Críticas a la LSP en las Jornadas de Escuelas de Granollers por no dar instrumentos de formación

Los dos abogados que expusieron  la ponencia sobre Formación Continuada a raíz de la Ley de Servicios Profesionales (LSP), el vicedecano del Colegio de Abogados de Cartagena y Director de la Escuela de Práctica Jurídica de esta ciudad, Antonio Navarro Selfa, y la responsable de formación del Colegio de Abogados de Barcelona, Ester Palmés, coinciden en criticar la LSP por no dar a los abogados suficientes instrumentos de formación continuada.

Lo afirmaron ayer en las XXXIII Jornadas de Escuelas de Práctica Jurídica que se están celebrando en Granollers desde el miércoles 28 de mayo. Ambos letrados hicieron un repaso de esta futura ley, que regulará lo que formará parte de la cuota obligatoria y la voluntaria de los colegios de abogados.

Según explicó Navarro Selfa, si se analiza a fondo la Ley de Servicios Profesionales, se ve como “no dota a los abogados” de una formación continuada. Específicamente, mostró cómo la Ley indica que la formación continuada debe de ser un derecho y un deber de los abogados, pero que en el artículo 30 no incluye la formación en los fines esenciales de los colegios: “Esto hace que la formación pase a la cuota voluntaria”.

Además, en el artículo 47 de la misma, define la cuota obligatoria como aquella necesaria para los fines esenciales del colegio y, “como hemos visto, la formación no está dentro”, subrayó.

Palmés tampoco considera que esta Ley sea lógica, entre otros motivos, porque la formación continuada es una de las cosas que más se valora de los abogados en las estadísticas.

Palmés también criticó que se hayan invertido más esfuerzos en la formación inicial que en la continuada, y pidió debatir sobre si se debería implantar un sistema de formación continuado obligatorio o no.

En este sentido, en el turno abierto de debate se propuso que los abogados se nieguen a ejecutar la LSP, y que sean estos los que la configuren. “Nuestra lucha no es que nos proteja nadie, sino protegernos nosotros, y nuestro escudo es la calidad. Aquí no nos gana nadie”, afirmó un participante en el congreso.

EL CURSO DE FORMACIÓN IMPARTIDO POR LAS EEPJ

Por otra parte, el decano del Colegio de Abogados de Álava, Javier García Pascual, y el director de la Escuela de Práctica Jurídica del mismo colegio, Iñigo Eguiluz, explicaron en las jornadas su experiencia al crear desde su institución el primer Curso de Formación para Abogados.

Según García Pascual, emprendieron este proyecto porque “nadie mejor” que los abogados sabe cómo formar abogados y, aprovechando que el Plan Bolonia obligaba a realizar un máster o un curso de formación después de la universidad, decidieron que “no podían dejar escapar esa oportunidad”.

“No fue fácil porque nos decían que no éramos un máster. Tampoco queríamos ser un máster. Seguíamos siendo una Escuela de Práctica Jurídica”, aseguró. También explicó que el proceso llegó “a situaciones absurdas” con demoras injustificadas por parte del Ministerio de Justicia para lograr una acreditación que llegó cuatro días antes del inicio del curso.

Por su parte, Eguiluz enumeró los pasos que siguieron, los documentos que tuvieron que presentar y el plan de estudios del Curso de Formación, e invitó a todos los Colegios a que emprendan esta iniciativa porque “las Escuelas Jurídicas deben ser lo que nunca han dejado de ser”.

Las jornadas siguen este viernes con una mesa redonda sobre acreditación de la cualificación profesional y la entrega de premios a la excelencia promovido por la cátedra Mutualidad .