26 marzo 2025
La Abogacía, una pieza esencial en la protección y acceso a la justicia de las personas privadas de libertad
La criminalidad forzada es un proceso que conduce a la esclavitud de las personas y su explotación delictiva. Una forma de trata de seres humanos poco conocida normativamente que fue abordada en el seminario “Víctimas invisibles: criminalidad forzada y Justicia Restaurativa en el Ámbito Penitenciario”, organizado por la Fundación Abogacía y Derechos Humanos y en colaboración con Fundación “La Caixa”, junto al Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación de España (GEMME España) y la Universidad Carlos III.

La primera mesa, moderada por la jurista experta en género y derechos humanos, Vanessa Casado, abordó la “Trata de personas para criminalidad forzada” de la mano de Carolina Villacampa, catedrática de Derecho penal en la Universidad de Lleida, y presidenta del área científica de Derecho de la Agencia Estatal de Investigación; Carme Guil, presidenta de GEMME España y Margarita Aguilera, abogada de la asociación ACOPE y adjunta a la Coordinación del Servicio de Orientación Jurídica del Colegio de la Abogacía de Madrid.
Carolina Villacampa repasó los tipos de trata, “estamos a la cola de Europa en la identificación de víctimas de trata”, señaló. Carme Guil destacó el caso de una víctima de trata no identificada matizando que “es imprescindible una abogacía comprometida en derechos humanos que vea a las personas más allá del delito”. Y Margarita Aguilera, habló sobre las mujeres privadas de libertad que, mediante la construcción de confianza “van hablando de los hechos del delito para determinar si existe también criminalidad forzada”.

La segunda mesa sobre la “Justicia restaurativa en el ámbito penitenciario” fue moderada por Helena Soleto, directora del Máster de Mediación, negociación y resolución de conflictos, y participaron la abogada Esther Pascual y la psicóloga Francisca Lozano, ambas mediadoras y profesoras de la Universidad Francisco de Vitoria; Jorge Ollero, miembro de la Junta Directiva del Foro Europeo de Justicia Restaurativa e Iván Ramos, participante del proyecto “Apoyo a personas presas en el extranjero”.
Jorge Ollero señaló que debe darse un modelo restaurativo “donde se intervenga con las personas dentro de la prisión, que sea comunitario y transformador, es decir, un servicio entre las víctimas, victimario y comunidad”. Esther Pascual y Francisca Lozano, facilitadoras del programa Restauravidas, afirmaron que “muchas de las personas españolas que están cumpliendo pena en el extranjero llegan con tanto sufrimiento y penas tan largas que son víctimas del sistema, por lo que la justicia restaurativa es más compleja al identificarlos como víctima y victimario”, afirmó Pascual.
Lozano, por su parte comentó que “también se trabaja la reparación de los lazos familiares” y ahora “se abre una nueva mirada para investigar si las personas del proyecto pueden haber sido víctimas de trata en la criminalidad forzada”.

La jornada, que fue seguida por casi un centenar de asistentes de forma online y presencial, está enmarcada en el proyecto de “Apoyo a personas presas en el extranjero”, Iván Ramón compartió su experiencia de ser detenido y preso en Australia (actualmente se encuentra con libertad condicional) y también se destacó el papel de la Abogacía como pieza esencial “en la protección y defensa de los derechos humanos y en el acceso a la justicia de todas las personas”, tal y como señaló Borja Vargues, secretario general técnico de la Abogacía Española.