La Abogacía, sede del debate de WLW sobre la presencia de más juristas en los consejos de administración

La sede del Consejo General de la Abogacía Española ha acogido el 14 de octubre la jornada “Más juristas en los Consejos de Administración” organizada por Women in a Legal World (WLW) y que ha contado con la presencia de Victoria Ortega, Isabel Tocino, María Segimón, Anna Birulés, Ignacio Bao y Silvia López Jiménez.

La mesa redonda, moderada por Marlen Estévez, presidenta de WLW, ha abordado la situación actual de las mujeres en los consejos de administración de las empresas y la evolución de su presencia en estos órganos en los últimos años.

La presidenta del Consejo General de la Abogacía Española, Victoria Ortega, ha asegurado durante su intervención que las horas dedicadas por las mujeres a la familia supone un porcentaje muy elevado y “si la conciliación no va acompañada de otros factores, como la responsabilidad compartida, puede producir el efecto contrario al deseado”. Además ha apostado porque es necesaria “una elemental presencia de la mujer en los consejos de administración, ya que se avanzó durante un tiempo pero se ha frenado con un 23,4% de presencia” femenina en los altos órganos de las empresas del IBEX35, “son cifras todavía bajísimas”.

Ortega recordó un informe de la Universidad Pompeu Fabra sobre la igualdad de condiciones para acceder a un puesto de trabajo: las candidatas tienen un 30% menos de posibilidades que los hombres y si son madre, tienen el 35,9% menos de posibilidades para ser llamadas a unas entrevistas en comparación con sus compañeros aspirantes.

Marlene Estévez ha lamentado que sólo las mujeres socias en despachos de abogados sólo represente el 16% del total, mientras que en los consejos de administración es del 20%, porcentaje que se queda lejos del 30% establecido en el Código de Buenas Prácticas, “nos encontramos en el objetivo de acelerar esta senda” y el papel de la mujer en los consejos de administración “ha cambiado mucho en los últimos años, donde las mujeres deben saber gestionar equipos”.

Por su parte, Isabel Tocino ha reconocido que la presencia de mujeres juristas en los consejos de administración “no debe ser un tema específico de mujeres”. En EEUU, el 85% de las empresas cotizadas no tiene una sola consejera por ello es imprescindible que “haya más mujeres juristas” en estos órganos directivos de las empresas.

Anna Birulés ha apostado por “la necesidad de una mayor diversidad para que haya un buen consejo de administración; y es necesario que se incorporen juristas o abogadas”. Quien fuera ministra de Ciencia y Tecnología durante el segundo gobierno de José María Aznar ha asegurado que los consejos de administración no son la suma de especialistas que se complementan, sino equipos colegiados con una suma de capacidades.

María Segimón ha incidido en la idea de que “un consejo de administración no puede decir que por tener un secretario general ya tiene una visión de jurista” y  ha defendido la visión estratégica que pueden aportar los juristas en los consejos de administración gracias a sus experiencias y habilidades, haciendo hincapié en que “un abogado sabe más de estrategia a la hora de tomar decisiones o valorar pros y contras que cualquier otro consejero al que por tener conocimientos financieros se le presuponen más conocimientos de estrategia”.

También Ignacio Bao ha dado su visión de este tema desde su perspectiva de headhunter, exponiendo los temas que más preocupan en la actualidad a los consejos de administración; el compliance,la digitalización, la globalización y el cambio climático, y ha puesto sobre la mesa la existencia de los consejos de asesores, de los que ha dicho que “llegará el momento en el que se reúnan los consejos de asesores, en los que se habla de lo mismo y cumplen las mismas funciones que el consejo de administración, pero sin responsabilidades”.

Para finalizar, Silvia López ha arrojado una serie de datos en los que se desvelaba que las empresas que cuentan con juristas en sus consejos de administración son menos propensas a la adopción de riesgos, ya que “el abogado está muy acostumbrado a lidiar con litigiosidad y riesgos” y ha vuelto a la idea de que “es necesario incidir en las habilidades que hacen que sea imprescindible contar con esa figura”.