24 julio 2019

El abogado y escritor José Ignacio Carnero presenta su primera novela en el Colegio de Abogados de Tarragona

  • Carnero relata una historia personal de una mujer que marcha de Galicia para ir al País Vasco a trabajar como sirvienta 

El  el sábado 20 de julio, el abogado y escritor José Ignacio Carnero presentó en el encuentro del Club de Lectura del Colegio de Abogados de Tarragona su primera novela Ama. El encuentro se enmarca dentro de las citas que periódicamente organiza este Club de la abogacía tarraconense coordinado por Ramón Setó, diputado de la Junta de Gobierno del ICAT, y en el que están inscritos más de 25 colegiados y colegiadas.

Ama (Caballo de Troya, 2019) significa madre en euskera y también es el imperativo del verbo amar. Carnero titula así su primer libro, dedicado a su madre, una mujer que marcha de Galicia para ir al País Vasco a trabajar como sirvienta en una casa de “la margen derecha” de la ría de Bilbao. Su muerte después de una enfermedad, que el hijo sufre desde la distancia a caballo entre Barcelona y Portugalete, es el punto de inflexión que lo trae a escribir este relato, como una necesidad vital para “retener la memoria” -antes de que desaparezcan los recuerdos -y, a la vez, para intentar procesar el duelo y los remordimientos a través de las palabras.

La historia personal que el autor retrata en el libro va más allá de la vida y la muerte de la madre y los sentimientos de un hijo imperfecto. Porque Ama es, sobretodo, un homenaje a toda una generación de madres, de mujeres silenciadas, arraigadas a una clase social marginada donde no había tiempo por reivindicaciones feministas, ni para romanticismos. Mujeres ocupadas para sobrevivir, para cuidar a sus familias, para intentar que sus hijos e hijas -nosotros- tuviéramos la oportunidad de vivir una vida que ellas no pudieron tener.

“Mi madre fue muchas veces madre antes de ser mi madre”, escribe, “no sólo de los hijos de las familias por quienes trabajaba: también de sus padres, de sus abuelos, de sus hermanos”. Recuperando la memoria de estas mujeres, Carnero restituye el testimonio de aquellos olvidados por la historia, la de la gente de la “margen izquierda”, de las familias que no tienen memoria gráfica, un privilegio de clase a la que él, a pesar de su nuevo estatus, tiene claro que no pertenece.

Abogado de profesión, inevitablemente hablamos sobre el trabajo. Socio de un bufete de Barcelona, su especialización es el derecho mercantil. Explica que tuvo mucha suerte porque sus padres tenían ahorros y los invirtieron en su educación, lo que le permitió estudiar en una universidad privada. Confiesa que él hubiera estudiado historia o filología hispánica pero que cuando tuvo que escoger tuvo miedo. “ Mis amigos del barrio tenían habilidad para oficios que yo me veía incapaz de hacer, así que opté por una carrera que me facilitara el acceso al mercado laboral, y me decidí por el derecho”. Considera que ser abogado es un buen trabajo y que, en contra de lo que piensa mucha gente, cree que es una profesión creativa.

Sobre el tiempo que tardó a escribir la novela dice que la escribió muy rápido. Prácticamente sin descansar. No la dejó leer a nadie porque tenía claro lo que quería y lo que no quería decir, el como lo diría y el final. Reconoce que con este segundo libro -el primero fue una crónica de viajes- ha encontrado una voz narrativa con la que se siente cómodo y que es éste el estilo con que quiere seguir escribiendo.

Aparte de leer y escribir, los viajes y la música son sus otras pasiones. El verano lo pasará en Buenos Aires. “Normalmente aprovecho las vacaciones para escribir y, si puedo, también los fines de semana; durante la semana me es imposible”. A la pregunta de qué libros nos recomienda leer nos sugiere  “La voz del faquir” de Harkaitz Cano, uno de los máximos exponentes de la literatura vasca. “Cano dibuja cuarenta años de la historia de Euskadi a través de la historia del cantautor Imanol con un relato que te sacude, te remueve la conciencia, te hace pensar y te emociona a la vez… esto es para mí un buen libro”.

Al finalizar la sesión Ramon Setó, coordinador del club, le hizo entrega de algunos obsequios y también  hubo tiempo para la dedicatoria de libros. Carnero tiene claro que quiere continuar escribiendo. Su debut literario no ha dejado indiferente nadie y tanto el público como la crítica le reconoce como a un autor que habrá que ir siguiendo.

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