07 febrero 2019

El Colegio de Abogados de Madrid reestrena la sección de Derecho de los animales

  • Inicia una nueva andadura bajo la presidencia de María Girona Ayala, quien señaló que la sección aspira a “llevar el Derecho de los animales al nivel de otros sectores del Derecho dedicados a la protección de víctimas”

El Colegio de Abogados de Madrid ha reestrenado su Sección dedicada al Derecho de los Animales, que inicia una nueva andadura bajo la presidencia de María Girona Ayala. La diputada de la Junta de Gobierno del ICAM Mª Dolores Fernández Campillo fue la encargada de presentar el evento en un salón de actos repleto, al que acudieron representantes de protectoras y diversas asociaciones animalistas, así como de las formaciones políticas VOX y Ciudadanos. La diputada celebró la reapertura de la sección “ilusionada porque vamos a hacer al ICAM pionero en materia de defensa de los animales” y recordó que, “los animales no son muebles, no son una propiedad, son seres sintientes y como tales debe tratarlos el Derecho”.

En este sentido, Girona explicó que a través de la sección aspira a “llevar el Derecho de los animales al nivel de otros sectores del Derecho dedicados a la protección de víctimas, que en el caso de los animales son las más silenciosas”, por eso para la presidenta, “como víctimas de maltrato merecen al menos el mismo interés”. La sensibilidad con esta rama jurídica sin embargo es evidente, y quedó evidenciada con la asistencia masiva a la jornada: “ojalá se respirase en toda España el mismo respeto por los animales que hay hoy en esta sala”, concluyó Girona.

La jornada inaugural continuó enfocada en “el maltrato judicial hacia el bienestar animal. Responsabilidad de funcionarios y Administraciones públicas. La importancia de la actuación policial”, para lo que contó con las intervenciones de Pilar de Lara Cifuentes, magistrada juez del Juzgado de instrucción nº 1 de Lugo; y Antonio Manuel Vadillo Morales, oficial responsable de la unidad de medio ambiente y protección animal “Equipo Antón” Fuenlabrada.

Cosificación de los animales

De Lara comenzó su intervención planteando “qué queremos y hasta dónde queremos llegar para erradicar la violencia en todas sus expresiones”, para lo que es necesario abrir el debate sobre si los animales pueden ser sujetos pasivos del Derecho”, matizó. En opinión de la magistrada lo son, y “si es necesario crear una categoría nueva intermedia lo tendremos que hacer”, pues insistir en la falta de subjetividad de los animales obedece a “una visión  antropocéntrica y utilitaria de las cosas, pero también enmascara otros problemas: hay lobbies muy poderosos que con la excusa de la cultura y la tradición defienden actividades muy cruentas”, declaró haciendo referencia a la caza y la tauromaquia que para la ponente “normalizan, y desde edades muy tempranas, el maltrato animal, y evitan la creación de un ámbito libre de violencia”.

Además, aunque De Lara valoró medidas como la reforma del Código Penal de 2015, indicó que es “necesaria una Ley de Protección Integral del Animal y un Protocolo para que los veterinarios puedan actuar y denunciar casos de maltrato”, abogando, entre otras modificaciones, por “simplificar los tipos penales de forma semejante a los delitos contra las personas, que se trate de delitos públicos, y dejar de hacer depender la entidad del delito en la valoración económica del animal, pues el animal comprado tiene el mismo valor que el adoptado”.

Concienciación social

“Nosotros no queremos ser recogedores de perros, queremos ser agentes por la protección animal”, arrancaba Vadillo en su ponencia, enfocada en relatar los métodos y la actuación policial ante delitos contra la fauna. Para el oficial, que explicó que realizan intervenciones todos los días, “falta formación e información, que deben ser las líneas estratégicas de actuación, y que además impone la Ley”. Por eso, y aunque considera que “la concienciación ciudadana es cada vez mayor”, es imprescindible la labor a través de campañas y actividades didácticas.

En su caso, realizan formación en más de 72 centros educativos, y colaboran activamente con protectoras e instituciones afines, “si enseñamos a los menores no habrá que corregir a los mayores”, argumentó.

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