La Fundación participa en la iniciativa “A las olvidadas” para llevar libros dedicados a mujeres presas

La Fundación Abogacía ha participado con el libro “Mujer de frontera” de Helena Maleno en la iniciativa “A las olvidadas”, puesta en marcha por la ONG Tetayteta, para llevar libros dedicados por sus autores a  mujeres privadas de libertad.

Maleno, Premio Derechos Humanos de la Abogacía Helena, dedicó 15 ejemplares de su libro para que fueran distribuidos por esta organización a mujeres presas en un centro de Galicia. Cada una de las dedicatorias era diferente, para que cada mujer reciba un libro único.

Las dedicatorias de los libros son la clave de esta iniciativa, ya que permiten que la mujer que lo recibe conecte con la persona que lo envía, devolviéndole la humanidad que tanto les falta a los centros penitenciarios. Si los libros siempre ayudan a reflexionar, dentro de prisión reconfortan.

Desde la Fundación, en el marco del proyecto de apoyo a presos españoles en el extranjero, se ha constatado que las mujeres en prisión son un colectivo más vulnerables que los hombres. Ellas representan un porcentaje mucho menor entre la población reclusa -un 11%- y experimentan un mayor reproche social y un elevado coste personal, puesto que en muchas ocasiones sostienen la unidad familiar y, pese a su ingreso en prisión, el papel del cuidador no lo asumen otros miembros de la familia.

Algunos datos que sostienen esta realidad de las mujeres en prisión:

– De las 69 prisiones que hay en España, solo 4 son femeninas. El resto son módulos de mujeres en prisiones de hombres: 41.

– En los las cárceles de hombres no hay espacio para clasificar a las mujeres y están mezcladas: jóvenes, adultos, preventivas, penitenciarios… También tienen menos oportunidades (o ninguna) para acceder a talleres, trabajos remunerados, empleos, etc, que vayan más allá de las tareas siempre asignadas a mujeres.

– No hay prisiones que admitan mujeres en 10 comunidades autónomas y muchas tienen que cumplir condena lejos de su lugar de origen o residencia.

– La mayoría de sus crímenes están relacionados con: adicción, encubrimiento, violencia o engaño. De hecho, el 50% también tiene a su pareja en prisión.