19 mayo 2016
Cristina Llop, presidenta de la Abogacía Joven: “Versatilidad y facilidad para adaptarse a los cambios, mayores virtudes de la abogacía joven”
La Confederación Española de la Abogacía Jóven celebra del 2 al 4 de junio en Sevilla su XIX Congreso dividido en dos líneas maestras: en una se analizarán las últimas novedades legislativas y la otra tendrá un carácter práctico, mediante talleres y mesas redondas. La presidenta de la Abogacía Joven, Cristina Llop, hace un repaso de las principales preocupaciones de los abogados jóvenes y de los temas que se abordarán en el Congreso de Sevilla.
- ¿Cuáles son los principales objetivos del Congreso que celebrará CEAJ en Sevilla?
El primer objetivo es el formativo, por supuesto. Llevamos unos años de profundas reformas legislativas que nos están exigiendo a los abogados un continuo reciclaje y adaptación. Por ello, hemos intentado diseñar un programa científico que aporte a los compañeros una visión global de todas estas reformas habidas de la mano de reconocidos profesionales. Igualmente, hemos introducido el formato talleres donde se tratarán cuestiones más prácticas del día a día del ejercicio que les ayudarán tanto en el ejercicio propiamente dicho, como en la gestión de sus despachos.
El segundo objetivo, servir de punto de encuentro entre compañeros. Todos sabemos que el inicio en nuestra profesión es duro y solitario por lo que este tipo de eventos tienen un formato que promueven la interrelación entre los asistentes de forma y manera que surjan sinergias entre compañeros de distintas plazas.
Y el tercer objetivo, el reivindicativo que nunca abandonamos, pues hemos introducido una mesa de relación laboral especial donde se abordará la problemática de los falsos autónomos y plantearemos la posibilidad de negociar un convenio colectivo nacional que dé respuesta a las distintas situaciones sufridas por muchos compañeros en sus primeros años de ejercicio en la línea de lo que ya se dejó reflejado en el manifiesto publicado el día 1 de mayo, con motivo del Día del Trabajo.
- ¿Cuáles han sido los criterios y los objetivos para elegir los temas de las seis ponencias, cuatro mesas redondas, seis talleres y la masterclass?
La temática general y la de las distintas ponencias y mesas es consensuada por el Pleno de CEAJ atendiendo a aquellas materias y cuestiones que las Agrupaciones perciben que pueden ser de interés para la abogacía joven. Una vez elegidos, simplemente es buscar a los mejores profesionales que puedan impartir cada una de las materias. En este caso contamos con José Ramón Navarro, presidente de la Audiencia Nacional; Fidel Cadena, fiscal de la Sala 2ª del Tribunal Supremo; Juan Carlos Zapata, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón; Susana González, vicepresidenta de Enatic; Jose María Olmo, periodista de El Confidencial; Óscar Fernández León…
Este año, como decía, hemos introducido además el formato talleres prácticos pues entendíamos que había otras cuestiones que debían ser tratadas de una forma más dinámica que el formato “ponencia” o “mesa” como por ejemplo herramientas TICS, negociación, comunicación no verbal, relación especial laboral, etc…
También hemos incluido una clase magistral (masterclass) de Alejandro Touriño haciéndonos eco de formatos más modernos, más en la línea del “coaching”, que poco a poco se van imponiendo frente al formato clásico a la hora de impartir ciertas materias.
- En la práctica de la abogacía la formación continuada es decisiva ¿Qué importancia va a tener en este Congreso el reciclaje profesional?
Como digo, total. Casi cada día somos testigos de una reforma legislativa nueva y, por ende, de jurisprudencia en evolución que hay que conocer para defender los intereses de nuestros clientes con todas las garantías. Decía aquel (y muchos me habrán oído decirlo mil veces) “o te mueves, o caducas”, y es absolutamente cierto.
