11 octubre 2017
Competencias digitales del abogado y herramientas tecnológicas
Por Rafael Guía Llobet, bibliotecario Junta de Gobierno y responsable de formación del Colegio de Abogados de Valencia
INTRODUCCIÓN
Las competencias digitales (en inglés, e-skills) son un conjunto de conocimientos, capacidades, destrezas y habilidades, en conjunción con valores y actitudes, para la utilización estratégica de la información, y para alcanzar objetivos de conocimiento tácito y explícito, en contextos y con herramientas propias de las tecnologías digitales.
Por tanto desde la Abogacía institucional debemos plantearnos la siguiente cuestión: ¿Estamos al día en la formación de las competencias digitales necesarias para el ejercicio de la abogacía?
Y ello porque, como decía en un artículo Miguel Pappenheim Garrigues, abogado y director de Desarrollo de Negocio STERLING Abogados:
«La Digitalización de la Abogacía no es ya un reto sino una realidad, revolucionaria en muchos aspectos por la forma con que rompe con lo actual y lo establecido, y requiere de un conocimiento en profundidad de las reglas técnicas y jurídicas que gobiernan el desarrollo de las nuevas relaciones interpersonales (Redes Sociales), de negocio (B2B y P2P) y de los poderes públicos (relaciones con la Administración Pública Electrónica) basados en las Tecnologías de la Información y la Comunicación.»
La obligación de formar en competencias digitales surge del mandato legal del Real Decreto 1065/2015, de 27 de noviembre:
- Todos los abogados, procuradores, graduados sociales, abogados del Estado, letrados de las Cortes Generales, de las Asambleas Legislativas y del Servicio Jurídico de la Administración de la Seguridad Social, de las demás Administraciones Públicas, de las Comunidades Autónomas o de los Entes Locales, así como los Colegios de Procuradores y administradores concursales tienen la obligación de utilizar los sistemas electrónicos existentes en la Administración de Justicia para la presentación de escritos y documentos y para la recepción de actos de comunicación.
Pero debemos plantearnos si nos debemos limitar a esta obligación o debemos ir más allá tratando de abarcar todas las competencias digitales posibles para que nos sean accesibles a los abogados. Además de que eso crea otro problema y es que todos somos conscientes de que no es un asunto agotado, pueden salir nuevas cuestiones a una velocidad de vértigo que nos impida seguirles el ritmo.
RESPONSABILIDAD DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS EN LA FORMACIÓN EN COMPETENCIAS DIGITALES
¿Qué responsabilidad tenemos los colegios de abogados en formar en las competencias digitales a los abogados? Dicha responsabilidad ¿es solo para aquellos que se preparan para acceder a la abogacía, estudios del master, o debe abarcar a todos abogados con años de ejercicio?
Por último ¿es una formación que debe procurarse cada abogado por su cuenta, o es nuestra responsabilidad incluirla en los planes de formación continua de los colegios?
Los colegios siempre hemos centrado la formación en los estudios jurídicos, todos tenemos preocupación porque nuestros colegiados estén al día de novedades legislativas y jurisprudenciales, y algunos incluso han introducido las nuevas tecnologías, los menos, en la formación (cursos en modo e-learning, conferencias en streaming, formación online en sus distintas modalidades) pero no hemos avanzado en la formación en competencias digitales.
Pongamos ejemplos:
1º.- la comunicación en redes sociales, multitud de despachos se han lanzado a vender sus capacidades en redes sociales, una búsqueda por facebook, twitter, linkedin…, por poner el ejemplo de las más habituales y directas, nos hacen ver que existen multitud de despachos ofreciendo sus servicios y tratando de generar valor en las redes sabiendo que los clientes acceden a ellas, pero no conozco ningún curso específico de formación para abogados en dichas redes sociales.
2º.- La realización de contratos online donde distintos abogados van aportando sus opiniones e introduciendo cláusulas, pactos y conceptos.[1] Un gran salto tecnológico vendrá de la mano de la aplicación de tecnologías como el blockchain o cadena de bloques, a las transacciones por no hablar de los inicios de los smart contracts, o contrato inteligente que es capaz de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismo, de manera autónoma y automática, sin intermediarios ni mediadores.
3º.- Formar en cuanto a conseguir contenidos relevantes para sus objetivos y monitorizar la Red en busca de información clave, lo que implicaría algo más que enseñar a teclear en google el concepto que buscamos.
