Conclusiones del Consejo europeo sobre el plan para la recuperación de Europa tras la pandemia de coronavirus y el próximo marco financiero plurianual

Los líderes de la UE han acordado un paquete de recuperación y el presupuesto 2021-2027 que ayudará a la UE a reconstruirse tras la pandemia y apoyará la inversión en las transiciones verdes y digitales.

Las consecuencias socioeconómicas de la crisis por COVID-19 requieren un esfuerzo conjunto e innovador a nivel de la UE para apoyar la recuperación y la resiliencia de las economías de los Estados miembros.

Para lograr el resultado deseado y ser sostenible, el esfuerzo de recuperación debe estar vinculado al MFP tradicional, que ha dado forma a las políticas presupuestarias de la UE desde 1988 y ofrece una perspectiva a largo plazo.

Los líderes de la UE acordaron un paquete integral de € 1.824,3 billones que combina el marco financiero plurianual (MFP) y un esfuerzo extraordinario de recuperación bajo el instrumento de la próxima generación de la UE (NGEU).

El nuevo marco financiero plurianual (MFP) abarcará siete años entre 2021 y 2027. El MFP, reforzado por Next Generation EU, también será el principal instrumento para implementar el paquete de recuperación para abordar las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de COVID-19.

El tamaño del MFP (1.074,300 billones de euros) permitirá a la UE cumplir sus objetivos a largo plazo y preservar la capacidad total del plan de recuperación. Esta propuesta se basa en gran medida en la propuesta hecha por el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, en febrero, que reflejó dos años de discusiones entre los estados miembros.

El MFP cubrirá las siguientes áreas de gasto:

• mercado único, innovación y digital
• cohesión, resiliencia y valores
• recursos naturales y medio ambiente
• migración y gestión de fronteras
• seguridad y defensa
• barrio y el mundo
• Administración pública europea

El fondo “Next Generation EU” va a proporcionar a la Unión los medios necesarios para abordar los desafíos planteados por la pandemia COVID-19. Según el acuerdo, la Comisión podrá tomar prestados hasta 750.000 millones de euros en los mercados financieros. Estos fondos pueden utilizarse para préstamos consecutivos y para gastos canalizados a través de los programas MFP. El capital recaudado en los mercados financieros se devolverá en 2058.

Se distribuirán 390.000 millones de euros del paquete en forma de subvenciones a los Estados miembros y 360 000 millones de euros en préstamos. La asignación a España se sitúa en torno a los 140.000 millones de euros, entre subvenciones y préstamos.

El plan garantiza que el dinero vaya a los países y sectores más afectados por la crisis: el 70% de las subvenciones del Fondo de Recuperación y Resiliencia se comprometerá en 2021 y 2022 y el 30% se comprometerá en 2023.

Las asignaciones del RRF en 2021-2022 se establecerán de acuerdo con los criterios de asignación de la Comisión, teniendo en cuenta los niveles de vida, el tamaño y los niveles de desempleo respectivos de los Estados miembros.

Para las asignaciones de 2023, el criterio de desempleo será reemplazado por la caída del PIB en 2020 y 2021.

En línea con los principios de buen gobierno, los Estados miembros prepararán planes nacionales de recuperación y resiliencia para 2021-2023 . Deberán ser coherentes con las recomendaciones específicas de cada país y contribuir a las transiciones verdes y digitales. Más específicamente, los planes son necesarios para impulsar el crecimiento y el empleo y reforzar la “resiliencia económica y social” de los países de la UE. Los planes se revisarán en 2022. La evaluación de estos planes será aprobada por el Consejo por mayoría cualificada a propuesta de la Comisión.

El desembolso de las subvenciones se realizará solo si se cumplen los hitos y objetivos acordados establecidos en los planes de recuperación y resiliencia.

Si, excepcionalmente, uno o más Estados miembros consideran que existen serias desviaciones del cumplimiento satisfactorio de los hitos y objetivos pertinentes, pueden solicitar que el Presidente del Consejo Europeo remita el asunto al próximo Consejo Europeo.

El 30% del gasto total del MFP y la próxima generación de la UE se destinarán a proyectos relacionados con el clima. Los gastos del MFP y la UE de próxima generación cumplirán con el objetivo de la UE de neutralidad climática para 2050, los objetivos climáticos de la UE para 2030 y el Acuerdo de París.

Los intereses financieros de la Unión estarán protegidos de conformidad con los principios generales incorporados en los Tratados de la Unión, en particular los valores mencionados en el artículo 2 del TUE. El Consejo Europeo también subraya la importancia del respeto al Estado de Derecho. En base a estos antecedentes, se introducirá un régimen de condicionalidad para proteger el presupuesto y la próxima generación de la UE.

Se mantendrán descuentos globales en la contribución anual bruta basada en el ingreso nacional para Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Austria y Suecia.

Los Jefes de Estado o de Gobierno acordaron proporcionar a la UE nuevos recursos para pagar los fondos recaudados en la UE de la próxima generación. Acordaron un nuevo impuesto sobre el plástico que se introducirá en 2021. En el mismo año, se espera que la Comisión presente una propuesta para una medida de ajuste de carbono y un impuesto digital, los cuales se introducirán a fines de 2022.

La Comisión volvería con una propuesta revisada sobre el esquema de comercio de emisiones de la UE (ETS), posiblemente extendiéndolo a los sectores de la aviación y marítimo. También puede haber otros recursos nuevos, como un impuesto a las transacciones financieras. Los ingresos de los nuevos recursos propios introducidos después de 2021 se utilizarán para el reembolso anticipado de los préstamos del NGEU.

Por último, se establecerá una reserva para el Brexit de 5.000 millones de euros  para apoyar a los Estados miembros y los sectores económicos más afectados por el Brexit.

Fuente: https://www.consilium.europa.eu/es/meetings/european-council/2020/07/17-21/