12 junio 2018
El Servicio Jesuita a Migrantes denuncia el sufrimiento inútil de los CIE
- La presentación del último Informe del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM): “Sufrimiento inútil: los nuevos lazaretos”, llena el salón de actos del Colegio de Abogados de Valencia
- Josép Buades, autor del informe, asegura que el objetivo es el cierre de los CIE. “Mientras tanto tenemos que intentar que provoquen el menor sufrimiento posible”.
El Colegio de Abogados de Valencia acogió la presentación del último Informe en el que el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) denuncia el sufrimiento inútil en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Ángela Coquillat, diputada 5ª del ICAV y responsable del Área de Comunicación, coordinó la Mesa compuesta por el director de SJM Valencia, José María Segura; Josep Buades, autor del Informe; Miguel Falomir, presidente del Tribunal Tutelar de Menores (1981-86) y Rebeca Lino, presidenta de la Sección de Extranjería y DD.HH. del ICAV.
José María Segura agradeció a todos su presencia y aseguró de este Informe que “es un informe, riguroso, y que dice las cosas claras”.
El autor del Informe, Josep Buades, hizo un desarrollo del mismo para los asistentes (expuesto más abajo en el extracto del Informe), y aseguró que “el objetivo final es que los CIE se cierren, pero hasta que llegue el momento tenemos que asegurarnos de que causen el menor sufrimiento posible a los migrantes”.
Por su parte, Miguel Falomir, presidente del Tribunal Tutelar de Menores (1981-86), expuso los riesgos que supone para los menores y personas más vulnerables su internamiento en los CIE, y también reivindicó el papel de las ONG en la mejora de la situación de los migrantes como ventanas de la sociedad civil.
Rebeca Lino, la presidenta de la Sección de Extranjería y DDHH del ICAV, hizo hincapié en el papel de los letrados del Servicio de Orientación Jurídica dentro de los CIE, tan esencial para asegurar el derecho básico de las personas migrantes.
DATOS DEL INFORME DEL SJM: SUFRIMIENTO INÚTIL
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) denuncia el sufrimiento inútil en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)
- En 2017 se consolida la lógica del CIE-Frontera: internamiento y repatriaciones rápidas sin tiempo para identificar perfiles de vulnerabilidad y protección
- El 86% de las personas internadas tenían abierto un procedimiento de devolución, especialmente aquellas de origen argelino y marroquí.
- El SJM reivindica el rol fundamental de las ONG que, además del valor humanitario de sus visitas en los CIE, tiene una función preventiva de violaciones de Derechos Humanos.
El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) presenta su Informe Anual 2017 sobre Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) con el título de Sufrimiento Inútil: Los nuevos lazaretos.
En 2017 8.814 personas fueron internadas en un Centro de Internamiento de Extranjeros y sometidas a un sufrimiento inútil, entre ellas 396 mujeres y 48 menores. Durante este año se consolida una dinámica de los CIE-Frontera, como herramientas al servicio de la lucha contra la inmigración irregular. El 86% de las personas internadas tenían abierto un expediente de devolución. Así, podemos decir que los CIE han actuado como espacios de desprotección y contención de las migraciones, para garantizar la rápida repatriación con las menores garantías, sin posibilitar la adecuada identificación de personas vulnerables y necesidades de protección.
A lo largo del año pasado, 28.572 personas entraron irregularmente en España por vía marítima y terrestre y se produjeron 18.794 detenciones de personas migrantes en situación irregular. Se iniciaron 21.834 expedientes de expulsión y se incoaron 20.672 órdenes de devolución, de las que, en total, se repatriaron a 9.326 personas, 4.107 (el 44%) directamente desde los CIE. Llama la atención el incremento de las repatriaciones por vías rápidas y menos garantistas de personas recién llegadas, indicando que España acoge a quienes llegan a sus costas con la detención, el internamiento y la rápida repatriación.
En cuanto a las personas internadas en los CIE, cabe señalar que el CIE es africano: argelinos (31%), marroquíes (18%), y costa marfileños (13,78%), sin olvidar que otro 21% corresponde al conjunto de Guinea, Gambia, Camerún, Mali, Guinea-Bissau y Burkina Faso. Llama la atención la alta incidencia de internamiento y repatriación de argelinos y marroquíes, especialmente en un contexto de aumento de los refugiados rifeños y tamazight provenientes del Magreb.
Mª Carmen de la Fuente, vicepresidenta de SJM, señalaba: “Creemos que una política migratoria distinta evita el sufrimiento inútil. Abrir alternativas: centros de acogida, de régimen abierto, con mayor protección e identificación de casos de vulnerabilidad. Seguimos pidiendo cierre de los CIE”.
El informe hace hincapié en los lamentables sucesos de Archidona que se saldaron con el suicidio de uno de los internos y el desmantelamiento de la cárcel empleada, en fraude de ley, como macro CIE. El capítulo de Archidona ahonda en la intencionalidad del gobierno de profundizar en las dinámicas de los CIE de frontera y en la política de control de la migración magrebí. Este tipo de macro centros de internamiento, dificultan el acceso a derechos, las labores de identificación y eventual protección y establecimiento de condiciones dignas de acogida, marcando un camino a no tomar.
Por otro lado, se reconoce la intensa labor de los Jueces de Control y del Defensor del Pueblo para garantizar el acceso y el papel de las ONG dentro del CIE, promover una mejora en las condiciones de internamiento, garantes de la dignidad y los derechos básicos de las personas, y tratar de limitar el uso indiscriminado del internamiento.
En este marco, el SJM reivindica el rol fundamental de las organizaciones sociales en la prevención y protección ante las violaciones de Derechos Humanos, generando una reflexión crítica sobre el internamiento de extranjeros. En 2017 el SJM visitó 674 personas de 42 nacionalidades, identificando y acompañando personas vulnerables y desprotegidas.
El SJM señala que es imprescindible que el CIE deje de emplearse como herramienta en la lucha contra la inmigración irregular, y denuncia que su eficacia está más orientada a lanzar un mensaje de securitización y control a la población española, dejando en el camino a miles de personas sometidas a un sufrimiento inútil. Las respuestas no han de pasar por los CIE sino por la articulación de alternativas a la detención para las personas recién llegadas, en centros de primera acogida dignos, por la apertura de vías legales que permitan a las personas entrar regularmente en el territorio y posibilitar una estancia segura que abra puertas a la inclusión.