No son lo mismo los «Buscadores» que son bases de datos creadas a partir de información obtenida por programas que recorren Internet. Localizan nuevos recursos de información y permiten su consulta a través de palabras clave.
LOS DIRECTORIOS. Organizan la información por categorías. Bajo cada una se listan los enlaces de los documentos que corresponden a un tema.
Y los METABUSCADORES. Permiten consultar varios buscadores de forma simultánea.
Y con ello podríamos afrontar incluso la cuestión de las bibliotecas virtuales.[2] Los colegios de abogados tenemos unas magníficas bibliotecas, donde llevamos años recogiendo lo principal de la ciencia jurídica, no en vano me enorgullezco de dirigir la más antigua de España, pero ¿qué esfuerzo hemos hecho para que dichas bibliotecas estén abiertas en la red? Soy consciente de que es un esfuerzo económico y de tiempo muy grande ponerlas en abierto, pero me surge la duda que a estas alturas debamos seguir diciendo a los colegiados que si quieren un libro tienen que ir a la biblioteca a recogerlo físicamente. Debería la abogacía española plantearse el gran salto tecnológico de poner a disposición de sus colegiados la ciencia jurídica que atesoramos en la red para que todos puedan acceder. En caso contrario estaríamos perdiendo el avance con respecto a otros operadores del mercado que ya tienen dicho trabajo hecho.
Sinceramente, y como conclusión, debo decir que creo que estamos lejos de cumplir con los estándares actuales de formación en los nuevos concepto, que sigue existiendo una inercia en la formación hacia modelos típicos y habituales y que tenemos por hacer nuestra propia revolución tecnológica. Si no la hacemos nosotros nos la harán otros, dado que esto es imparable, y creo que la abogacía institucional tiene que estar, como siempre, a la vanguardia de la formación de sus colegiados para no perder la oportunidad de seguir siendo el referente de nuestros colegiados, y a través de ellos nuestros clientes, receptores finales de nuestra actividad.
¿CUÁLES SON LAS COMPETENCIAS DIGITALES?
En Tendencias laborales 2015 de Sodexo se identifica las habilidades, y competencias que se requerirán en los diferentes puestos y entornos de trabajo, imprescindibles en los próximos cinco años.
http://sp.beneficios-incentivos.sodexo.com/news/10-habilidades-profesionales-imprescindibles-en-2020
La conectividad global, las máquinas inteligentes, los nuevos medios de comunicación, la longevidad, el resultado del mundo Big Data y las nuevas formas de producción en las organizaciones son factores que están transformando el universo laboral y las habilidades que se necesitarán para participar activa y productivamente en el futuro.
PENSAMIENTO CRÍTICO: Las máquinas inteligentes se están apoderando de los empleos manufactureros, de memorización y de aquellos sujetos a determinadas rutinas. El pensamiento crítico es una facultad superior que no puede ser codificada, por eso se demandan habilidades sensoriales que ayudan a crear una visión única y crítica para la toma de decisiones.
INTELIGENCIA SOCIAL: Se define como la capacidad para conectar con los demás de manera directa para provocar una reacción. En un momento en el que están surgiendo los primeros prototipos de robots sociales, la gama de habilidades emocionales aún es limitada; las máquinas no sienten. Las organizaciones valoran a los profesionales que evalúen rápidamente las emociones de quienes los rodean y, en consecuencia, adapten sus palabras, el tono y los gestos.
ADAPTACIÓN: Se valora la destreza para aportar soluciones y respuestas más allá de lo rutinario o de lo que marcan las reglas. Por ejemplo, escribir un argumento legal de manera convincente o la creación de un nuevo plato a partir de distintos ingredientes.
CULTURALIDAD: Para operar en distintos entornos culturales en un mundo conectado, además del dominio de idiomas, necesitas una gran capacidad de adaptación a las circunstancias cambiantes y ser capaz de detectar y responder a los nuevos contextos. La diversidad es el motor de la innovación; y lo que hace a un grupo inteligente es la combinación de distintas edades, disciplinas, trabajos y estilos de pensamiento.
DOMINIO DEL ‘BIG DATA’: El computational thinking –pensamiento computacional– está relacionado con la capacidad para traducir grandes cantidades de datos abstractos y comprenderlos.
ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA: Tienes que estar preparado para evaluar y desarrollar el contenido que procede de los distintos canales de comunicación y utilizarlos como un elemento de persuasión. Los vídeos, blogs y podcast, dominan nuestra vida social y laboral, este tipo de herramientas rompen el enfoque estático de las diapositivas típicas del Power Point,
DISCIPLINA TRANSVERSAL: Si el siglo XX fue la era de la especialización, en este milenio los enfoques multidisciplinares van a dominar el escenario.
