29 enero 2019

El Colegio de Abogados de Madrid celebra una Jornada sobre la industria del deporte: fiscalidad y fuga de estrellas

  • Al acto ha contado con la presencia de la abogada Ana Teresa Ballesteros Barrado; el presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas, Pedro Bravo Jiménez; el abogado y presidente de la Sección de Derecho Deportivo del ICAM, Juan Ramón Montero Estévez; y el periodista deportivo Tomás Roncero

El Aula de Debate del ICAM, foro jurídico impulsado por el Centro de Estudios del ICAM en el que la abogacía invita a otros sectores de la sociedad civil para analizar cuestiones de actualidad que preocupan   y ocupan a la ciudadanía, celebró en la jornada del lunes 28 de enero, una jornada enfocada en el “Presente y futuro de la industria del deporte: fiscalidad y fuga de estrellas”. Y es que el ámbito fiscal, con esa cualidad ubicua que lo caracteriza, ha hecho confluir en los tribunales la vida deportiva y la judicial, con casos muy sonados (recientemente, Cristiano Ronaldo).

El evento estuvo moderado por el diputado de la Junta de Gobierno responsable de formación, Raúl Ochoa Marcos, y contó con las intervenciones de la abogada Ana Teresa Ballesteros Barrado; el presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas, Pedro Bravo Jiménez; el abogado y presidente de la Sección de Derecho Deportivo del ICAM, Juan Ramón Montero Estévez; y el periodista deportivo Tomás Roncero.

El decano del ICAM, José María Alonso, fue el encargado de presentar el evento y, reiterando su compromiso con la abogacía, criticó la tendencia a derivar la responsabilidad en los asesores, “al final se involucra al asesor y al propio futbolista”, señalando además cómo “esta política de persecución y caza de brujas puede hacer que se prefiera no jugar en España y buscar otras jurisdicciones más favorable”.

Excesivo uso del Derecho Penal

Montero precisamente, primero en intervenir, coincidió con el decano y se mostró muy duro con Hacienda: “la Agencia Tributaria tiene una voracidad recaudatoria que excede los límites del Derecho”, declaró. Para el letrado, el debate no se origina sino por “un momento mediático de tensión y preocupación por el uso del Derecho contra ciertos grupos de personas (en este caso los futbolistas, pero podría decir cierta tonadillera)”, apuntó, recordando que “la búsqueda de un tratamiento fiscal más favorable es legítima en el ejercicio del abogado”. Por eso, lamentó una deriva recaudatoria que “hace uso del Derecho Penal porque atrae la atención del contribuyente y calma a los medios que imponen condenas y dictaminan qué es delito”.

Una realidad que convive con otro aspecto curioso: cuando el condenado es una estrella deportiva no se traslada a la opinión del público, “si siguen llevando la camiseta de España y consiguiendo logros no pensamos en fiscalidad, no son defraudadores, siguen siendo campeones”, indicó Ballesteros.

Al otro lado, el aspecto ejemplarizante sí gozó de la aprobación de Roncero: “ha servido para que todo el mundo se dé cuenta de que la barra libre se ha acabado, hay que cumplir y si hay que pagar, pagar, el fútbol no puede estar al margen de la Ley y durante mucho tiempo lo ha estado”, refirió el periodista, abogando además porque exista mayor transparencia “y que se conozca quién prefiere ir a un paraíso fiscal y quién es honrado y paga aquí hasta el último euro” porque, en opinión del redactor deportivo, “ser buen deportista es enterarse también de cuánto tienes que pagar”.

Anquilosamiento de la Ley del Deporte

La regla del 85/15 del artículo 92 de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que establece límites cuantitativos para la cesión de imagen, fue otro de los aspectos analizados por los expertos. “Todos los futbolistas profesionales prestan dos servicios a sus clubs, los entrenamientos y los partidos y la cesión de su imagen, a la que les obligan”, explicó Bravo. Sin embargo, como insistió el ponente, “pensamos que todos los futbolistas son Cristiano o Messi, y no es así”. Por eso, Bravo aprovechó el foro para reclamar un cambio en la Ley del Deporte (que data del 1992): “hay que adaptarla a la realidad y a los actores que intervienen, y que se hable del deporte en las escuelas, su función preventiva de enfermedades, que se incorpore la figura del agente sobre la que nada dice”, defendió Bravo.

Cómo evitar la fuga de estrellas

Por último, el panel también debatió posibles medidas para evitar que los jugadores opten por otros lugares con una presión fiscal más favorable, y es que el perfil y la fama de ciertos jugadores marca y nutre la industria del deporte, como explicó Ochoa. Sin embargo, Ballesteros se mostró tranquila, confiando en que ya tenemos las claves para retener el talento: “los mejores clubs de fútbol están en España, la mejor liga es la nuestra, el sueño de cada deportista es jugar en el mejor club del mundo y es que, cuando se ponen la camiseta de su equipo, el corazón tiene razones que la razón no entiende, y eso está por encima de la Ley y del Derecho”, sostuvo, agregando, eso sí, que “las reglas de juego tienen que ser iguales para todos”.

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