27 octubre 2021
El programa “Restauravidas” retoma las sesiones presenciales con internos en Soto del Real
Tras el parón motivado por la pandemia de Covid-19, el programa “Restauravidas” ha retomado en octubre las sesiones presenciales en la prisión de Soto del Real (Madrid V) con 10 presos que fueron repatriados el mes pasado desde Perú, donde cumplían condena unos por haber actuado como ‘mulas’, transportando drogas, y otros como los que organizan su logística, los denominados carrier de burrier.
“Su necesidad por compartir experiencias, elaborar emociones y recibir información y orientación jurídica ha quedado patente solo con la primera sesión”, señala Esther Pascual, abogada del programa puesto en marcha por la Fundación Abogacía Española para ofrecer apoyo jurídico y psicológico a presas y presos españoles repatriados a España para continuar el cumplimiento de su condena.
Esta es la primera vez que van a trabajar con los denominados carrier de burrier: “Cuando llegue la sesión para trabajar el proceso de responsabilización por el delito cometido seguro nos encontramos con un desafío mayor que hasta ahora. Por ello, a través de la labor restaurativa profundizaremos acerca de los motivos que los llevaron a delinquir para evitar que en el futuro los reproduzcan”, cuenta Francisca Lozano, psicóloga del proyecto,
La labor restaurativa del programa, que continuará hasta finales de año, se dirige a entender los motivos que llevan a las personas a delinquir, y comprender que las consecuencias de las decisiones que se toman no afectan sólo al entorno próximo, sino que tienen una influencia más allá. Plantea lo que supone haber cometido un delito en el extranjero y ayuda a afrontar el proceso de retorno unido a las nuevas realidades, así como el reajuste con la próxima salida en libertad.
Por otro lado, el asesoramiento jurídico aborda los aspectos propios de la vida en las prisiones españolas y se enmarca en la justicia restaurativa. “Quieren saber si su condena extranjera aquí se revisa, se adapta, o se modifica, conocer sus derechos, cómo se pasa de grado penitenciario, cuándo se pueden pedir permisos…”, relata Pascual. En definitiva, “necesitan conocer todo lo relacionado con la vida en prisión para saber en qué fase se encuentran y desde ahí empezar a confeccionar su ‘ruta penitenciaria’”.
Desde comienzos de 2019, cuando se puso en marcha el programa, se han beneficiado alrededor de una veintena de hombres y mujeres. A finales del año pasado se reactivó de forma telemática con cuatro ciudadanos españoles repatriados por la Fundación desde Perú, y que ya habían cumplido toda su condena allí. En general, todos los que pasan por el programa coinciden con su valoración: “Restauravidas me ha cambiado la vida y me la sigue cambiando”.