31 mayo 2016
Filomena Peláez, abogada del Turno de Oficio de Abogados de Violencia de Género: “El Premio del Observatorio de Violencia Doméstica es un compromiso para hacer mejor nuestro trabajo”
El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género con sede en el Consejo General del Poder Judicial, ha concedido el premio a la labor más destacada en la erradicación de la violencia de género, en el apartado institucional, al Turno de Oficio de Abogados de Violencia de Género. Más de 20.000 abogadas y abogados prestan este servicio, que realizó 47.000 asistencias el pasado año. Filomena Peláez lleva años en ese Turno especial y preside la Subcomisión de Violencia contra la Mujer del Consejo General de la Abogacía Española.
1.-¿Qué supone para la Abogacía este premio concedido por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género?
Es sin duda un impulso muy importante, un reconocimiento a la entrega de tantos buenos abogados y abogadas. También un compromiso para hacer nuestro trabajo diario lo mejor posible y de los Colegios de Abogados, que debemos ofrecer a los letrados y letradas adscritos a este Turno la formación inicial y continuada necesaria y la mejor organización para prestar el mejor servicio.
2.- ¿Qué define a un abogado del TO de Violencia?
Nuestro compromiso con la mujer, que es nuestra cliente, va más allá del habitual compromiso del abogado con su cliente, por cuanto nos encontramos con una víctima con características especiales. Quien la maltrata es muchas veces el hombre al que quiere, el padre de sus hijos y quien en muchas ocasiones sostiene a la familia. Eso unido a la vergüenza, mezclada con su sentimiento de culpa y el temor a qué va a ser de ella y de sus hijos, hace en muchas ocasiones muy complicado nuestro trabajo.
3.- ¿Es necesario que el abogado o abogada tenga alguna cualidad además de experiencia y sólidos conocimientos jurídicos?
Es absolutamente necesario para prestar la mejor asistencia y asesoramiento tener -además de conocimientos técnico-jurídicos actualizados, por supuesto- empatía con la víctima. Esto solo se consigue si se conocen las causas estructurales de la violencia de género y cómo es el ciclo de la violencia. De no ser así, se encontrará con reacciones de la mujer víctima de violencia aparentemente contradictorias o ambiguas que no sabrá interpretar, traducir, y por tanto no realizará adecuadamente su trabajo en defensa de los intereses y derechos de la mujer e hijos víctimas de violencia de género.
4.- La Abogacía, a través de la Subcomisión de Violencia de Género que usted preside, siempre se ha mostrado partidaria de que la asistencia letrada a la víctima se preste antes incluso de interponer la denuncia. ¿Por qué?
Sí, es una reivindicación que desde que se creó la Subcomisión de la mano de Carlos Carnicer y presidida por la entonces decana de Huesca, Mª José Balda, se ha venido repitiendo como una letanía. Aún no lo hemos conseguido, aunque se va abriendo paso en las últimas reformas legales la necesidad de la asistencia letrada en el momento inmediatamente previo a la formulación de la denuncia. Por su importancia, seguimos insistiendo en que -como para el presunto agresor- también para la víctima sea preceptiva la asistencia letrada desde el primer momento, porque el asesoramiento jurídico en ese momento es clave para que la víctima tenga conocimiento de las consecuencias del camino que va a emprender, y pueda prepararse para admitirlo y protegerse. Solo después de haberla informado y asesorado sobre las consecuencias y efectos que puede tener su denuncia, ella deberá decidir si quiere presentarla o no.
5.- En su opinión, ¿qué reformas legales de las aprobadas en la última legislatura son más importantes para luchar contra la VG?
Han sido muchas las reformas legales y todas importantes. Algunas de ellas son el Estatuto de la Víctima del Delito, la reforma del Código Penal, las leyes de modificación del sistema de protección a la Infancia y a la Adolescencia, las modificaciones de la L.O 1/2004, de la LECrim. Ahora solo falta que existan recursos para aplicarlas y voluntad para interpretarlas respetando su espíritu y su letra. Ya veremos.
6.- ¿Cree que son necesarias algunas más?
Sí, creo que es absolutamente necesario un pacto de Estado para erradicar la violencia de género. Solo así podremos borrarla y conseguir que toda la sociedad la considere una ignominia que califique no solo a quien la ejerza, sino también a quien la disculpe o minimice. Creo que sin duda debe hacerse hincapié en las leyes educativas, porque una sociedad democrática y madura debe preservar sus valores lejos de consignas políticas, poniendo el acento en educar en igualdad y desterrar estereotipos obsoletos, de tiempos pretéritos. Eso no tiene color político y no debería ser difícil llegar a un consenso.
7.- ¿Está de acuerdo con que se exima a la víctima de la obligación de declarar contra su agresor, como ha pedido la Fiscalía de VG?
Esa es una cuestión muy espinosa, porque no somos ajenos a que ciertamente en muchas ocasiones es la llave para la impunidad del agresor. Pero también somos conscientes de la encrucijada en la se sitúa a la mujer entre el delito de falso testimonio y el delito de desobediencia. Ella es nuestra cliente y, aunque muchas veces no compartamos su criterio, nuestra obligación es seguir sus instrucciones y si decide acogerse al artículo 416.1 de la LECrim, por supuesto respetarlo. No abogamos por la eliminación de la dispensa del deber de declarar, al menos hasta que no se produzca una reforma como en Francia donde se exonera a estas víctimas de la obligación de prestar juramento.
8.- Además de las reformas legales, ¿qué más se puede hacer para acabar con la VG?
Educar en igualdad. Esa es la clave. Y eso se hace en casa, en el colegio, en la sociedad, en cualquier acto cotidiano. La igualdad tiene que impregnar la vida, solo así se arrinconará esta violencia.
9.- ¿Es verdad que hay un cierto retroceso en los avances que se han hecho y los jóvenes aceptan conductas que pueden derivar en delitos de VG? ¿La edad de las víctimas y de los agresores ha bajado?
Si, es cierto. Cierto y lamentable. Cuestiones que estaban superadas hace veinte años han sufrido un retroceso y hay arquetipos de relaciones de la época de nuestras madres o abuelas. La mujer joven no es consciente de que se la cosifica y se la posee por su pareja. Las redes sociales y la TV ha fomentado conductas de hombres jóvenes hacia sus parejas que, disfrazándolas de amor romántico, no son nada más que actos de control (“donde estás”, “qué haces ahí”, “con quien hablas”, “por qué no me contestas”, “por qué no te has conectado”, etc.)
10.- Después de tantos años como abogada del TO especial de VG, ¿hay algún caso que le haya afectado especialmente?
A todos mis compañeros y compañeras nos ha afectado especialmente algún caso, no soy diferente. En esos momentos, algunos muy dolorosos, no puedes olvidar que eres jurista, que esa mujer confía en ti y en que tú sabrás defenderla con la ley y con la fuerza que a ella le falta. Y entonces, intentas comerte el mundo.