14 junio 2018
Ana Palacios, periodista: “Cualquier forma de sometimiento de una persona sobre otra es ‘trata’ y una forma de esclavitud”
Por Ana Sanz
Ana Palacios (Zaragoza, 1972) es periodista y fotógrafa documental. El próximo 21 de junio presentará en Madrid el documental “Niños esclavos. La puerta de atrás”. Un proyecto que relata en 25 minutos historias de vida de varios menores de África subsahariana en proceso de salida de la esclavitud infantil. Después de quince años trabajando en producción de cine internacional, en 2010 decide cambiar su trayectoria profesional hacia la fotografía documental visibilizando comunidades vulnerables de la mano de ONG como UNICEF, Manos Unidas o África Directo.
Es una de las treinta fotógrafas que ha participado en la Exposición “Iguales en Derechos. Abogacía por la Igualdad”, organizada por la Fundación del Consejo General de la Abogacía Española. El tema de las obras es la Igualdad-Desigualdad entre hombres y mujeres, una denuncia de la brecha que sigue existiendo.
- Por primera vez se documenta la esclavitud, el rescate, la rehabilitación y la devolución a sus familias de niños víctimas de trata en África Occidental, la región con más niños esclavos del mundo, ¿Cómo surge el proyecto?
Oí hablar por primera vez de la rehabilitación de los niños esclavos al responsable del centro de la alegría infantil de Mensajeros de La Paz con el que coincidí en Madrid. Conocía el drama de los niños soldado, el de las niñas víctimas de explotación sexual y la prostitución, pero no había oído hablar de un término tan desgarrador como “niños esclavos” y mucho menos sabía que en África del Oeste -la zona del mundo con mayor número de niños víctimas de alguna forma de esclavitud del mundo- era una costumbre socialmente aceptada que los padres vendieran a sus hijos. Fue así como se despertó mi curiosidad periodística y decidí investigar a fondo este problema tan desconocido en Occidente.
- El proyecto se ha realizado a lo largo de tres años de trabajo, cuatro viajes a terreno y cinco meses de convivencia con esta realidad y sus protagonistas en Togo, Benín y Gabón, ¿Qué ha sido lo más duro de documentar?
Encontrar a niños que son incapaces de articular ni una palabra debido a los traumas físicos y psicológicos que han vivido y que les bloquean emocionalmente por completo.
- Relata en el documental las historias de vida de más de cincuenta niños esclavos que han conseguido encontrar y atravesar esa “puerta de atrás” para recuperar su infancia interrumpida, ¿Cuánto tiempo necesitan esos niños para volver a ser “niños”? ¿Qué proceso se sigue una vez se localizan como esclavos?
Depende del tiempo que el niño haya estado bajo alguna forma de esclavitud, de su edad, de su carácter, de si ha sufrido o no agresiones físicas, de sus orígenes familiares… son muchos los factores que intervienen en el éxito de su recuperación por eso es difícil establecer un plazo concreto para su reinserción.
Tras su rescate, lo primero es identificar a los menores, saber su zona geográfica de origen para tratar de encontrar a su familia. Paralelamente, se lleva a cabo un complejo proceso de rehabilitación que no consiste sólo en darles comida y ofrecerles un techo a esos menores, sino en ofrecerles apoyo psicológico, revisiones médicas, escolarización, facilitar que refuercen su autoestima, garantizarles la protección y que se sientan seguros, que recuperen la confianza en los adultos… que vuelvan a jugar u ofrecerles una capacitación profesional para que puedan ser autónomos y no depender de ningún adulto. Incluso se les facilita asistencia jurídica para buscar y arrestar a sus traficantes. Un apoyo integral al menor habitualmente largo y costoso.
- ¿La trata de personas es la “esclavitud moderna”?
El término “esclavitud moderna” engloba todas las vulneraciones que describe la trata de personas en el protocolo de Palermo firmado en el año 2000. Cualquier forma de sometimiento de una persona sobre otra es “trata” y también es una forma de esclavitud, por eso se podría decir que son conceptos análogos.
- ¿A qué tipo de abusos se ven sometidos los niños?
Son menores a los que se les aleja de sus familias, lo cual fomenta el desarraigo y la desorientación, se les obliga a mendigar, o niñas adquiridas para trabajar como servicio doméstico, obligadas a prostituirse, o puede que se los lleven al campo a recolectar o a picar piedra a las canteras, o si es en zonas urbanas es probable que les obliguen a vender verduras en los mercados locales durante 10 horas. Otra forma de esclavitud moderna es también el matrimonio infantil, niñas obligadas a casarse con adultos o la captación de niños para ser soldados en conflictos armados. Hasta pueden ser raptados para extraer sus órganos y traficar con ellos. Las vulneraciones son muchas y todas atroces.
- Dentro de las ONG, instituciones y misioneros hay abogados que tratan de ayudar a resolver esta situación, ¿Cuál es el papel de los abogados cuando tratan casos de esclavitud infantil?
Encontrar a las personas que han traficado con los menores, denunciarlos, ganar el juicio y, en última instancia si se demuestra que es culpable, que les lleven a prisión.
- En el caso de las niñas, la explotación es doble o triple, ¿En qué condiciones se encuentran cuando son rescatadas?
Suelen estar aterrorizadas y avergonzadas. Es complicado que quieran compartir sus experiencias de abusos sexuales hasta que no pasa un tiempo. Lo primero es hacerles un examen médico para descartar embarazos o enfermedades de transmisión sexual y si están enfermas, comenzar el tratamiento para recuperar su salud.
- Cuenta en el documental que muchas veces la propia familia o alguien cercano de los niños actúa como traficante. Disfrazan la compraventa como un favor que se le hace a esa familia e incluso al niño, ¿Cómo pueden las familias proteger a sus hijos de esta práctica?
La extrema pobreza es el origen de muchas de estas situaciones. Muchas veces estas familias se ven obligadas a prescindir de alguno de sus hijos porque directamente no los pueden alimentar a todos. A eso se suma que es una práctica habitual y socialmente aceptada, ya que llevan más de cinco siglos, con la captación de esclavos que llevaban al nuevo mundo, viviendo el comercio de personas como un negocio. Esto se une a un desconocimiento generalizado de la población de muchas zonas de estos países de que los niños tienen derechos que han de ser respetados como su salud, su escolarización, vivir en familia e ignoran que es un delito vulnerarlos. Por tanto, la protección de esos menores viene con una intensa sensibilización a las comunidades sobre los derechos del niño y sobre las consecuencias penales que puede tener vulnerarlos.
- ¿Es posible erradicar la esclavitud infantil? ¿Puede la educación combatir la pobreza?
Definitivamente sí. Aunque es una labor compleja y que lleva tiempo. Se trata de concienciar y sensibilizar a toda la sociedad, desde los gobiernos hasta las patronales, sindicatos, medios de comunicación, escuelas… Educar a esos padres de que no deben vender a sus hijos y a esos niños de que tienen derechos, e incluso formar a las autoridades para que hagan cumplir la ley.
- En abril de 2014, Boko Haram secuestró a 276 alumnas de una escuela pública, ¿Cómo pueden los niños protegerse ante este tipo de secuestro que pretende utilizarlos para cometer atentados?
Los niños muchas veces son frágiles y vulnerables y no pueden protegerse, son los gobiernos los que deben garantizar la seguridad de sus ciudadanos.