17 octubre 2012
La Mutualidad de la Abogacía cree que la crisis da oportunidades a entidades de previsión
Organizada por la Mutualidad de la Abogacía, dentro su programa para el debate de los grandes temas de actualidad dirigidos al mundo del Derecho y los Seguros, se ha celebrado, en el Club Financiero Génova, la IX Jornada Financiera, con la asistencia de un importante número de mutualistas y destacados representantes del mundo de las finazas.
La sesión ha contado con las intervenciones de Roberto Ruiz Scholtes, Director de Estrategia de UBS; Jesús Sánchez-Quiñones González, Director General de Renta4 y Cesar Torres Díaz, Miembro de la Comisión Ejecutiva de la Mutualidad de la Abogacía.
Según el análisis expuesto por Ruiz Scholtes, sobre las “Perspectivas económicas globales y de España”, el panorama económico y financiero comienza a estabilizarse tras los programas anunciados por el BCE (OMT) y la Fed (QE3), “que reducen notablemente el riesgo de colapso del euro o de una recesión global sincronizada, aunque el crecimiento es débil y los indicadores adelantados ofrecen señales contradictorias”. Por estos indicadores el representante de UBS ha anunciado que “se espera una reaceleración al final, impulsada por la combinación de varios factores como una expansión monetaria generalizada, mayor gasto público en países emergentes, aumento de la renta disponible de los hogares e inventarios reducidos”, entre otros.
En EE.UU. los indicadores económicos siguen ofreciendo señales mixtas, “con recuperación del sector inmobiliario, modesta creación de empleo, débil actividad industrial, desaceleración del consumo pero mejora de la confianza”.
Para la Zona Euro, Ruiz Scholtes subrayó que ésta “sigue en recesión, los indicadores se estabilizan y el contagio de su inestabilidad financiera al resto del mundo irá disminuyendo”. Aunque, según ha dicho, “el PIB medio anual caerá cerca del -0.5% en 2012 y se estancará en 2013, lastrado por la debilidad del empleo y el consumo y por los ajustes fiscales”.
Sobre la situación en España, anunció “que se prolongará su intensa recesión, desatada por la fuerte reducción del gasto e inversión públicos”. El estancamiento económico en Europa “frena el ímpetu de las exportaciones en tanto que la demanda interna se contraerá hasta final de 2014. La combinación de una política fiscal muy restrictiva y un “credit crunch” hacen probable entre 8 y 10 trimestres de contracción significativa de la actividad”, afirmó el representante de UBS.
Por último, destacó que China y otros países emergentes están haciendo uso de su margen de maniobra fiscal y monetario para estabilizar e impulsar la actividad, que debería reacelerarse en la última parte del año. Para Ruiz Scholtes “serán los países en vías de desarrollo los que se consolidarán como los motores de la economía mundial, con tasas de crecimiento medias de casi el 5% anual”.
Por su parte, Jesús Sánchez-Quiñones, en su exposición sobre “Estrategias de inversión en los mercados financieros” comenzó afirmando que “hoy en día cualquier estrategia de inversión está condicionada por la evolución de la crisis del euro”.
Ya que el euro nació con vocación de irreversibilidad, “la tela de araña de exposiciones financieras entre unos países y otros ha llegado a ser tan tupida, que difícilmente se podría separar a uno de los países del euro (con la eventual excepción de Grecia) sin provocar un efecto dominó en el resto de países miembros de la moneda única de incalculables consecuencias”
Ante la actual situación de gran incertidumbre, Sánchez-Quiñones destacó que “se ha generado una enorme demanda de activos considerados refugio como son el bono alemán, bono suizo, u oro”. Los precios de estos activos se han revalorizado tanto que incluso ofrecen rentabilidades negativas, y aun así sigue existiendo demanda sobre los mismos, según sus palabras.
Acabó su intervención afirmando que “analizadas las terroríficas consecuencias que tendría la ruptura del euro, se llega a la conclusión que los países integrantes de la moneda sólo tienen una alternativa: avanzar hacia una mayor integración europea”.
“El camino será largo, destacó, y con momentos de incertidumbre” pero dejó una puerta abierta a la esperanza, al apostar que, aunque habrá turbulencias, “serán oportunidades de invertir en bonos con mayor rentabilidad que al menos permitirá conseguir rentabilidades por encima de la inflación”.
Cerró la Jornada la intervención del Miembro de la Junta de Gobierno de la Mutualidad, Cesar Torres, quien destacó que la actual coyuntura económica internacional queda perfectamente definida por la palabra “crisis”. Pero crisis, además de “peligro” puede representar, aún en un entorno de incertidumbre, un cierto nivel de “oportunidades”.
Con este planteamiento, Cesar Torres comenzó su intervención sobre las “Oportunidades que ofrece la situación actual para las entidades de previsión social”.
Para las entidades de previsión social en España, las oportunidades obedecen a dos ámbitos diferenciados. En primer lugar, “como necesidad de prestación, ya que cada vez toma más conciencia en la población las dificultades que el Sistema Público de Pensiones pueda tener en el futuro para atender sus compromisos, de manera universal y en condiciones razonables”. Por ello los Planes y Fondos de Pensiones individuales “se constituyen como una alternativa no sólo adecuada sino probablemente ineludible”, para todos aquellos contribuidores de hoy que aspiren mañana a unas retribuciones dignas.
La segunda posibilidad tiene que ver con el aprovechamiento de las condiciones financieras como es “la persistencia del euro”. En este punto, Cesar Torres, plateó una serie de ejemplos de apoyo a la moneda única “en las compras realizadas de deuda por parte del BCE en el verano de 2011, o los dos programas de liquidez, los famosos “LITROS”, a principios de este año”. Todo ello, comentó, “sin contar la posibilidad de que España, finalmente, solicite apoyo directo del fondo europeo MEDE, para compra de deuda a largo plazo en mercado primario, o al BCE, en mercado secundario”.
Según Torres, la Mutualidad de la Abogacía ha tratado de aprovechar durante la presente crisis dos condiciones favorables: “Por el lado Institucional, para mantener y mejorar la confianza de los Mutualistas. Por el lado financiero, para mantener una visión de largo plazo”, lo que permitirá realizar operaciones no tanto tácticas sino especialmente estratégicas, aprovechando la excelente valoración de activos de gran calidad.
Por todo ello, acabó diciendo, la Mutualidad de la Abogacía “resulta una opción óptima, bien como alternativa al Régimen de Autónomos, bien como complemento al sistema público, para todos aquellos que, cumpliendo los requisitos de vinculación al mundo del derecho exigidos, deseen asegurar un futuro más tranquilo que el turbulento presente”.