05 diciembre 2017
Cristina López Barrio, finalista del Premio Planeta 2017: “Me parece admirable el trabajo de los abogados del Turno de Oficio”
Por Ana Sanz Martín
Cristina López Barrio ejerció como abogada y en la actualidad está colegiada como no ejerciente en el Colegio de Abogados de Madrid. Finalista del Premio Planeta 2017 con la novela Niebla en Tánger. Abogada ejerciente entre 1996 y 2010. Especializada en derecho civil, penal y laboral, realizó un máster en Propiedad Intelectual. Su primera novela la publicó en 2009 con el título El hombre que se mareaba con la rotación de la tierra, en 2010 publicó con gran éxito La casa de los amores imposibles, traducida a 15 idiomas y publicada en 22 países. Después vendrían El reloj del mundo (2012), El cielo en un infierno cabe (2013) y Tierra de Brumas (2015).
- ¿Qué va a encontrarse el lector en Niebla en Tánger?
Va a encontrar una novela escrita con la estructura del viaje del héroe, muy utilizada tanto en literatura como en cine. Flora Gascón es una mujer de 40 años atrapada en su mundo ordinario: un trabajo monótono con pocos ingresos, un matrimonio que no se atreve a romper y el anhelo frustrado de ser madre. El detonante que la lanza a la aventura será la búsqueda de un amante fugaz y el misterio que envuelve su historia. La única pista que Flora posee para encontrarle es la novela que él estaba leyendo y que se titula Niebla en Tánger. En ella descubrirá que su amante es igual que uno de los personajes, un hombre de carne y hueso desaparecido en el puerto de Tánger en el año 1951 sin que nunca se llegara a saber qué fue de él. Flora viajará a esta exótica ciudad en busca de la escritora de la novela, Bella Nur, quién la sumergirá en el misterio de la creación literaria como generador de vida propia. Pero sobre todo Flora viajará al interior de sí misma, pasará pruebas, se enfrentará al villano, descenderá a los infiernos hasta encontrar el valor necesario para cambiar su vida. Una novela que narra hasta dónde podemos llegar si somos valientes, si abandonamos nuestra zona de confort y nos encontramos con nosotros mismos.
- ¿Qué supone para usted haber quedado finalista en los Premios Planeta 2017?
Una enorme felicidad después de los años de lucha por abrirme camino en el mundo de la literatura. Y un honor figurar en la historia de unos premios que reúnen a grandes escritores de la literatura en lengua española.
- En sus novelas destacan los personajes femeninos con fuerza y personalidad, ¿En la literatura, al igual que en la vida, las mujeres tienen que reivindicar su sitio?
No es extraño que etiqueten una novela como literatura femenina solo por el mero hecho de estar escrita por una mujer y porque sus protagonistas sean mujeres. Da la sensación de que solo los hombres pueden escribir sobre temas universales, que solo ellos transcienden de su condición masculina cuando escriben, y son capaces de reflejar cualquier experiencia sin limitación por su sexo. Literatura masculina, ¿alguien ha oído hablar de ella? El arte no debería entender de géneros, ni ser atacado con clasificaciones y etiquetas que van en contra de su universalidad. El arte es propio de los seres humanos, sin más.
- ¿Le inspiran sus años ejerciendo la abogacía en sus novelas?
Creo que estudiar la carrera de derecho y su ejercicio posterior te proporciona una visión del mundo, de la sociedad que te acompaña siempre y se manifiesta en las distintas facetas de una persona.
- ¿Qué conexiones existen entre el derecho y la literatura?
La escritura y la lectura son básicas tanto para el derecho como para la literatura. Escribir un recurso o una demanda es muy diferente a escribir un cuento o una novela, ya que el lenguaje empleado en los primeros es más técnico y formal que en los segundos. Pero la capacidad de sintetizar, de extraer con claridad lo que queremos expresar, de ordenar los hechos, de dar forma a una historia o a la línea de defensa que vamos argumentar, no está muy lejana. En mi caso, que ejercía las dos a la vez, creo que se complementaban.
- Siente debilidad por la obra de Luis Cernuda, que también estudió derecho, ¿Su admiración tiene reflejo en sus novelas?
Cuánto leo influye en mi escritura y más si me apasiona como Luis Cernuda. Cuanto leo deja un poso, una huella que aflora en mis novelas. La mayoría de los escritores somos primero lectores, yo al menos me considero así. En muchas ocasiones releo poemas de Luis Cernuda antes de escribir, me inspiran transmitiéndome emociones, belleza, me ayudan a dejar el mundo cotidiano y adentrarme en el mundo de la imaginación.
- ¿Influyó su pasión por la literatura para especializarse en Propiedad Intelectual?
Sí. Estudié Propiedad Intelectual para estar más cerca de la creación literaria y artística en general. El cine, el teatro, las artes plásticas también me interesan mucho. En mi época no se estudiaba Propiedad Intelectual en la universidad, así que me acerqué a ella sin apenas conocerla y me apasionó. Si volviera al ejercicio, sin duda sería para ejercer en esta materia, sobre la que creo que aún queda mucho por hacer.
- ¿Después de tantos años ejerciendo la abogacía, ¿Cómo decidió dedicarse sólo a la literatura?
Mi vocación por la escritura nació cuando era niña. Más adelante estudié derecho porque siempre fue una profesión muy cercana a mí, mi padre y mi hermana mayor también son abogados, me gustaba su ejercicio. Tras ganar un concurso de literatura juvenil, y la publicación de La casa de los amores imposibles, que funcionó muy bien tanto en España como en el extranjero, me propusieron firmar un contrato de encargo de obra para otra novela, que después sería El cielo en un infierno cabe, fue entonces cuando me decidí a dar el salto, y dedicar todo mi tiempo a la literatura.
- ¿Qué opina sobre los compañeros en el Turno de Oficio?
Nunca he ejercido en el Turno de Oficio. No obstante, trabajé durante varios años en un despacho donde una compañera pertenecía a él. Me parece admirable el trabajo de los compañeros, la mayoría con una gran vocación por el ejercicio de la abogacía. Es necesario creer que todas las personas tienen derecho a una defensa.
- ¿Cuáles son sus próximos retos literarios?
El deseo de llevar adelante tres proyectos es el que me ronda estos días, cuando me quedan fuerzas tras la gira de promoción. Una novela ambientada en Irlanda, la escritura de una obra de teatro (hice un curso de escritura teatral el año pasado y me apasiona), y un nuevo un libro de cuentos.