10 julio 2023
Félix J. Ruiz Marfany: “Desempeñamos una función imprescindible para que la justicia sea una auténtica justicia”
Letrado del Colegio de Abogados de Pamplona, donde lleva 28 años ejerciendo en el turno de oficio, especializado en los asuntos de Penal, Menores y Extranjería.
¿Cómo cree que los clientes de la Justicia Gratuita perciben su trabajo?
En general están satisfechos con nuestro trabajo, se muestran muy agradecidos una vez finalizado, aunque algunos, sobre todo al comienzo, suelen tener el concepto de que una defensa de pago sería mejor si pudiesen permitírsela.
¿Ha cambiado la tipología de casos que atienden los abogados de oficio?
Se ha producido un gran aumento de los casos de violencia sobre la mujer, agresiones sexuales y lesiones graves tanto en la jurisdicción penal ordinaria como en la de menores. En familia observamos muchos procesos cuya pretensión más o menos oculta es obtener la sentencia como requisito para acceder a ayudas sociales.
¿Por qué decidió apuntarse?
Me apunté al turno penal y penal especial porque, como me decía mi madre, siempre he sido defensor de “las causas perdidas” desde niño. Siento que defender al imputado que carece de medios económicos de los enormes poderes del Estado, al presunto delincuente que nadie quiere y que los medios rechazan y acusan, es contribuir a la defensa de la civilización, de los derechos humanos y de la democracia.
¿Piensa que los casos en los que interviene un abogado de oficio reciben la misma atención por parte de los juzgados que el resto de los casos?
Yo soy el primero que no distingue entre casos de oficio y particulares, cuando estoy actuando en la defensa no suelo ser consciente de si es de oficio o no, así que tampoco he notado ninguna diferencia en los juzgados.
Solo algunas veces uno siente que el juzgado, más que considerarte un colaborador en la acción de la justicia, te considera un estorbo hacia la conclusión rápida del asunto, porque se lo puedes complicar con peticiones de prueba, pero esto ocurre sin distinción entre designación de oficio o particular.
Otras veces he de reconocer que, desde el juzgado en asuntos de oficio, me han llamado para que intente convencer al condenado para que cumpla con algún requisito y así evitar una revocación de la suspensión y tener que ingresarlo en prisión.
¿Qué echa de menos en su tarea como abogado de oficio? ¿Qué mejoras son necesarias en el turno?
Echo de menos la unidad de defensa y también la designación de un único abogado para los condenados en varias causas con el fin de que se siguiese un único criterio o línea de defensa y estudio de las posibles atenuantes, eximentes y acumulaciones de penas.
Por otro lado, me molestan los casos, por suerte puntuales, de falta de ética de compañeros (que no suelen estar en el Turno) que captan clientes en prisión, ya defendidos por compañeros del Turno de Oficio, que renuncian a este por consejo del “compañero” el día del juicio, incluso después de haber acordado con él la línea de defensa o alguna trabajada conformidad con la fiscalía y la acusación. Me atrevo a decir que el resultado penal suele ser el mismo y alguna vez peor, aunque el coste económico para el preso o su familia no lo es. Estos actos los veo tan indignos como repartir tarjetas en el servicio de urgencias de un hospital.
También considero que no es ético haber llevado la defensa de un cliente en el juicio y apelación de manera privada, y cuando llega la ejecución de las penas de prisión “soltarlo” al Turno de Oficio. Creo que habría que regular deontológicamente esas malas prácticas.
Otra mala práctica, esta vez de los juzgados de instrucción, es que pidan designación de abogado de oficio para la primera declaración como investigado sin haber requerido que diga si acudirá con su propio abogado o quiere que se le designe uno de oficio. Esto nos hace perder un tiempo precioso estudiando las actuaciones e intentando localizar al investigado para luego encontrarnos con que llega a la declaración con su propio abogado.
De lege ferenda, como mejora necesaria para la defensa de los letrados y sobre todo letradas del turno de oficio cuando el cliente es muy agresivo, se nos debería dotar de la condición de autoridad cuando desempeñamos nuestras funciones en el Turno de Oficio pues desempeñamos una función pública e imprescindible para que la justicia sea una auténtica justicia.
¿Qué aspecto de la formación que se ofrece a los abogados del Turno por parte de los Colegios se debería mejorar?
La formación en nuestro colegio es muy completa y variada. Tal vez podría mejorar la formación penal desde la perspectiva de la defensa, no solamente con sesiones de formación, sino con cursos específicos en la defensa de delito de estafas informáticas, maltrato animal, etc.
¿Qué caso de oficio le viene a la mente cuando repasa su trayectoria?
Son varios, pero recuerdo especialmente aquellos, por escasos en la jurisprudencia, en los que se consigue absoluciones por concurrir una eximente completa de legítima defensa, de intoxicación plena o error de tipo, sobre todo si es una causa que ha trascendido públicamente y ya existe una cierta condena social.