10 octubre 2017
Declaración conjunta de la UE y del Consejo de Europa sobre el Día Europeo y Mundial contra la Pena de Muerte
El 9 de octubre se ha celebrado el Día Europeo y Mundial contra la Pena de Muerte, el Consejo de Europa y la Unión Europea han reiterado su firme e inequívoca oposición a la pena capital en cualquier circunstancia y en todos los casos. La pena de muerte es incompatible con la dignidad humana. Es un trato inhumano y degradante, no se ha demostrado que tenga ningún efecto disuasorio, y su existencia hace posible que los errores judiciales resulten irreversibles y letales.
La abolición de la pena de muerte es una conquista distintiva de Europa: todos los Estados miembros de la Unión Europea y del Consejo de Europa la han suprimido. La abolición de la pena de muerte en la legislación o en la práctica es condición necesaria para el ingreso en el Consejo de Europa, y la prohibición absoluta de la pena de muerte en todas las circunstancias está inscrita en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. El restablecimiento de la pena de muerte por parte de cualquier Estado miembro sería contrario a los valores y obligaciones fundamentales en que se basan ambas organizaciones. El Consejo de Europa y la Unión Europea instan a todos los Estados europeos a ratificar los protocolos del Convenio Europeo de Derechos Humanos que tienen por objeto la abolición de la pena de muerte. Instan a Bielorrusia, el único país europeo que aún aplica la pena de muerte, a que establezca una moratoria como paso decisivo para acercar a este país a las normas jurídicas paneuropeas.
El Consejo de Europa y la Unión Europea han reiterado su firme llamamiento a todos los países del mundo que aún aplican la pena de muerte para que establezcan sin tardanza una moratoria de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición, y conmuten las penas de muerte por penas de prisión. En cualquier caso, todos estos países siguen sujetos al Derecho internacional, por lo que deben abstenerse, entre otras cosas, de ejecutar a menores o personas con enfermedades mentales o con discapacidades intelectuales, y de aplicar la pena de muerte en casos distintos de los delitos más graves (en particular, no debe ejecutarse a personas condenadas por delitos económicos o de tráfico de estupefacientes). Asimismo, no se debe proceder a ninguna ejecución sin informar debidamente a la familia o a los abogados del reo.
El Consejo de Europa y la Unión Europea celebran la evolución mundial hacia la abolición de la pena capital, que se ha traducido en su supresión, en la legislación o en la práctica, en más de dos tercios de los países del mundo. El Consejo de Europa y la Unión Europea seguirán trabajando en las Naciones Unidas para apoyar la tendencia abolicionista en todo el mundo. Emplearán todos los medios a su alcance para combatir la tortura y otras violaciones graves de los derechos humanos relacionadas con la imposición y aplicación de la pena de muerte.