17 junio 2019
El Colegio de Abogados de Zaragoza analiza la protección el menor en el ámbito de la familia
- En este encuentro se ha puesto de manifiesto el papel y la implicación que tienen cada uno de los agentes que participan en la protección de un menor, desde la familia hasta la Fiscalía o la Administración
La Sección de Derechos de la Persona y la Sección de Derecho Penal y Menores del Colegio de Abogados de Zaragoza han organizado una “Mesa Redonda sobre Protección de menor en el seno familiar: ¿acciones civiles o penales?” en la que se ha puesto de manifiesto el papel y la implicación que tienen cada uno de los agentes que participan en la protección de un menor, desde la familia hasta la Fiscalía o la Administración en el caso de que se trate de menores sin recursos familiares.
La Magistrada del Juzgado nº16 de Familia, Mª José Monseñe Gracia, ha asegurado que en los casos en los que actúa la administración, desde los Juzgados de Familia, los jueces han de garantizar los derechos de los menores “escuchando al menor y a los profesionales y corroborando si proceden o no las medidas que se han adoptado. Por ejemplo, nos encontramos con un incremento de supuestos que se enmarcan en el internamiento por desprotección, en acogimiento residencial con fines terapéuticos y de reinserción en la sociedad, pero en algunos casos no se han realizado todos los informes necesarios para saber si es pertinente o no esa medida”.
Este es el caso, por ejemplo, de los menores no acompañados, conocidos como MENAS, “las administraciones se han visto superadas y se ha ubicado a jóvenes inadaptados sociales que no respetan las normas en centros abiertos. Jóvenes a los que no se les ha podido catalogar si su comportamiento corresponde a algún trastorno conductual por el que proceda estar internos en centros errados”, ha explicado la magistrada Monseñe. “Hay que buscar otras soluciones, so jóvenes a los que no se les ha evaluado. La Administración debería de tratar de arbitrar otros medios porque no se les puede poner en el mismo nivel a quienes tienen algún trastorno conductual con quienes no lo tienen”, ha añadido.
Por su parte, la Fiscal de Menores de la Fiscalía Provincial de Zaragoza, Ana Díez Giménez, ha indicado que “estadísticamente, 2018 terminó con unos 190 expedientes de protección de MENAS y en lo que llevamos de año, tenemos unos 250 expedientes de desprotección”. La Fiscal de Menores argumentaba que hay un problema añadido y es el de comprobar si todos los que dicen ser menores, lo son. Son los fiscales los que tienen las competencias, dispuestas en la Ley de extranjería, de solicitar las pruebas pertinentes para dictaminar si es mayor de edad o no, porque si no se conoce, no se puede aplicarla norma. Pero, ante todo, “en caso de duda, siempre a favor de la minoría de edad”, ha añadido.
A este respecto, Eduardo Cantón Rayado, Forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón, ha señalado que se está trabajando en un protocolo con las pruebas necesarias para establecer un marco de actuación frente a un menor no acompañado.
En la Mesa Redonda se han tratado otros asuntos como la situación de los menores en casos de divorcios y separaciones. Y se ha puesto de manifiesto cómo hay casos en los que una separación no es un hecho traumático y los propios padres son los que garantizan la protección del menor y se le mantiene ajeno a su problemática. Pero, como ha indicado la psicóloga del equipo de Psicosocial de los Juzgados de Familia de Zaragoza, Sonia Bielsa Gracia, hay casos se los que el “conflicto está cronificado, los padres están separados físicamente pero no sentimentalmente y el menor se encuentra inmerso en esa problemática”.
En estos casos es cuando “empiezan a aparecer los problemas en los menores incluso les lleva a “abusar en exceso de otros recursos como los sanitarios, con el hecho de que cada vez que al menor le toca ir con el otro progenitor, le da una taque de ansiedad y hay que ir a urgencias”, ha explicado Sonia Bielsa. Algunos de los indicadores que marcan que el menor esta inmerso en el conflicto de los padres puede ir desde la “inversión o sumir roles que se le dan como que un progenitor le mande espiar lo que hace el otro en su casa, o que no pueden hablar de lo que sucede en casa, también se puede dar el caso de que los niños se conviertan en hipermaduros al tener que tomar decisiones como con quién quiere vivir”.
Por su parte, el Forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón, Eduardo Cantón Rayado, ha dad algunas indicaciones a os letrados a la hora de hablar con menor sobre una situación de conflicto, sobre todo en divorcios, y es “no hacer preguntas directas porque al final el afirma lo que se le ha preguntado y se lo acaba creyendo. Por ejemplo, si al menor se le pregunta ¿Tu padre te pega? En el 99% acaba diciendo que su padre le paga. Otro problema es la repetición de las preguntas porque al final se lo acaban creyendo”. Para Cantón Rayado, “el niño nuca debe ser un trofeo, el niño es victima de los padres. Nos encontramos con niños destrozados por los padres, se deben dedicar a jugar. Los menores tienen que quedar al margen de las guerras de los adultos”.
Y es que como indicaba la psicóloga Sonia Bielsa “todas las situaciones de conflicto tienen efectos a medio y largo plazo en el menor y le puede afectar en diferentes aspectos de su vida”.