25 noviembre 2021
Encuesta ICAM: el 70% de las abogadas ha visto reducidos sus ingresos por la pandemia
Siete de cada diez letradas reconocen una merma de ingresos por la pandemia. Además, un 58% de abogadas admite tener serias dificultades para conciliar la vida laboral y familiar. Estos datos se recogen de una encuesta realizada por el Colegio de Abogados de Madrid para analizar la situación de la mujer en la abogacía en el nuevo escenario post pandemia.
En la inauguración de la Cumbre de Mujeres Juristas se presentaron los resultados preliminares de esta encuesta, realizada a más de 600 abogadas colegiadas en Madrid, entre los que también se recogen que un 70% de abogadas observa un avance de la brecha salarial de género en el sector legal y que un 62% echa en falta la aplicación de la perspectiva de género en las medidas elaboradas para facilitar la salida de la crisis.
El 54% de las abogadas participantes en la encuesta considera que su situación laboral en cuanto a igualdad es mala o pésima, y un 32% estima que la pandemia ha generado un retroceso en esta materia. Además, prácticamente una de cada dos encuestadas cree que la pandemia ha afectado más a las letradas que a los letrados.
Con estos datos en la mano, el decano del Colegio de Abogados, José María Alonso, pidió situar a la mujer en el centro de las medidas para impulsar la recuperación y, en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, ha reivindicado el papel de la abogacía durante la crisis sanitaria para combatir la violencia de género y proteger a las víctimas. Por su parte la ministra de Defensa, Margarita Robles, -que también ha participado en la inauguración- ha apelado a las mujeres juristas a movilizarse en defensa de un derecho constructivo que dé solución a los problemas de la ciudadanía frente al derecho confrontativo que busca judicializar la vida política.
CUMBRE DE MUJERES JURISTAS
La última mesa de la jornada estuvo centrada en el papel de las abogadas en el nuevo escenario post Covid. El teletrabajo y la flexibilización fueron dos de los aspectos abordados en esta mesa. “El teletrabajo ha llegado para quedarse”, afirmó Auxiliadora Borja, decana del Colegio de Abogados de Valencia. Uno de sus ámbitos principales de actuación como decana del Colegio ha sido apostar por la conciliación, y ahí “el teletrabajo nos va a ayudar muchísimo”. La decana contó un caso en que la jurisprudencia ha avalado el teletrabajo en la abogacía: una abogada a la que su empresa trasladaba desde Lugo a A Coruña, pero el TSJ de Galicia ha señalado que, como la abogada puede teletrabajar, no es necesario que se traslade.
Tanto la abogada Mabel Zapata como Pilar Vilella, de la Agrupación de Jóvenes Abogados de Madrid, coincidieron en la importancia de trabajar por proyectos y no por horas, así como la flexibilidad que pueden ofrecer las nuevas tecnologías. Aunque también advirtieron de que el teletrabajo y la flexibilización pueden llevar a no desconectar.
Respecto a conciliación, Borja destacó que recientemente el Gobierno aceptó algunas reivindicaciones de la Abogacía -junto a graduados sociales y procuradores-: que la Navidad sea inhábil, la posibilidad de que se suspendan todos los plazos procesales en caso de enfermedad grave familiar y la suspensión de todos los plazos durante las 6 primeras semanas de los permisos de maternidad y la paternidad. La decana espera que en el trámite parlamentario se introduzca lo que ha faltado, como regular la enfermedad de los abogados. En su opinión, que este tipo de situaciones estén previstas en leyes procesales “va a ayudar mucho a toda la abogacía”.
Sobre los efectos de la pandemia en materia de igualdad y la brecha de género hablaron las participantes en la primera mesa de la Cumbre. Moderadas por Urquiola de Palacio, presidenta electa de la Unión Internacional de Abogados (UIA), coincidieron en destacar la existencia de la brecha de género y en pedir a las mujeres que crean más en ellas mismas y se postulen para puestos de responsabilidad, algo que es “beneficioso para todos”, según destacó Alicia Muñoz Lombardía, vicesecretaria del Consejo de Santander España. No obstante, Rosa Gual, socia de Cuatrecasas, como Diana Castillo, directora del departamento jurídico de Thomson Reuters, se mostraron optimistas, porque “se vislumbra el cambio”, en palabras de Gual.
Coincidiendo con el Día contra la Violencia de Género, la jueza Carmen Delgado, miembro de la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial, centró su intervención en esta materia. Tras el descenso de denuncias durante el confinamiento, las cifras tardaron en recuperarse. Ahora ya estamos como estábamos en 2019, señala, pero también destacó que “solo se denuncia un 30% de la violencia que existe”. Y se denuncia tan poco porque las mujeres “prefieren resolvérselo ellas solas”, apuntó la jueza.
Para ella, “la vía penal no es la única para luchar contra la violencia de género, es la última de hecho. Porque lo que quieren las mujeres es que las ayuden a salir de esa situación. Y eso es lo primero que tenemos que hacer”. Por eso, abogó por construir una red de apoyo desde todos los operadores jurídicos, para que primero salgan de la situación de violencia y después puedan denunciar. Pero “no podemos cargar todo el peso de la lucha contra la violencia de género en las mujeres y decirles que si no denuncian no se puede hacer nada”, sentenció. Todas las participantes coinciden en la necesidad de ofrecer, en primer lugar, este apoyo a las víctimas.
Por su parte, Ana Clara Belío, presidenta de la Sección de Familia del ICAM, criticó que, en derecho de familia, la custodia compartida se haya convertido en norma -en muchos casos, porque el padre teletrabaja y tiene disponibilidad laboral, olvidando que muchas veces la madre ha renunciado a su promoción laboral por el cuidado de los hijos-, cuando se debería ir caso a caso. Y, en todo caso, debería primar el bienestar del menor, el derecho de los progenitores está subordinado al de los hijos.
Para terminar esta mesa, un deseo en palabras de Alicia Muñoz: “que las mujeres no tengan que elegir entre trabajar y no trabajar, una decisión que los hombres no tienen que tomar”.