Homenaje póstumo a Soledad Cazorla por su lucha contra la violencia de género

Representantes de los tres poderes del Estado y de la sociedad civil organizada, entre los que se encontraba el presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, han rendido tributo póstumo este miércoles a la primera Fiscal de Sala Especializada en Violencia contra la Mujer, Soledad Cazorla Prieto, por su lucha incansable por la erradicación de esta expresión de desigualdad que ha segado más de 700 vidas en España en los últimos diez años.

Se trataba del acto de entrega del XI Premio Anual del Observatorio de la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial que ha recaído en la fiscal fallecida el pasado mes de mayo, pero que como ha explicado la presidenta de la institución, Ángeles Carmona, podría habérsele concedido en cualquier momento anterior, de no ser porque Cazorla era miembro del jurado.

El acto, que se ha desarrollado en la sede del CGPJ en Madrid, ha contado con la participación de los ministros de Sanidad, Justicia e Interior; el presidente del Tribunal Supremo; la Fiscal General del Estado, el presidente de los procuradores y el consejero de Políticas Sociales de La Rioja. En el público, la familia de Cazorla junto a representantes del Congreso, el Senado, las asociaciones de mujeres y los sindicatos, así como del resto de instituciones del Estado.

Muchos de ellos aparecían en un vídeo de homenaje preparado por el CGPJ en el que a través del testimonio de compañeros de vida o carrera, se ha reconstruido la trayectoria de esta mujer que tuvo la responsabilidad de implantar la Ley Integral de Violencia de Género en las fiscalías, dictando instrucciones, impartiendo formación y aunando criterios y que logró constituir una red de especialistas en toda España para responder a las necesidad de justicia de las víctimas.

Ha sido el marido de Soledad Cazorla, Joaquín García Taboada, quien ha recogido el premio de manos del presidente del Supremo, Carlos Lesmes y la Fiscal General del Estado, Consuelo Madrigal. Su hijo, Joaquín García-Cazorla, ha trazado un perfil de su madre, cuya obsesión era lograr que un día los tipos penales de violencia de género cayeran en desuso por haber sido superada esta realidad social y a quien “preocupaban especialmente lo que llamaba las víctimas colaterales”, los hijos de las mujeres maltratadas.

Descrita por los suyos como una “trabajadora infatigable”, “cercana a las víctimas”, “gran conocedora de cada resquicio de la violencia machista”, “valiente”, “práctica” y “prudente”, Soledad Cazorla, como ha explicado Madrigal, “estaba centrada en la aplicación de las pautas de trabajo de los fiscales, pero también en la protección de las mujeres y sus hijos”. “Su trabajo amplió el horizonte de nuestra conciencia sobre lo que la Justicia puede y debe hacer”, ha asegurado.

El presidente del Consejo General de la Abogacía, Carlos Carnicer, recordó unas palabras que la propia Cazorla escribió en un artículo publicado en el diario El País en febrero de 2006; “Hay que transformar esta irracional realidad, tenemos que romper barreras desde pautas de conducta propias de seres sin razón a un respeto escrupuloso de la igualdad, sin que nadie quiera imponer su dominio frente al que considere que es un ser inferior por ser mujer. Aunque sigan ocasionando tantas muertes en tan poco tiempo, lo lograremos con el convencimiento de que hay que hacerlo, y nos corresponde a todos con una labor diaria y constante sin desánimos ni excusas, a pesar de las cifras trágicas que estamos sufriendo. La carrera es de fondo y con obstáculos, pero con una meta: lograr acabar con esta grave enfermedad social”.

Carnicer aseguró que Cazorla era un ejemplo de lo que dijo Concepción Arenal “Todas las cosas son imposibles mientras lo parecen”.

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha puesto el acento en la “inteligencia creadora” de Cazorla, mujer “capaz de dar lugar a iniciativas transformadoras de la sociedad” como en el ámbito de la violencia de género, y ha puesto el auditorio como ejemplo de la unidad que se ha ido consolidando frente a esta realidad.

“Los españoles podemos estar unidos en algunos casos, como en que la violencia de género es una prioridad de Estado. Cuando lo hacemos así, somos más eficaces y podemos cambiar las cosas”, ha destacado, para añadir su compromiso de “perseverar en la aplicación y desarrollo” de los avances contra este fenómeno social y apostar por una auténtica igualdad de género para erradicarla.

El titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha ido en la misma línea al ensalzar la “nutrida presencia” de los tres poderes del Estado en el homenaje a Soledad Cazorla, prueba a su juicio del “combate incansable para erradicar la violencia de género”. “Más allá de cuestiones partidistas todos estamos convencidos de que esa batalla la vamos a ganar”, ha señalado.

Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado que “durante mucho tiempo, ni el Derecho ni las instituciones han sabido aportar soluciones” a la violencia contra la mujer y se ha “llegado tarde pero con el convencimiento” de que se puede atajar “incorporando elementos y novedades que permitan mantener firme el compromiso” desde todas las instituciones.

Carlos Lesmes ha cerrado el acto institucional con un discurso en el que ha puesto en valor la fuerza de la justicia en la erradicación de la violencia de género recordando la opinión de la propia Soledad Cazorla: “La justicia tiene especial relevancia porque somos promotores de la confianza en la sociedad y de la paz entre todos y debemos hacerlo en el espacio más íntimo, que es el hogar (…) con cercanía y humanidad con las víctimas”.