CREATIVIDAD: Y en un mundo tan expuesto a los datos, los preferidos por las empresas serán aquellos que representen y desarrollen métodos de trabajo enfocados a los resultados.
GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO: Discriminar la información por importancia para aumentar la capacidad cognitiva también será unas de las habilidades más valoradas en los procesos de selección.
COLABORACIÓN: Demostrar que estás presente y participas en las decisiones en un equipo virtual.
En CULTURA DIGITAL Y TRANSFORMACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES, 8 COMPETENCIAS DIGITALES PARA EL ÉXITO PROFESIONAL DE ROCA SALVATELLA, se definen las siguientes competencias digitales:
- Conocimiento digital: Capacidad para desenvolverse profesional y personalmente en la economía digital.
- Gestión de la información: Capacidad para buscar, obtener, evaluar, organizar y compartir información en contextos digitales.
- Comunicación digital: Capacidad para comunicarse, relacionarse y colaborar de forma eficiente con herramientas y en entornos digitales.
- Trabajo en red: Capacidad para trabajar, colaborar y cooperar en entornos digitales.
- Aprendizaje continuo: Capacidad para gestionar el aprendizaje de manera autónoma, conocer y utilizar recursos digitales, mantener y participar de comunidades de aprendizaje.
- Visión estratégica: Capacidad para comprender el fenómeno digital e incorporarlo en la orientación estratégica de los proyectos de su organización.
- Liderazgo en red: Capacidad para dirigir y coordinar equipos de trabajo distribuidos en red y en entornos digitales.
- Orientación al cliente: Capacidad para entender, comprender, saber interactuar y satisfacer las necesidades de los nuevos clientes en contextos digitales.
http://www.rocasalvatella.com/es/8-competencias-digitales-para-el-exito-profesional
Si planteamos estas competencias quitando los adjetivos digitales, nos damos cuenta, en el fondo, que no es algo que la abogacía no haya exigido de siempre a sus profesionales. Y sin embargo la sensación que transmitimos es que la mayoría de abogados no tiene la formación y la capacitación necesaria para afrontar estos retos en un entorno digital.
Debemos analizarlas a la luz de las necesidades actuales. Porque al final competencias digitales no es solo, que también es importante, usar Word, Excel o powerpoint y saber subir a lexnet escritos y archivos y descargarlos, para ello (en la mayor parte de los casos) siempre contamos con la experiencia de los procuradores que nos llevan un mundo de adelanto para estos asuntos.
Cuando hablamos de formar en competencias digitales, y dando por sentado que todo lo descrito antes ya lo dominamos, se trata de ir un paso más allá y poder determinar qué otras competencias son necesarias y en las que debemos formar a los colegiados.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y FUTURO DE LAS COMPETENCIAS DIGITALES
En un artículo, escrito al cierre de la gran feria tecnológica del sector jurídico de Nueva York, Jesús María Boccio, jurista y gerente de SpeechWare. LAWYER PRESS 13 de febrero de 2017, nos da una idea de por dónde van los adelantos en materia tecnológica que afectarán a los despachos de abogados en los próximos años.
Pero incluso en España ya hay editoriales que te ofrecen software nuevo que pone a disposición de los abogados la más completa información analítica judicial. Hay programas que, Juzgado a juzgado, te dan acceso a información de plazos, probabilidades de éxito, índices de recurso, sentencias clave e información sobre el titular de un juzgado. Algo impensable hace pocos años.
Este mismo patrón se puede extrapolar a otras industrias y sectores. “Todo trabajo de poco valor, ya muy ‘commoditizado’, será pasto de las máquinas. Y no hay que esperar mucho,” apunta Hans A. Böck, director de Lawyerpress. Desde luego, el proceso de destrucción de empleo es inevitable, sin embargo, si somos optimistas y nos amparamos en la historia, no es la primera vez que los avances tecnológicos o científicos han destruido determinados empleos y han creado otros. No obstante, todo parece apuntar a que el cambio que se avecina no tiene precedente, ya que jamás la tecnología ha experimentado un crecimiento tan veloz, con un impacto casi inmediato a escala global.
http://grupolabe.com/puede-la-inteligencia-artificial-revolucionar-los-despachos-abogados/