05 mayo 2021
La presidencia del Observatorio de la Abogacía en Riesgo pasa de España a Italia
En muchos lugares del mundo, el ejercicio de la abogacía se ve acosado y amenazado. “La libertad profesional es relativa y nuestros compañeros y compañeras ven dañada su integridad física por defender los derechos humanos y a sus clientes”, subrayó Victoria Ortega, presidenta del Consejo General de la Abogacía durante la última Asamblea del Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo (OIAD).
En este acto la Abogacía Española traspasó la presidencia rotatoria de esta Organización a la Abogacía Italiana. Durante la reunión, Ortega también hizo balance de este período de presidencia española, que comenzó en octubre de 2019.
Durante este año y medio, la pandemia del Covid-19 ha supuesto un reto añadido quienes ejercen la abogacía en situaciones difíciles. Además, la labor del Observatorio sobre el terreno se ha visto dificultada, pero se ha trabajado para poner las nuevas tecnologías al servicio de la defensa de la defensa. Algunos ejemplos: se han realizado los primeros dos webinarios para acercar la realidad en Guatemala y Colombia; se ha coordinado un acto online por el Día de la Abogacía en riesgo; y se ha lanzado una nueva web, desde la que sensibilizar sobre la situación de la abogacía en riesgo en todo el mundo.
Una de las principales áreas de actuación del OIAD es la identificación y denuncia de situaciones en las que abogados o abogadas se hallen en peligro por el ejercicio de su profesión. En este sentido, en el período 2019-2020 se han publicado en la web del Observatorio 32 alertas relativas a abogados y abogadas en riesgo procedentes de más de 20 países.
Entre los países en los que ha centrado su actuación el OIAD en Asia destaca Irán, donde es especialmente conocido el caso de Nasrin Sotoudeh, abogada defensora de los derechos de las mujeres y recientemente galardonada con el I Premio Igualdad de la Abogacía. También se sigue con atención la situación de la abogacía en Hong Kong y Filipinas. En África preocupa la represión generalizada de las personas defensoras de los derechos humanos en Egipto.
Especialmente preocupante es la situación de la abogacía en Turquía, donde la abogada Ebru Timtik falleció tras iniciar una huelga de hambre para reclamar un juicio justo para ella y el resto de sus compañeros de despacho, todos encarcelados. La situación en el país no parece que vaya a mejorar tras la aprobación de una ley que debilita a los colegios de la abogacía. En este contexto, el OIAD ha publicado numerosas alertas sobre profesionales de la abogacía en este país y recientemente envió una misión de observación a los juicios contra varios compañeros de Ebru Timtik.
El OIAD también ha identificado a muchos abogados y abogadas en América Latina perseguidos y amenazados por su trabajo en defensa de defensores de derechos humanos, en especial en casos relacionados con conflictos ecoterritoriales. En noviembre de 2019, el OIAD efectuó una misión en Perú, junto al Colectivo de Abogados del Sur Andino, y otra a Colombia, para observar las audiencias del caso de “12 Apóstoles”. Igualmente, se ha seguido el desarrollo del proceso por la autoría intelectual por el asesinato de la activista Berta Cáceres en Honduras. Es asimismo relevante el caso del abogado guatemalteco Esteban Celada, que pudo contar su situación en la última asamblea del Observatorio: el abogado ha representado a víctimas de graves violaciones de derechos humanos, en especial de violencia sexual por parte de agentes de Estado y a pueblos étnicos que han sido víctimas de delitos de lesa humanidad, y ha sufrido seguimientos, allanamientos ilegales y amenazas, hasta el punto de que asesinaron a su hermano.
Como subrayó Ortega en la Asamblea del OIAD, es fundamental el “trabajo conjunto” de las abogacías para mejorar la situación de estos profesionales amenazados. “Hoy más que nunca debemos reivindicar el papel esencial que desempeñan los abogados en todas partes del mundo y, en particular, donde los derechos fundamentales y la justicia están gravemente amenazados. Allí donde las autoridades públicas no son capaces de cumplir con sus obligaciones, es donde el Observatorio y todos sus miembros hemos de mostrar nuestra fuerza”, concluyó.