09 octubre 2012
El Premio del Concurso de Microrrelatos de septiembre llega hasta Berlín
Mikel Pérez Aboitiz, natural de Valladolid, de 42 años y residente en Berlín desde hace 16, ha sido el ganador del IV Concurso de Microrrelatos sobre Abogados, dotado en 500 euros –convocado por el Consejo General de la Abogacía Española y la Mutualidad de la Abogacía- correspondiente al mes de septiembre de 2012.
Mikel, que se encontraba de vacaciones en Suiza al recibir la noticia, confiesa que descubrió el concurso de microrrelatos del que ha resultado ganador a través del blog de relatos cortos creado por él mismo `La lengua salvada´ y aunque se decidió a participar desde el primer momento, nunca pensó que resultaría ganador. La idea de esta historia divertida no es autobiográfica. Aclara que no tiene mascotas y que no tiene relación alguna con el mundo de la abogacía. Y la historia la escribió de forma rápida, tras terminar una cena, aunque con un final diferente que no tardó en modificar para darle a los hámsters un final feliz.
Con su relato `Fuga´ ha conseguido convencer al jurado y confiesa que concursos como este “fomentan la creatividad y la esperanza de ganar algún certamen y darse a conocer”. Aunque estudió Empresariales, a lo largo de su vida ha trabajado en empresas en atención al cliente o ventas y actualmente la mayoría de sus ingresos provienen de sus clases de español en Berlín y traducciones de textos alemanes al español.
Tres libros imprescindibles para un lector, que además quiere ser escritor, serían “en formato corto, alguno de Raymond Carver, Richard Yates y Julio Camba; en formato novela, alguno de Miguel Delibes”. El consejo que el ganador daría a los que se acercan a nuestro concurso con timidez serían “la perseverancia y no perder nunca la esperanza”.
Otras de las aficiones de Mikel son la música clásica, los idiomas y la lectura. En un futuro, le gustaría dedicarse sólo a escribir y poder vivir de ello.
El concurso ha atraído en el mes de septiembre a autores de toda la geografía nacional y a más de una decena de países europeos y americanos, como Venezuela, México, Guatemala, Perú, Alemania, Francia o Italia. En el caso de España, se ha impuesto la participación de los madrileños, seguida muy de cerca por Galicia y Barcelona. De los más de 400 relatos recibidos, el 42 % lo han escrito hombres frente al 58 % de mujeres.
Este relato se sumará a los demás ganadores mensuales para disputarse el premio de los 3.000 euros que otorga la Abogacía Española al finalista anual. Todos ellos, junto con los seleccionados por el jurado de entre todos los recibidos en el mes de septiembre pueden leerse en www.abogacia.es y www.mutualidadabogacia.com, dentro del microsite dedicado a este concurso que albergan ambas páginas web.
Relato ganador:
Fuga
La señora de la limpieza anunció, subida a una silla, que Código y Civil se habían vuelto a escapar. —¡Malditos hámsters! —aulló Jacinto a voz en cuello. —Pobrecitos, perdidos en el bufete —se lamentó Rosa, siempre maternal. —La última vez se comieron una cédula hipotecaria y un carné de identidad —recordó Jacinto, esgrimiendo amenazador una grapadora. —¡Solo eran fotocopias! —les defendió Rosa, escudada tras unos archivadores. Ibáñez, rojo de ira, gritaba: —¡Esto es un chiringuito!¡Aquí no hay quien trabaje! Nuestro especialista en arbitraje, Pío, se desgañitaba: —¡Calma, calma! —solicitaba encaramado a la fotocopiadora cuando, con un sonoro «plop», nos quedamos a oscuras. En silencio. Código y Civil habían hurgado juntos en un enchufe. Restablecida la corriente, los hallamos desmayados, desmadejados. Entonces, Pío activó sus delicados meñiques y —para gran alivio de todos— su doble masaje cardíaco funcionó.