19 octubre 2015
Carnicer entrega las medallas al Mérito de la Abogacía a Juan María Zuza y Jesús Beguiristáin
El presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, ha hecho entrega a los letrados Juan María Zuza Lanz y Jesús Beguiristáin Gúrpide de sendas medallas de oro al Mérito al Servicio de la Abogacía en un acto celebrado en la sede del Colegio de Abogados de Pamplona (MICAP). Durante la ceremonia, que ha contado con la presencia del decano del MICAP, Alfredo Irujo, se ha dado la bienvenida a cuatro abogados incorporados recientemente al Colegio: Javier Hernández Aguirre, Jorge Andía Celaya, Maite Ciervide Tapiz e Ignacio Zuza Ruiz de Alda. En su intervención, Carlos Carnicer ha hecho un llamamiento a los letrados para que se impliquen en la defensa de los derechos “de los más débiles”, y ha destacado que ya son más de 1.200 los que se han inscrito en el registro creado para atender a los inmigrantes.
Alfredo Irujo ha abierto el acto con una breve intervención en la que ha recordado que tanto Juan María Zuza como Jesús Beguiristáin fueron miembros de la Junta de Gobierno del MICAP en un momento de profundos cambios en el Colegio siendo decano Ángel Ruiz de Erenchun. “Estábamos en deuda con ellos por su contribución a la modernización del Colegio, con el que hoy siguen colaborando de manera desinteresada. Con la entrega de estas medallas se hace justicia con unos compañeros que de forma generosa y callada han contribuido a conseguir lo que hoy es el colegio”.
Intervención de Carlos Carnicer
Ha cerrado el acto el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Carlos Carnicer, quien tras felicitar a los galardonados ha recordado que las medallas al Mérito al Servicio de la Abogacía fueron instituidas a raíz de una iniciativa de Ángel Ruiz de Erenchun “y hartos de estar mendigando al Ministerio de Justicia las cruces de San Raimundo de Peñafort”. Carnicer, como los homenajeados, ha tenido palabras para los abogados jóvenes, a los que ha pedido que lleven “a gala y con orgullo esta profesión”.
“Mantened el sentido de la generosidad, pero sobre todo ejercer muy bien la profesión. Preguntad a vuestros compañeros, a la Junta de Gobierno, no actuéis a ciegas, el cliente lo merece, el cliente es el eje de toda la Justicia”, ha afirmado el presidente de la Abogacía, que además ha exhortado a los jóvenes a “ser felices y hacer felices a los que os rodean.
Buena parte de su intervención ha sido una encendida defensa de los derechos humanos, y en este sentido se ha referido al drama de los inmigrantes que llegan a Europa huyendo de la guerra y la miseria, haciendo un llamamiento a los abogados a auxiliarles. Carlos Carnicer ha aplaudido el hecho de que sean ya más de 1.200 los letrados inscritos en el registro abierto para dar “asesoría sobre derecho y defender los derechos humanos” de los inmigrantes, en definitiva, “para defender a los más débiles”. Se ha preguntado si “somos molestos” para alguien al denunciar las injusticias, y su respuesta ha sido concluyente: “Os animo a seguir siéndolo”.
Miguel Martínez de Lecea, diputado de la Junta de Gobierno del MICAP, ha glosado la figura de Juan María Zuza, de quien ha destacado tanto su competencia profesional como su disposición permanente a “prestar conocimiento y experiencia” a todos los compañeros que se lo solicitan, en una “desinteresada vocación de servicio a los demás” que constituye “un ejemplar ejercicio de la abogacía”.
Tras recibir la medalla, Juan María Zuza ha dicho que le hacía mucha ilusión el reconocimiento de que era objeto “porque proviene de mis compañeros de profesión y porque tengo el gran honor de compartirla con Jesús Beguiristáin”. A continuación se ha dirigido a los jóvenes que se incorporaban al Colegio, entre los que se encontraba un hijo suyo, para advertirles que deben seguir formándose “permanentemente y a lo largo de toda vuestra vida profesional”, ofreciéndose para ayudarles cuando lo precisen.
Principios de la profesión
El homenajeado les ha señalado que no están únicamente al servicio de sus clientes, sino “de la sociedad entera”, por lo que les ha animado a observar los que a su juicio son los principios que deben orientar el trabajo de un abogado: deontología ética, espíritu de concordia, búsqueda del acuerdo, independencia, integridad, no recurrir nunca a la competencia desleal y mantener una relación correcta con los compañeros de profesión, el Colegio, la Administración de Justicia y con los clientes, los propios y los de la parte contraria. Ha finalizado su intervención con un emocionado recuerdo a sus padres y con la afirmación de que seguirá trabajando como abogado, y que si volviera a nacer, elegiría de nuevo esta profesión.
El abogado Diego Sánchez ha leído la laudatio de Jesús Beguiristáin. Lo ha definido como un letrado “que tras 40 años de ejercicio se sigue poniendo la toga todos los días del año, es un abogado en toda la extensión de la palabra”. Ha elogiado su rigor jurídico y la firmeza de sus convicciones, que le hacen llevar hasta el final la defensa de lo que considera justo, y ha dicho que siempre está al servicio de quien lo necesita, resaltando además que se trata de un “compañero excepcional, respetuoso, culto, ¡y un gran osasunista!” Para demostrar su carácter afable ha asegurado que nadie lo ha visto enfadado, “a pesar de que Osasuna le ha dado motivos”.
Jesús Beguiristáin, ya con la medalla colgando del cuello, ha coincidido con el otro homenajeado al destacar la satisfacción que le producía recibir un reconocimiento que proviene de sus compañeros, ya que ambos galardones les han sido otorgados a propuesta del Colegio, y porque le ha sido entregado al mismo tiempo que a Juan María Zuza. Como él, se ha dirigido a los abogados que ahora comienzan su andadura profesional para darles dos consejos: que mantengan unas relaciones de lealtad con sus compañeros y que colaboren con el Colegio, participando en sus actividades e integrándose en las comisiones como él lo ha hecho “con sumo gusto y recibiendo mucho más de lo que he aportado”.