Del mismo modo, dentro de esa formación continua, el contacto con otros compañeros es fundamental pues muchas veces la doctrina jurisprudencial menor de una plaza distinta a la tuya puede ayudar a defender tus argumentos en tus propios juzgados y está claro que contar con compañeros de otros partidos con los que disertar y valorar distintos puntos de vista de un caso, enriquece tu ejercicio profesional.
- La incertidumbre política también afecta a la actividad legislativa ¿Cuáles son las principales preocupaciones de la abogacía joven tras las reformas del Código Penal y de la LECrim?
Lo más destacado y lo que más críticas ha suscitado es, desde luego, la prisión permanente revisable; si bien hay otras cuestiones que, nos afectan más en el ejercicio diario como es la despenalización de un importante número de infracciones que han pasado a convertirse infracciones administrativas bajo la cobertura de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana y otras, antiguas faltas, que han pasado a denominarse delitos leves, y que no dejan de ser en realidad un tipo atenuado del delito en sí para cuya defensa sin embargo no es preceptiva la asistencia de letrado que le defienda aunque generen para el condenado antecedentes penales. Ello redunda en una merma de garantías para el ciudadano.
En cuanto a la Ley de Enjuiciamiento Criminal, entre otras muchas cuestiones que se suscitan, la más destacable es sin duda la reducción de los tiempos de instrucción de sumarios que no garantiza una correcta investigación de los hechos obligando a practicar la mayor parte de la prueba en el acto del juicio, y en consecuencia, a que el investigado (antes imputado) deba someterse casi ineludiblemente a él sin apenas posibilidad de quedar exculpado durante la instrucción. Nuevamente, nos encontramos ante una merma del derecho de defensa.
- La profesión de abogado está en constante cambio ¿Qué oportunidades se les abren a los jóvenes abogados con estos cambios?
Dos de las mayores virtudes de la abogacía joven diría que son la versatilidad y la facilidad de adaptarse a los cambios, tanto profesionales como normativos. La mayoría, por edad, son nativos digitales y entienden perfectamente la problemática que suscita la constante evolución tecnológica, adaptándose casi de forma natural a ella y beneficiándose, por un lado, de la accesibilidad a normativa, jurisprudencia y doctrina que brinda internet y que favorece esa formación continua de la que hablábamos antes, y por otra, del escaparate que les proveen las redes sociales.
Antes colgabas tu placa en la calle, y tu despacho -si crecía- lo hacía en virtud del boca a boca. Hoy en día, con un poco de habilidad, cualquier puede diseñarse una página web y posicionarse en internet de forma y manera que cualquier cliente, esté donde esté, puede tener conocimiento de tu despacho y de tus especialidades. Eso abre un campo ilimitado de posibilidades comerciales.
- ¿Están los abogados jóvenes concienciados de los riesgos que impone la ciberseguridad y de los límites de la abogacía digital?
Absolutamente. Y prueba de ello es el impulso que desde las Agrupaciones de Abogados Jóvenes se está dando en esta materia apostando por seminarios, jornadas y cursos orientados precisamente a concienciar y formar a los compañeros para afrontar los nuevos retos que las tecnologías nos exigen, tanto en lo que al ejercicio profesional se refiere (por ej., ciberdelitos), como en relación con la promoción de los despachos (marketing digital, gestión del despacho…)
- En este aspecto ¿Cuáles son los principales retos que debe afrontar la abogacía joven de cara a las nuevas tecnologías?
Creo que el reto de la abogacía joven y no tan joven, es que las nuevas tecnologías no fagociten el ejercicio propio del abogado automatizándolo y desproveyéndole de la humanidad que hace tan grande nuestra profesión.
Me explicaré. Hemos de aprovechar los recursos que nos dan las nuevas tecnologías, desde luego. Nos pueden facilitar el trabajo y ayudar a prestar un mejor servicio al cliente, pero hemos de saber definir los límites y distinguir los riesgos que ello implica cara a nuestra conciliación familiar (nos hemos convertido en abogados 24h) y cara al propio servicio que se da al cliente que siempre debe ser personalizado asumiendo la responsabilidad de tener en nuestras manos problemas a veces muy graves que requieren de atención y tiempo.
