio climático, salud y muchos otros retos que debemos afrontar.

La esencia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es que están integrados y son indivisibles. No podemos progresar en ninguno sin avanzar en el resto.

Y para tener éxito, necesitamos reimaginar el liderazgo, reforzar la confianza mutual y un compromiso para invertir en un futuro compartido que nos ofrezca esperanza, prosperidad y seguridad para todos.

Además de la pandemia del Covid-19, ¿Qué otras prioridades tiene durante su mandato como director general de la OMS?

Al ser elegido director general de la OMS marqué cinco prioridades clave, en los que la organización está trabajando: avanzar en la cobertura sanitaria universal; reforzar los sistemas de prevención y respuesta a emergencias; mejorar la salud de mujeres y menores; hacer frente a los impactos en la salud del cambio climático; y transformar la OMS para que se centre más en cumplir impactos y resultados medibles y apoyar el refuerzo de los sistemas primarios de salud.

La cobertura sanitaria universal es la principal prioridad. Asegurar que todo el mundo puede acceder a un servicio de salud de calidad es esencial para construir economías fuertes y seguridad sanitaria global.

Como parte de nuestra transformación, la OMS ha reforzado su trabajo en preparación de emergencias y repuesta, y hemos puesto en marcha un Consejo de Control de Preparación Global independiente para identificar fisuras en la preparación de emergencias en cualquier país.

También hemos creado nuestro primer departamento para salud digital e innovación, para asegurar que la OMS está en la vanguardia de la tecnología sanitaria. Hemos nombrado al primer científico que liderará la investigación en enfermedades emergentes y hemos puesto en marcha la Academia OMS, que actualmente está formando a cinco millones de personal sanitario en emergencias.

La Fundación de la OMS es una nueva incorporación para movilizar recursos adicionales, que también ayudará a asegurar la independencia de la organización aumentando el potencial para recibir otras fuentes de financiación para apoyar nuestros proyectos de salud.

Todas estas medidas se han llevado a cabo para reforzar la habilidad de la OMS para cumplir con las necesidades de nuestros estados miembros para conseguir nuestros objetivos comunes de atender a los más vulnerables, mantener al mundo a salvo de emergencias sanitarias y promover la salud.

Durante el tiempo en el que ejerció como ministro de salud en Etiopía, su país natal, mejoró las infraestructuras para hacer más fácil el acceso a la salud para todos, especialmente para los que lo tenían más difícil. ¿Cuántas reformas y cambios hacen falta todavía en África y otras áreas para asegurar que todos pueden tener optar a una sanidad de calidad?

Para asegurar que las futuras generaciones de africanos puedan tener las oportunidades que merecen, los gobiernos deben invertir en salud. Una buena salud permite a la gente aprender y ganarse la vida, emprender y desarrollarse. Esta es la base para el África dinámica y próspera que todos queremos.

Para conseguirlo, se necesita el compromiso político y la colaboración sobre salud en todo el continente. Por eso la cobertura sanitaria universal es una prioridad para la OMS. Nadie debería enfermar y morir simplemente porque los servicios sanitarios que necesita son inaccesibles o no se los puede permitir.

Desde que me convertí en director general de la OMS en 2017, la organización ha llevado a cabo un proceso de transformación dirigido a implementar medidas que tengan impacto en todos los países de África y el resto del mundo para conseguir que el cambio sea una realidad.

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