26 enero 2017
España retrocede cinco puntos en el ranking mundial en percepción de la corrupción
España ha mantenido una puntuación de 58 sobre 100 en el índice de percepción de la corrupción del 2016 elaborado por la ONG Transparencia Internacional (TI). A pesar de esto, se sitúa en el puesto 41 de 176 del ranking y empeora cinco posiciones respecto al año pasado.
Según ha afirmado la organización, esta posición es peor que la del año pasado (36) y resulta el peor puesto de las series históricas del estudio en suma y en comparación con los avances de otros países. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este movimiento de posiciones puede deberse a la inclusión de nuevos países en el estudio. Aun así, la organización ha considerado que empeorar cinco puestos es “bastante grave”.
“Nos mantenemos, pero perdemos puestos respecto a otros países. Nunca habíamos tenido una posición tan mala comparativamente con el mundo”, ha afirmado el miembro del comité directivo de TI-España, Manuel Villoria y ha criticado que “mientras otros países adelantan puestos, España “está cada vez peor”.
La puntuación obtenida por España sitúa a nuestro país a 20 puestos de Uruguay, a 17 de Chile y empata con Costa Rica. Países como Portugal o Polonia “que estaban peor que España en índices anteriores” adelantan a España en 12 puestos. Ante esto, la organización ha asegurado que “nuestro país está entrando en un pelotón de países que han acercado peligrosamente a la corrupción sistemática muy recientemente”.
A pesar de esto, la organización ha apuntado que España “no tiene una corrupción sistemática” y que si los niveles en cuanto a percepción de la misma se mantienen es porque existen “múltiples escándalos de corrupción política en los niveles superiores de los partidos y de los gobiernos”.
ESPAÑA, POR DEBAJO DE LA MEDIA DE LA UE
Según los datos, España tiene una situación de “corrupción comparativamente alta” en relación a los demás países del euro, una comparación, a juicio de Transparencia Internacional “preocupante” y “manifestablemnete mejorable”:
En esta línea, según ha expuesto otro miembro de la dirección de TI, Jesús Lizcano, comparado con el resto de países de la Unión Europea, los datos de España son “discretos” y muestran que “están muy por debajo de la media”. “Estamos en la posición diecisiete de veintiocho países y esos es manifestablemente mejorable”, ha remachado.
SIN RESULTADOS
Con todo, Transparencia Internacional ha alertado de que la situación de España en cuanto a percepción de corrupción “produce tristeza” porque, a pesar de las inversiones que se hacen en materia de lucha contra la corrupción, “no se consigue que se reduzca seriamente y hasta en ocasiones empeora”.
Además, ha manifestado que “las personas están cansadas de promesas vacías de muchos políticos” en la línea de la lucha contra la corrupción, y por eso “optan por apoyar a populismos que aseguran que podrán cambiar el sistema” pero, según la organización, esto más que resolver, podría “agudizar el problema”.
“Los datos de este año deben constituir el suelo desde el que iniciar el proceso riguroso de mejora” ha apuntado Villoria. Según Transparencia Internacional, las soluciones pasan por ajustar las leyes específicas contra la corrupción, reformas para contrarrestar la desigualdad y que “pongan freno a la impunidad generalizada por la corrupción”.
También, Lizcano ha hecho un llamamiento a los partidos políticos para que “consideren la corrupción como un asunto de estado” y adopten un “acuerdo integral”, por encima de ideologías, sobre las medidas legales e institucionales más importantes para combatir la corrupción”.
DINAMARCA Y NUEVA ZELANDA, LOS MEJOR VALORADOS
El índice de percepción de la corrupción de este 2016 analiza las percepciones sobre corrupción en el sector público en 176 países. Los mejores valorados han sido Dinamarca y Nueva Zelanda, ambos con una puntuación de 90 sobre 100. Seguidos de estos se encuentran Finlandia (89) y Suecia (88). Por décimo año consecutivo, Somalia (10) ha obtenido los peores resultados del índice y en el penúltimo puesto encaja Sudán del Sur (11).
Si bien ningún país aparece exento de corrupción, los países del extremo superior de la lista comparten características de gobierno abierto, libertad de prensa, libertades civiles y sistemas judiciales independientes. Por el contrario, los países de la cola de la lista se distinguen por una “impunidad generalizada” de la corrupción, gobernabilidad deficiente e instituciones frágiles.