06 septiembre 2018
El Consejo de Europa advierte a España contra las expulsiones colectivas en Ceuta y Melilla
- El Consejo de Europa recuerda que España ha sido un destino clave y un país de tránsito de migrantes en los últimos tres años
- “Gestionar los flujos migratorios es un desafío para todos los estados miembros, incluido España”, señala el representante especial del secretario general del Consejo de Europa para la Migración y los Refugiados, Tomá Boek
El Consejo de Europa ha emitido un informe en el que advierte a España de que toda persona que llegue al país, incluidos los que salten las vallas fronterizas en Melilla y Ceuta, debe estar protegida contra la devolución y expulsiones colectivas con la posibilidad real de tener acceso a un procedimiento de asilo eficaz y justo.
El representante especial del secretario general del Consejo de Europa para la Migración y los Refugiados, Tomá Boek, dirigió una misión de investigación en España entre el 18 y el 24 de marzo de este año, de la que concluye con una valoración positiva sobre las condiciones de acogida en la Península, pero advierte de que las instalaciones en Ceuta y Melilla, incluidas los centros de menores, están “saturadas”.
“Docenas de niños no acompañados en Melilla y Ceuta se han caído del sistema de protección, viven en las calles e intentan subir a bordo de los transbordadores que se dirigen a tierra firme”, advierte en el informe. El representante especial también destaca la necesidad de reducir la acumulación de solicitudes de asilo y hacer frente a las demoras en los procedimientos de asilo.
El Consejo de Europa recuerda que España ha sido un destino clave y un país de tránsito de migrantes en los últimos tres años, de modo que las solicitudes de asilo y llegadas a España ya aumentaron considerablemente en 2017. Igualmente, recuerda que este mismo verano España se ha convertido en el principal punto de entrada a Europa para los migrantes y refugiados usan la ruta del Mediterráneo.
También apunta que España ha realizado “importantes inversiones” para reforzar los controles fronterizos en las ciudades de Melilla y Ceuta, que son las únicas fronteras terrestres de la UE en el continente africano.
“Gestionar los flujos migratorios es un desafío para todos los estados miembros, incluido España. Sin embargo, es posible que las respuestas concilien el control fronterizo y la seguridad, por un lado, y la protección de los derechos humanos de los migrantes y refugiados, por otro lado, en cumplimiento de las normas del Consejo de Europa “, asegura el representante especial.