22 julio 2016
Alfredo Irujo asume la presidencia del Consejo de Navarra
El anterior decano del Colegio de Abogados de Pamplona, Alfredo Irujo, ha tomado posesión del cargo de presidente del Consejo de Navarra. En el discurso que pronunció tras asumir la dirección del órgano consultivo superior de la Comunidad Foral, Alfredo Irujo aseguró que los miembros del Consejo de Navarra harán “cuanto esté en nuestras manos para mantener el prestigio de la institución, sirviendo a Navarra con autonomía, rigor, independencia y libertad”.
Alfredo Irujo estuvo acompañado por la presidenta del Consejo Superior de la Abogacía Española, Victoria Ortega, la decana del Colegio, Blanca Ramos, y los restantes miembros de la Junta de Gobierno del Colegio; así como de su predecesor como decano del Colegio, Javier Caballero; y por varios compañeros de la Junta de Gobierno del Colegio durante la presidencia de Irujo. El acto, celebrado en el Archivo de Navarra, estuvo presidido por la presidenta de Navarra, Uxue Barkos. También asistieron al acto, por parte del Gobierno, el vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y el consejero de Salud, Fernando Domínguez.
En su intervención, la presidenta Barkos felicitó a Alfredo Irujo y le deseó que desempeñara sus obligaciones “con acierto y brillantez, como estoy segura que ocurrirá, habida cuenta su larga e intensa carrera profesional”. “Quienes ejercemos responsabilidades en las instituciones públicas –ha dicho la presidenta Barkos- debemos tener siempre muy clara la idea de que, más allá de cada trabajo concreto que realizamos, más allá de la relación directa y habitual con personas o entidades concretas que se derivan de nuestra función, estamos al servicio del conjunto de la ciudadanía y por tanto debemos esforzarnos en conocer la realidad del conjunto de los hombres y mujeres que componen nuestra sociedad: sus problemas, sus expectativas, sus opiniones. Solo así afrontaremos eficaz y cabalmente nuestra misión de servicio público”.
La presidenta se mostró convencida de que, con el acto celebrado hoy, “se abre un nuevo ciclo de actividad del Consejo de Navarra, en el que estoy segura que se va a profundizar en la importante tarea que tiene encomendada, velando por el cumplimiento del ordenamiento jurídico y garantizando el buen rumbo de las decisiones adoptadas por las distintas instituciones y entidades consultantes, todo ello en favor del progreso y desarrollo de la sociedad navarra”.
En su discurso, Alfredo Irujo afirmó que los miembros del Consejo de Navarra harán “cuanto esté en nuestras manos para mantener el prestigio de la institución, sirviendo a Navarra con autonomía, rigor, independencia y libertad”.
A continuación, Irujo consideró que “la función consultiva debe ser entendida, efectivamente, como una actividad de asesoramiento jurídico, y también como una actividad de control jurídico de la conformidad de la acción pública al ordenamiento jurídico“, dos actividades destinadas a “garantizar el respeto al conjunto de valores, principios y normas que conforman el ordenamiento jurídico“.
Asimismo, el nuevo presidente del Consejo de Navarra recordó que la abogacía “debe servir de modelo de la independencia y libertad con la que ha de manifestarse el Consejo de Navarra, su presidente y sus consejeros y consejeras en el ejercicio de sus cargos“.
El relevo en la presidencia del Consejo de Navarra obedece a la aplicación de la Ley Foral aprobada recientemente por el Parlamento de Navarra con el fin de mejorar su funcionamiento y garantizar la cualificación técnica, la neutralidad política y la imparcialidad de sus miembros.
Según destacó la presidenta Barkos, “con la aplicación de esta nueva normativa deja de haber en el Consejo vocales propuestos por el Gobierno y la totalidad de los mismos pasan a ser elegidos por el Parlamento de Navarra, con lo que se reducen de siete a cinco los miembros de este órgano”. Con ello, “y con la exigencia de mayoría absoluta parlamentaria para la selección de todos los integrantes, se pretende evitar una posible subordinación jerárquica respecto al Ejecutivo de cada momento y se intenta, también, garantizar la libertad, la pluralidad y la independencia, que deben ser valores básicos de un órgano de estas características”, dijo Uxue Barkos.