16 junio 2020
Informe anual 2020 de la Agencia europea para los Derechos Fundamentales
La Agencia europea para los Derechos Fundamentales, FRA, ha presentado su informe 2020 sobre los derechos fundamentales, que analiza la evolución y las deficiencias de la protección de los derechos humanos en la UE durante el año pasado.
Destaca cómo la Carta de Derechos Fundamentales de la UE ha ganado visibilidad y ha dado lugar a una nueva cultura de derechos fundamentales a nivel de la UE. Sin embargo, a nivel nacional, el conocimiento y el uso de la Carta siguen siendo limitados a pesar de que es jurídicamente vinculante desde hace 10 años. La FRA espera que las ideas presentadas animen a un uso mayor de la Carta, incluyendo gobiernos que asuman la responsabilidad de este gran instrumento, y le den toda su fuerza para que pueda ayudar realmente a transformar la vida de las personas.
“La pandemia COVID-19 ha tenido, y seguirá teniendo, un profundo impacto en los derechos fundamentales de todos en toda la UE. Es probable que las persistentes desigualdades, el acoso y los prejuicios empeoren”, dice el Director de la FRA, Michael O’Flaherty. “Los gobiernos deben garantizar la planificación de la ‘nueva normalidad’ para conducir a una sociedad justa y equitativa que honre la dignidad de todos y garantice que nadie se quede atrás”.
En el informe se resumen y analizan las principales novedades en materia de derechos humanos que se han producido en la UE a lo largo de 2019. Contiene propuestas de acción que abarcan la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE y su utilización por los Estados miembros; la igualdad y la no discriminación; el racismo y la intolerancia conexa; la inclusión de los romaníes; el asilo, las fronteras y la migración; la sociedad de la información, la privacidad y la protección de datos; los derechos del niño; el acceso a la justicia; y la aplicación de la convención de las Naciones Unidas sobre la discapacidad.
El informe identifica otras cuestiones clave:
El respeto de los derechos fundamentales en las fronteras sigue siendo uno de los principales desafíos en materia de derechos humanos en la UE. Los migrantes morían en el mar y se enfrentaban a la violencia y a los retrocesos en las fronteras terrestres. Algunos Estados miembros amenazaron a los barcos de rescate humanitario. En otros, los migrantes seguían experimentando el hacinamiento y la falta de vivienda. También aumentaron las detenciones de niños, incluidos los niños no acompañados que carecían de tutores que los ayudaran.
Los Estados Miembros deben poner fin urgentemente a esos abusos de los derechos fundamentales y elaborar medidas eficaces para proteger los derechos de los niños, en particular los no acompañados.
Las tasas de pobreza infantil en la UE mejoraron ligeramente. Pero 1 de cada 4 niños sigue estando en riesgo de pobreza. Esto significa que existen niños en territorio UE que todavía se acuestan con hambre y viven en malas condiciones, con su salud y su educación sufriendo. Los niños con padres extranjeros se encuentran peor con 4 de cada 10 en riesgo. En el caso de los niños de familias monoparentales, es 1 de cada 3.
La UE debería adoptar su iniciativa de Garantía Infantil con objetivos claros y financiación suficiente para reducir la pobreza infantil.
Los gobiernos y las empresas se apresuran a adoptar los beneficios potenciales de la Inteligencia Artificial. Las consideraciones éticas y de derechos fundamentales están empezando a tomar forma a medida que la Comisión Europea y el Consejo de Europa formulan directrices y normas.
La Unión Europea y sus Estados miembros deben velar por que en los futuros reglamentos se incorporen evaluaciones exhaustivas y transparentes de los efectos del uso de la inteligencia artificial en los derechos fundamentales, junto con órganos de supervisión independientes.
Fuente y descarga del informe: