Alicia Vega, abogada del Turno de Oficio: “No concibo ejercer la Abogacía y no formar parte del Turno de Oficio”

Alicia Vega está colegiada en el Colegio de Abogados de Toledo y presta servicios en el Servicio de Orientación Jurídica del Colegio (SOJ) y en el Servicio de Orientación Asistencia Jurídica Penitenciaria (SOAJP). También es presidenta de la Asociación de Abogados del Turno de Oficio de Toledo (ASATO).

Esta mujer jurista compatibiliza sus funciones de letrada con su vida familiar, siendo madre de dos hijos. Confiesa que en su tiempo libre le gusta desconectar practicando pilates y yoga. Además, reconoce que es una lectora empedernida a la que le encanta la novela negra. “Entre mis escritores preferidos de este estilo están Francisco García Pavón, Andrea Camilleri, Vázquez Montalbán, Fred Vargas y  Petros Márkaris”, añade. También le encanta el cine clásico, los musicales, las películas de Star Wars, aclarando que su pasión es “la trilogía original” así como la música de John Williams.

Pregunta.- ¿Por qué está en el Turno de Oficio? 

Respuesta.- Estoy en el Turno de Oficio porque no concibo ejercer la Abogacía y no formar parte de él.

P.-¿Qué le aporta, profesional y personalmente, que no tenga en su ejercicio profesional?

R.- Me proporciona una gran satisfacción personal saber que mi trabajo y mis conocimientos técnicos pueden ayudar a personas que carecen de recursos o habilidades para resolver sus problemas con la Administración de Justicia.

P.- ¿Recuerda algún caso que le haya marcado especialmente?

R.- Me perturban los abusos en crisis familiares, generalmente en el régimen de estancias y comunicaciones con los hijos, los casos de irresponsabilidad parental o la toma de decisiones sin contar con el otro progenitor. Todo ello, basándose simplemente en las desavenencias personales que tiene la pareja y que les han llevado a la ruptura de la convivencia. Me parece intolerable que se trate a los hijos como objetos de derecho y no como sujetos de derecho.

P.- ¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo la abogacía? ¿Y el Turno de Oficio?

R.- Este año he cumplido 25 años de ejercicio profesional. En todo ese tiempo, solo cuando mis hijos eran muy pequeños dejé de  ejercer en el Turno de Oficio porque no podía conciliar la vida profesional con la familiar, lo que coincidió también con un cambio de localidad de residencia y la colegiación en Toledo.

P.- ¿En qué turnos está inscrita?

R.- Penal, Menores, Penitenciario, Violencia de Género, Civil, Familia, Extranjería y Social.

P.- ¿Ha recibido por parte de su Colegio alguna formación específica? ¿Cuál?

R.- He participado en todos los cursos y jornadas organizadas por el Colegio en las materias que me interesan, que son prácticamente todas: Menores, Penitenciario, Extranjería, Violencia de Género y, cuando ha habido modificaciones relevantes, del Código Penal, LeCrim, Seguros, Social, etc.

Para que un cliente confíe en nosotros como profesionales de la Justicia, la seguridad debe presidir todas nuestras acciones y por eso es imprescindible que tengamos la mejor formación. También acudo anualmente a diferentes Congresos en materias específicas que me resultan relevantes, porque me permiten estar al día de las reformas legislativas, de las soluciones jurisprudenciales y compartir experiencias con otros letrados.

 P.-  ¿Dedica el mismo tiempo y los mismos recursos a un caso que le llega por el Turno de Oficio que a uno privado?

R.- Lo que a mí me interesa es el caso en sí mismo, con independencia de cómo entra en el despacho. Y le dedico al asunto todo el tiempo que necesita, sin distinciones.

P.-  Como ejerciente en el Turno de Oficio, ¿siente que se le valora  socialmente?

R.- No. Mis clientes de oficio están satisfechos con el trato que reciben, aunque como es lógico los resultados no siempre puedan ser de su completo agrado. La clave es la información que se les da de la tramitación del procedimiento y de sus posibilidades. La información da tranquilidad, pero en la sociedad en general son frecuentes los comentarios despectivos hacia la labor que en su conjunto prestamos los abogados de oficio: de poca dedicación por la escasísima remuneración que se percibe o la formación de los profesionales, que creo injusta e incierta.

Ahí están las letras de algunas canciones o películas con comentarios desafortunados que nos desprestigian. No contribuye a la valoración de nuestra labor profesional el trato indigno que recibimos por parte de las Administraciones. La falta de medios de la Administración de Justicia, los retrasos, incomprensibles para el justiciable que puede atribuirlo al trabajo, o la falta de él, del letrado y menos aún las irrisorias compensaciones que percibimos por nuestro trabajo no nos ayudan.

P.- ¿Por qué cree que la Justicia Gratuita y el Turno de Oficio están menos valorados socialmente que otros servicios públicos como sanidad o educación?

R.- Creo que se basa principalmente en el desconocimiento. Todos vamos al médico, todos hemos recibido una educación que ha llegado más o menos lejos y sabemos de lo que hablamos, pero son menos los que se ven en la necesidad de solicitar Asistencia Jurídica Gratuita. Hay menor visibilidad.

P.- ¿Cree que la ciudadanía entiende la importancia del Turno de Oficio? ¿Por qué?

R.- No. Como ya he dicho antes, se trata de desconocimiento, de falta de información. En mi despacho entran personas que ya han solicitado el beneficio del derecho de Asistencia Jurídica Gratuita y más o menos saben lo que hay y, lo que no saben yo procuro explicárselo. Pero también presto mis servicios en el Servicio de Orientación Jurídica del Colegio de Abogados y escucho con bastante frecuencia a personas que me dicen que nadie les había informado que existía este recurso o que podían solicitar una abogado de oficio. Prestamos un servicio público que es desconocido para una gran parte de la población y que deriva en una pérdida de derechos para los ciudadanos.

P.- ¿Cómo le explicaría a los ciudadanos lo que significa el Turno de Oficio?

R.- Los abogados de oficio satisfacemos el derecho a la tutela judicial efectiva reconocido por la Constitución, permitiendo al beneficiario enfrentarse al proceso con las garantías de igualdad de partes e independencia, sin que ello se pueda ver afectado por la situación económica. Gracias a la Justicia Gratuita ningún ciudadano se queda sin defensa por falta de medios, y funciona a pesar de los numerosos obstáculos que debemos sortear o superar.

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