05 octubre 2021

Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación: nuevas firmas y revisión firme y oportuna

El tema de la desinformación sigue ocupando un lugar destacado en la agenda de la Comisión. Ocho nuevos signatarios se han sumaron ayer al proceso de revisión del Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación en la última reunión de la asamblea de signatarios, y han expresado su voluntad de asumir compromisos en virtud de la versión reforzada.

El Código es el primer marco mundial de este tipo que establece compromisos por parte de las plataformas y la industria para luchar contra la desinformación. La revisión del Código se basa en las directrices de la Comisión Europea publicadas en mayo, que indican la manera en que debería reforzarse el Código actual para dar una respuesta firme a la desinformación. Se necesitan esfuerzos adicionales para reducir el flujo de desinformación perjudicial, tal y como demuestran las recientes campañas electorales y los informes de los signatarios sobre el programa de seguimiento de la desinformación en materia de COVID-19. El Código actual fue un buen primer paso en esta dirección, pero la evaluación de la Comisión realizada en 2020 puso de manifiesto graves deficiencias. Entre ellas cabe citar la aplicación incoherente e incompleta del Código en todas las plataformas y Estados miembros, las lagunas en la cobertura de los compromisos del Código, la falta de un mecanismo de seguimiento adecuado con indicadores clave de rendimiento, la falta de compromisos sobre el acceso a los datos de las plataformas para la investigación sobre desinformación y la limitada participación de las partes interesadas, sobre todo de las del sector de la publicidad. La Comisión espera que los signatarios sigan de cerca las directrices a la hora de revisar el Código a fin de cerciorarse de que se ajuste a las expectativas de un instrumento sólido de la UE.

La Comisión pide a todas las demás partes interesadas que puedan contribuir al Código reforzado y estén dispuestas a asumir compromisos relacionados con sus servicios que manifiesten su interés en convertirse en signatarias del Código reforzado y que se sumen al proceso de redacción lo antes posible. Esta convocatoria se dirige en particular a las plataformas establecidas y nuevas activas en la UE, a las partes interesadas pertinentes del ecosistema publicitario en línea (por ejemplo, intercambios de anuncios, proveedores de tecnología ad hoc, marcas que se benefician de los anuncios, agencias de comunicación), a otros agentes que presten servicios que puedan utilizarse para monetizar la desinformación (por ejemplo, servicios de pago electrónico, plataformas de comercio electrónico, sistemas de microfinanciación colectiva o donaciones), a los servicios privados de mensajería y a las partes interesadas que puedan contribuir con recursos o conocimientos al funcionamiento eficaz del Código. El Código reforzado debe incluir nuevos compromisos adaptados en función del tamaño y la naturaleza de los servicios prestados por los signatarios, y se espera que estos asuman los compromisos pertinentes en relación con todos sus servicios.

El Código de Buenas Prácticas se creó en octubre de 2018. Tal como se anunció en el Plan de Acción para la Democracia Europea, la Comisión emitió en mayo de 2021 directrices encaminadas a reforzar el Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación para solventar las deficiencias detectadas en la evaluación del Código realizada por la Comisión en 2020 y se basa en las enseñanzas extraídas del programa de seguimiento de la desinformación en materia de COVID-19. La propuesta de la Comisión relativa a la Ley de servicios digitales (DSA) establece un marco de corregulación para los códigos de conducta, tal como el Código de Buenas Prácticas.

En las directrices se pide que se refuercen todos los capítulos del Código: debe reducirse la monetización de la desinformación, deben intensificarse las medidas contra las técnicas de manipulación y los usuarios deben tener acceso a herramientas para comprender y señalar la desinformación y navegar con seguridad en el entorno en línea. El Código también debería aumentar la cobertura de comprobación de datos en todos los Estados miembros y lenguas, y mejorar notablemente el acceso a los datos de las plataformas para la investigación. Los signatarios también deben crear un centro de transparencia de acceso público, y un grupo de trabajo permanente se encargará de adaptar el Código a la evolución tecnológica, social, legislativa y del mercado. El Código reforzado debe complementarse con un marco de seguimiento eficaz, basado en indicadores clave de rendimiento claros para medir la eficacia de las acciones llevadas a cabo en virtud del Código de 2021. Se prevé que los firmantes presenten el Código revisado a finales de 2021.

Durante la crisis de la COVID-19, los signatarios participaron en un programa de seguimiento específico. Este ha demostrado ser una medida de transparencia útil para garantizar la rendición pública de cuentas de las plataformas y ha sometido el Código a una prueba de resistencia. Al mismo tiempo, el programa COVID-19 ha puesto de manifiesto una serie de deficiencias que hay que subsanar mediante el Código reforzado.

 

Fuente: https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/ip_21_4945

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