06 julio 2021

El Turno de Oficio ‘rural’: guardias de una semana por carreteras secundarias

EL TURNO QUE CAMBIA LA HISTORIA

Jorge Muro

“Son guardias de siete días. Una semana en la que puedes tener desplazamientos larguísimos, a veces hasta con nieve”. Nada extraño si tenemos en cuenta que quien habla es Jorge Muro, abogado en el pueblo de Boltaña, en los Pirineos de Huesca. Su partido judicial comparte características con muchas otras zonas rurales: poca población en una gran extensión de terreno. Muro ya sabe que si tiene que realizar una asistencia en Torla, en el majestuoso valle de Ordesa, tardará como poco una hora. El trayecto se alargará hasta la hora y media si el detenido está en Benasque, en el corazón de los Pirineos. “No es lo mismo hacer guardia en Huesca capital que hacer guardia en Boltaña”.

Efectivamente, no es lo mismo. Bien lo saben todos los abogados que, por toda la geografía española, garantizan, en una red de guardias organizada por los 83 Colegios de la Abogacía, que ningún ciudadano, viva donde viva, aunque sea en el pueblo más recóndito, se quede sin asistencia jurídica en caso de necesitarla.

Susana Morla

Susana Morla está en los dos turnos que hay en su partido judicial, La Bañeza (León): asistencia al detenido y violencia de género. En el primero realizan las guardias en el propio partido, pero el segundo lo comparten con los compañeros de Astorga y ahí los desplazamientos son mayores y “muchas veces por carreteras locales”, explica Morla, que a veces se desplaza a 80 kilómetros durante una guardia.

Parecida es la situación de Laura Rivas, inscrita en el Turno de Oficio de Betanzos (A Coruña), quien cuenta que en esos desplazamientos por la provincia a veces le cuesta hasta encontrar el cuartelillo de la Guardia Civil. Y añade que “esos desplazamientos no se pagan. O a mí al menos no me lo han pagado”.

Las guardias en zonas rurales en vez de ser de 24 horas, como en las ciudades, son de una semana. Siete días seguidos. Y a veces implica, como cuenta Rivas, “dejar todo lo demás esa semana, porque te puede caer una guardia movida”. Afortunadamente no tienen muchas guardias al año, van de dos a unas seis al año, por lo general.

Antonia Carbayo

Por lo general, los asuntos que les llegan a estos abogados rurales, no difieren de los temas que habitualmente les tocan a los letrados “de ciudad”: robos, desahucios, peleas… Hay pocos temas que se puedan considerar específicamente rurales. Además, en muchos partidos judiciales hay pocas especialidades del Turno de Oficio: asistencia al detenido, civil, violencia de género y, en algunos casos, menores. En este último Turno está inscrita Antonia Carbayo, con despacho en la localidad vallisoletana de Cigales, que solo está en este Turno, entre otras cosas, porque le resulta enriquecedor.

El acceso a las nuevas tecnologías, y especialmente a Internet, es otra las asignaturas pendientes en el ámbito rural, y esto afecta también a la Justicia. Y otro más: los problemas de personal en los juzgados. Esto no es exclusivo del mundo rural, pero sí es cierto que puede acentuarse, porque en muchas ocasiones solo hay una persona en determinados puestos y cuando este funcionario está de baja o de vacaciones no suele ser reemplazado. Como explica Laura Rivas, “los medios en el ámbito rural son precarios”. Y esto se une a que “la Administración de Justicia es el hermano pobre del Estado”.

Pese a estos inconvenientes, ejercer el Turno de Oficio en una zona rural tiene una ventaja principal respecto a quienes viven en otras zonas: la cercanía con los beneficiarios. Así lo destaca Susana Morla, que apunta que esta especial relación “siempre suma”, y eso se nota también el Turno, porque muchas veces asisten a “tus vecinos, los padres del colegio a los que llevas a tus hijos o los usuarios del gimnasio al que vas”.

Laura Rivas

Esa cercanía hace también que los profesionales del Turno sientan más el agradecimiento de sus clientes: “Los clientes que hacen uso de los servicios de Justicia Gratuita son bastante agradecidos, creen en ti. Y eso se percibe y se nota”, afirma Morla. Carbayo cree que “se reconoce nuestra labor por la sociedad”, aunque no por el Estado. Así, ambas lamentan la escasa retribución que se recibe en el Turno. “Nadie está en el Turno por dinero”, sentencia Laura Rivas.

Y es que, como señala Carbayo, lo importante del Turno de Oficio es que “hay que garantizar la defensa y prestarla”. El Turno de Oficio supone acercar la Justicia a personas que por sus circunstancias personales, familiares, patrimoniales… difícilmente tendrían acceso a la justicia de otra forma. Es un servicio vocacional, apunta Susana Morla. Y además, como recuerda Laura Rivas, “por muy lejano que alguno crea que está, todos podemos vernos en un lado o en otro”.

 

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