Esa atención cada vez está más en riesgo porque la competencia es feroz, no sólo por la agresividad de las campañas publicitarias de determinados despachos, sino por los precios ofertados que muchas veces no pueden cubrir ni los gastos mínimos. El otro día veía una página en la que se anunciaban -sin sujeción a ninguna condición- divorcios a 200€, IVA y procurador incluidos. Creo que esto minusvalora y banaliza el trabajo que realizamos. Pero es solo mi opinión claro está.
En cualquier caso, se están definiendo nuevas formas de despacho y de propio ejercicio a las que habrá que estar atentos.
- ¿Qué diferencias destacaría respecto a Congresos anteriores con el que se celebrará en Sevilla del 2 al 4 de junio?
Fundamentalmente, el formato. Se ha respetado el reglamentario de ponencias y mesas pero introduciendo los talleres y masterclass para dotar al contenido de dinamismo y pragmatismo. Igualmente, la temática ha intentado abarcar todas las jurisdicciones (no sólo la civil y penal, sino también la contencioso administrativa y la laboral) e incluso comprender cuestiones relativas a gestión de despachos, no centrándose solo en las reformas legislativas a pesar de constituir éstas el núcleo temático.
- Aunque no se aborde en este Congreso ¿Qué opina la Abogacía Joven sobre el acuerdo entre la UE y Turquía para expulsar a los refugiados que llegan a Europa?
La abogacía joven ya se han pronunciado públicamente contra ese acuerdo; en primer lugar, por vulnerar toda la legislación internacional y comunitaria sobre protección internacional, asilo y refugio. Toda petición ha de ser atendida individualmente valorando las circunstancias concretas del solicitante; no cabe dar una respuesta común o masiva a las solicitudes formuladas ante las autoridades europeas pues cada caso es diferente y debe ser tratado en consecuencia.
Y en segundo lugar, porque Turquía ha demostrado no respetar los derechos humanos, y ello hace inviable el traslado de las personas que solicitan protección a Europa a este Estado en particular pues ni tienen recursos suficientes, ni la conciencia necesaria para dar una respuesta humanitaria y justa a esta cuestión.
- Los abogados jóvenes están muy involucrados en el Servicio de Asistencia Jurídica Gratuita ¿Cuáles son las principales reclamaciones que se hacen desde CEAJ para mejorar la Justicia Gratuita?
La esencia de cualquiera de nuestras reivindicaciones es, desde luego, la dignificación del turno de oficio. Esa dignificación es un concepto en sí mismo que implica reconocimiento y máximo respeto por el servicio que miles de compañeros prestan los 365 días del año las 24 horas del día y la dedicación con la que asisten a personas sin recursos garantizando su acceso a un derecho fundamental como es la tutela judicial con todas las garantías. La máxima expresión de ese respeto sería el reconocimiento del abogado de turno como autoridad.
Además, esa dignificación que comentaba también exige una revisión y actualización de los baremos de forma y manera que los abogados del turno de oficio perciban una compensación económica acorde al trabajo que realizan, y que la administración se comprometa realmente a efectuar el pago en tiempo, y no un año después como en muchos casos.
A parte de lo anterior, que entiendo fundamental, habría otras reivindicaciones como la formación inicial y el reciclaje formativo de los abogados del turno de oficio con cargo a fondos públicos; el establecimiento de SOJ penitenciario en todas las prisiones financiado por las administraciones competentes; el establecimiento de asistencia jurídica gratuita a los extranjeros internos en los CIEs; el desarrollo de turnos especiales como el de protección internacional o uno de explotación sexual de mujeres…
Y ya puestos a pedir, que en mi tierra, Aragón, el Gobierno autonómico reestablezca el presupuesto para justicia pues los actuales recortes van a llevar al rechazo sistemático de supuestos que objetivamente serían susceptibles de ser beneficiarios de asistencia jurídica gratuita.
En materia de justicia gratuita queda mucho por hacer, desde luego.